𝑣𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑠𝑒́𝑖𝑠

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Gala

Un frío viento chocó contra mi espalda, haciéndome retorcer. Traté de girar para poder taparme con las mantas, pero unos firmes brazos en mi cintura y unas piernas enredadas con las mías me lo impedían.

Intenté girar una vez más, y fue cuando Gally por fin me soltó.

Me giré y me acurruqué en sus brazos, mientras él daba caricias en mi espalda desnuda.

Sin duda, recordé como habíamos llegado hasta este punto, por una tonta discusión la noche anterior.

[⏰...]

Por supuesto que no me dejó salir de la habitación, apenas puse la mano en el pomo de la puerta, el se recargó en ésta, acorralandóme contra su cuerpo.

-Creo que tu y yo, tenemos algo pendiente cariño- Dijo con la voz profunda.

-No se de qué me estás hablando- Dije, girando mi rostro hacia otro lado.

El me tomó de la barbilla, y me obligó a mirarlo.

-Espero que tu noviecito ese, el de cabello rizado, sepa que aquí hay jerarquías, y que en tu vida, primero estuve yo- Habló con la voz firme y yo sonreí, solo para molestarlo.

-Oh cariño, tú nunca has sido tan inteligente- Hablé.

-No me hagas perder la paciencia contigo, sabes como me pongo- Su voz firme me hizo temblar un poco.

-Alex está completamente enamorado- Dije, para después hacer una pausa.

-Enamorado de Aris- Solté, riéndome de su expresión.

Su rostro era un poema, no podía descifrar si estaba molesto, confundido, o ambos.

-Además, yo creí que estabas muerto. Puedo estar con quien yo quiera- Hablé, mientras ponía mis manos en su pecho para alejarlo de mi.

-Por supuesto que podías, pero como ya volví de entre los muertos, vuelves a ser mía cariño- Se acercó a mi, tanto que podía sentir cada parte de su cuerpo.

-Estas muy equivocado. Yo seguí con mi vida, ¿sabes?- Le reclamé.

-¿Seguir con tu vida?, tus novios fueron Minho y Thomas. No fueron mis dignos sucesores, Minho era un celoso idiota, y Thomas, un infiel inmaduro, acepta que el ganador sigo siendo yo-

Por dios, estaba tan cerca que podía sentir su respiración.

-¿Celoso inmaduro?, tu casi matas a Tommy a golpes en el Área, y no solo una, varias veces- Dije mientras sentía como la rabia corría por mis venas.

Él solo soltó una risa burlona, que me hizo enojar más.

-Puedes pretender estar con otros, pero no puedes escapar de mi, y de lo que yo te hago sentir- Se acercó aún más a mi.

-No te creas tan especial, no lo eres. Tal vez reviviste de entre los muertos, pero eso no te hace el único- Dije, tratando de hacerlo enojar, y que me dejara en paz.

Aunque yo quería seguir ahí. Todo él era tan jodidamente lindo.

Me tomó del cuello y rápidamente chocó sus labios con los míos.

Mierda.

Había olvidado como se sentía. Sus brazos me tomaron de la cintura y me apretó hacia el, logrando levantarme del piso. Me sentía tan pequeña a su lado.

Mi espalda chocó contra algo suave, y supe que era el colchón de la cama.

El se separó por un momento y se quitó la playera, dejando su trabajado cuerpo al descubierto.

-Me creo especial porque solo yo te hago sentir así. No Thomas, no Minho, solo yo- Dijo, para volver a abalanzarse sobre mi, y seguir besándome.

-Nos pueden escuchar- Mi voz salió como un susurro.

-Tranquila, las otras habitaciones están bastante lejos, y la noche es larga- Habló por última vez mientras besaba mi cuello.

[⏰...]

-Te ves tan bonita cuando acabas de despertar- Dice Gally, con la voz ronca.

-No mientas por convivir- Le dije, mientras sonreía.

Me recargué en su pecho y lo miré.

-Anoche me hiciste el hombre más feliz, sin duda, necesitaba de ti, y de las escapadas que nos dábamos en el Área- Dijo mientras yo me sonrojaba.

-Por dios Gally, para- Susurré nerviosa.

-Eso no era precisamente lo que decías anoche cariño- Dijo mientras me tomaba de la cintura y me colocaba encima de él.

-Eres un maldito- Sonreí, mientras le daba
un corto beso.

Me alegraba estar así con él. Me alegraba tenerlo de vuelta.

Nada podría arruinar este momento.

Mentira, hable demasiado pronto.

-Gala, levanta tu trasero de esa cama y sal, necesito hablar contigo- La voz de Alex se escuchó del otro lado de la puerta.

Me levanté rápidamente, buscando mi ropa interior. Me coloque una playera de Gally, que me quedaba un poco más abajo de la rodilla.

-Dame un momento Alex- Le pedí. Mis piernas me dolían un poco, por lo que que podía caminar bien.

Miré a Gally en forma de reclamo, y el solo sonrió.

Rodé mis ojos y abrí la puerta.

-¿Qué necesitas amigo?- Dije una vez que lo vi.

Me analizó de pies a cabeza, y me dió una sonrisa pícara.

-Cielo, a ti te dieron anoche, y no consejos precisamente- Habló mientras reía, y yo lo miré molesta.

-¿A qué viniste Alex?- Dije apenada.

-Thomas quiere hablar con todos en dos horas, supuse que estarías cansada, y quise venir a despertarte, para que no tengas prisa, ya sabes, por tu noche salvaje con tu hombre- Dijo y yo le di un manotazo, en forma de regañó.

-No pasó nada entre Gally y yo anoche- Aseguré.

-Cielo, traes puesta su ropa, estas despeinada, no caminas bien, y se suponía que dormirías en mi habitación, pero no te culpo, tuviste tu reencuentro conyugal. Que envidia- Habló con picardía una vez más.

-¡Alex!- Le regañé.

-Bueno cielo, yo me voy, te veo en dos horas- Se despidió, haciéndome señas raras.

³ 𝖱𝖤𝖢𝖫𝖴𝖳𝖠 𝖠𝟤𝟤: 𝖫𝖠 𝖱𝖤𝖡𝖤𝖫𝖣𝖤 || 𝗠𝝠𝗭𝗘 𝗥𝗨𝗡𝗡𝗘𝗥 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora