Mis amigos estaban bien. Las novedades no fueron muchas; ¿Qué tanto podía pasar en una semana? Solo mi vida cambiaba de semana a semana como en una serie de televisión, mi vida era lo único intenso y tal vez por eso celebraba que los demás siguieran igual, al menos por un tiempo, merecían un poco de tranquilidad, aunque yo los extrañara tanto que me mordiera la lengua para no pedirle a Petra que me llevara de vuelta al campamento.
El domingo fue mi día libre. Antes de salir con Giordana recibí un sobre con mi paga y una recomendación del señor Michael:
-Cómprate algo bonito. Lo mereces.
-Gracias señor. –Contesté.
Mi nueva amiga me invitó a almorzar con su familia. A decir verdad, la semana entera estuvo planeando nuestro domingo así que no tuve opción... hubiera querido quedarme en la casa, con mi diario, jugando con Mike, pero también sabía que de algún modo tendría que empezar a moverme en la ciudad y buscar el modo de continuar mi búsqueda... porque al fin de cuentas y sin menospreciar aquella maravillosa gente, mi camino no estaba concluido... No quería fallar; cometer imprudencias o errores, no estaba segura de cómo seguir sin decepcionar a Petra, o a mis amigos, sin concluir mi propósito de encontrar a Ronnie y volver por Tadeo. "¿Estarás pensando en mí Tadeo?... ¡Maldición! Porque yo te pienso más de lo que quisiera."
-Deberías comprarte un teléfono. – Giordana me sacó de mis pensamientos.
-No veo la necesidad. No tengo a quien llamar.
-Ok ¿Vamos por un helado entonces?
-Sí. ¿Por qué no? Yo invito.
-No rechazaré la oferta. –Dijo divertida.
Caminamos unas calles más hasta el shopping que recorrimos de punta a punta con el helado en la mano. Mi amiga se asombraba de todo y yo de nada... me sentía extraña, como cuando salía con Yess. Giordana se parecía Yess en eso, ese extraño entusiasmo por las compras que jamás logré comprender, también caracterizaba en cierta forma a mi nueva amiga. No era agradable ese aspecto de ellas, pero ahora me era de gran ayuda ya que tendría que comprarme algo de ropa; después de una semana con uniforme y un domingo con ropa prestada por ella, pudo tener sus buenas razones para obligarme a entrar en una tienda. No fue muy agradable, pero era absolutamente necesario.
-¿Sabes? Creo que algún día te agradeceré por esto. –Le dije con ironía.
-Yo espero que sí. –Respondió. –Nunca había conocido una chica a la que no le agradase ir de compras.
-Pues, es tu día de suerte. Ahora conoces a una... Necesito un teléfono.
-Andando. –Dijo alegre. –Te comprarás uno...
-No. –Respondí. –Uno público...
Pero Giordana tiraba de mí por el pasillo con entusiasmo:
-Ya verás que hay teléfonos celulares a muy buen precio y con todo lo necesario...
No tuve mucho tiempo para pensar o elegir; ella prácticamente lo hizo por mí. Me explicaba el uso del aparato como si yo fuese una criatura recién llegada de la edad media o algo así, mientras yo solo asentía sonriendo a cada cosa que decía mientras trataba de recordar el número que Tadeo había anotado en mi diario.
Eran las 16:00 hs. Teníamos unas tres horas más antes de volver a la casa pero de ser por mí lo hubiera hecho en ese preciso instante.
-Quiero ir al parque. ¿Está lejos el parque? –Pregunté.
-¡Qué gran idea! –Otra vez ese entusiasmo y ese brillo en la mirada que ya me asustaba por la magnitud de la siguiente ocurrencia. –Tendremos que tomar el metro.

ESTÁS LEYENDO
Voy a ti
RomanceMorena y sus amigos vivirán una terrible catástrofe y la única forma de sobrevivir será seguir adelante... El amor, las segundas oportunidades y la posibilidad de empezar de nuevo solo se lograrán buscando la salida... y para nuestra protagonista es...