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Las pruebas de sonido empezaron a media tarde. Me sentía extraña en medio de los otros fans que ya tenían experiencia en eso, pero estaba obnubilada por lo que veía. Los músicos, el escenario, todo ese despliegue ante mis ojos y aún no había visto nada

El Meet me pareció algo descontrolado. A decir verdad no entendí mucho lo que sucedía, solo me dejaba guiar por las personas y esperé paciente. Foto tras foto vi posar a las chicas junto a Ronnie, y lo observé firmar autógrafos desde un costado mientras esperaba mi momento. Era como vivir uno de mis sueños; él con su enorme sonrisa y el carisma eterno, mientras yo aún no lograba caer en la cuenta de que en realidad estaba caminando hacia él.

-Hola Morena.

-Hola Ronnie. –Estaba nerviosa.

El me dio un abrazo cálido y sincero. Fue un breve instante en el que sentí que todo, incluso la operación y el sufrimiento había valido la pena. Sentí el sonido de su corazón palpitando y me sentí segura; mis miedos, la inseguridad, la tristeza que había sentido los días posteriores a la internación se deshicieron entre su pecho y mi cara.

Nos tomaron una foto abrazados y otra mirando a la cámara. Me entregó su último disco autografiado y puso sus manos sobre mis hombros con la mirada fija en mí, como si por un instante solo existiéramos él y yo; y sonrió con complicidad. Se acercó para despedirse y sus palabras fueron la confirmación exacta de que cada cosa que soñé y desee en el pasado me preparaba para ese instante:

-A las 08:00 hs. En el restaurant del hotel. Te invito a desayunar.

Por un momento lo miré a los ojos y su brillo me encandiló, miré alrededor como si en mi fuero interno esperara alguna reacción de las personas que nos rodeaban, pero nada sucedió; todo estaba como tenía que estar y ese momento único para nosotros, había sido para el resto solo un encuentro entre una fan y su ídolo.

Desde la primera fila disfruté cada canción, la música, las luces, el cuerpo de baile... incluso el coro era increíble.

"Mi primer concierto, Ronnie. Estás ahí... estoy aquí, frente a ti. Dime que no estoy soñando." Mientras cantaba Estas en mí lo vi observarme un instante como si se diera cuenta lo que esa canción provocaba en mí. Le dediqué un "Gracias" silencioso y Tadeo se hizo presente en mi memoria. Por un momento imaginé la remota posibilidad de que estuviera ahí conmigo para que el momento fuera perfecto.

Coreé la canción con los ojos cerrados recordando aquella mañana en el desierto con la guitarra:

"Estas en mi, estas en mi,
en mi ser,
aquí en mi piel,
como una canción, susurrándome,
estas..."

Abrir los ojos no me despertó, Ronnie seguía frente a mí, Tadeo no estaba a mi lado pero eso no me impidió soñar con la posibilidad durante las dos horas que duró el show.

Dos horas después llegué al hotel feliz, más feliz de lo que había sido en toda mi vida. El agotamiento hizo que callera rendida a la enorme cama sin tiempo a descalzarme siquiera; y como en los viejos tiempos, un instante después, -o al menos eso me pareció- la alarma de mi celular hizo que despertara exaltada.

Me duché y me vestí sencilla, elegí una pollera corta amplia, una blusa suelta y fresca y zapatos sin plataforma. Me peiné lo mejor que pude; el tiempo apremiaba y estaba nerviosa.

En el restaurant todo iba con normalidad, para asombro mío no había cámaras ni paparazzi, lo que era una verdadera suerte; solo dos hombres muy informales con audífonos vigilaban desde una prudente distancia a los huéspedes curiosos que desayunaban en las mesas contiguas.

-¡Buen día! –Dijo con entusiasmo. –Te ves radiante.

-Gracias. Buen día. -Dije acercándome y besando su mejilla al tiempo que se levantaba a recibirme.

Voy a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora