𝑑𝑖𝑒𝑐𝑖𝑠𝑒́𝑖𝑠

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Gala


Abrí la ducha y dejé que el agua recorriera mi cuerpo.

Traté de comunicarme con Thomas, pero solo conseguía tener una fuerte migraña. Parecía ser que nuestros "poderes telepáticos" habían dejado de funcionar.

Repasé el plan de escape en mi cabeza, memorizando cada paso. Si todo salía bien, estaría en las afueras de la ciudad esta misma tarde.

Pero una vez más, las cosas no saldrían como las tenía planeadas.

[⏰...]

-¡Oye imbécil, ten más cuidado!- Le grité al guardia que me ponía las esposas.

-Estarás bien, ya repasamos el plan tres veces- Me dice Teresa mientras me abraza.

-¿Funcionará?- Le cuestiono con miedo.

-Tú harás que funcione- Me contesta y Jensen nos separa de nuestro abrazo de despedida.

-Ya ya, mucho sentimentalismo, estás retrasando todo- Dice Jensen y me empuja dentro de la camioneta.

La puerta se cerró abruptamente, y miré a Teresa por última vez, con una sonrisa maliciosa en su rostro. Yo la miré sin comprender, y ella señaló su muñeca. Yo dirigí mi vista hacia la mía, y me di cuenta que ya no tenía el brazalete de seguridad.

El paso uno estaba hecho.

Era ahora o nunca.

[⏰...]

Paso número tres: atacar cuando estés fuera de la ciudad.

Llevaban conduciendo dos horas, por lo que ya estábamos lo suficientemente alejados de la ciudad. Ahora solo quedaba actuar.

Dos guardias armados y una chica esposada. Esto tenía que funcionar.

Metí la mano a mi bota y dejé de moverla cuando sentí el frío de un metal. Una pequeña llave.

La saqué con cuidado, y lentamente la introduje en la cerradura. Sentí mis manos liberarse al instante y solté un suspiro de alivio.

Paso cuatro: buscar las armas escondidas en el vehículo.

La camioneta era bastante amplia, por lo que no tenía ni la más miníma idea de donde estarían las armas.

"Presta atención a los detalles"

La voz de Teresa resonó en mi cabeza. Esas fueron las palabras que me dijo en el desierto alguna vez.

Detalles, ¿cúales malditos detalles?

Suspiré tratando de despejar mi mente para poder pensar con más claridad.

No. Teresa no había colocado armas en el vehículo.

Ahí estaba. El vehículo era mi arma contra los guardias.

Tomé el cinturón de seguridad del copiloto y lo pasé por el cuello del guardia fuertemente hasta asfixiarlo. El guardia que iba conduciendo frenó rápidamente y me apuntó con su arma. Le di un codazo, haciendo que un disparo se escapara hacia su compañero. Tomé su cabeza y la estampé contra el volante.

-Vehículo 222, base de control- Hablé por el radio.

-Aquí base de control- Suspiré cuando la voz de Teresa resonó.

-Todo listo

Después, aventé los cuerpos fuera de la camioneta.

Estaba a punto de pisar el acelerador, cuando un disparo impactó la camioneta. Aceleré y su cuerpo voló por los aires.

Uno menos

[⏰...]

Conducir por el desierto era fenomenal. Conducía a máximo velocidad sin preocuparme por arrollar a alguien.

Pero como siempre, mi felicidad no duró mucho, porque la camioneta se detuvo.

-¡No no no!- Grité con frustración mientras golpeaba el volante.

Me bajé a revisar, y me di cuenta del problema. El estúpido guardia le había disparado al estúpido tanque de gasolina, y ahora estaba sola en el desierto.

³ 𝖱𝖤𝖢𝖫𝖴𝖳𝖠 𝖠𝟤𝟤: 𝖫𝖠 𝖱𝖤𝖡𝖤𝖫𝖣𝖤 || 𝗠𝝠𝗭𝗘 𝗥𝗨𝗡𝗡𝗘𝗥 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora