Capítulo 8

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"No le hagas daño"

Derek

Salgo del área de la piscina luego de haber hablado con Jacob sobre algunas cosas que tiene que hacer a cambio de un buen pago que le daré.

A Jacob lo conocí porque mí padre y el de él tienen negocios en común. Llevo conociendolo desde hace bastante tiempo.

Llego al estacionamiento del club y me dirigo hasta mí auto jugando con las llaves, no sé que se hizo Santiago «Tal vez aún esté con la tonta de Aisha» saco mí móvil para saber dónde se encuentra y así irnos juntos.

Suena dos veces antes de que conteste.

- ¿Dónde andas? ¿Ya te fuiste o aún sigues consolando a la niñata de Aisha? - le pregunto en tono burlón.

- No, ya Aisha se fue pero...- se pausa - creo que deberías de venir a ver tú auto.

Cuando escucho eso, cuelgo la llamada y con la vista recorro el estacionamiento buscando mí auto, y junto a él veo a Santiago y a otras personas.

Apresuro el paso hasta llegar y lo que me encuentro en el lugar hace que explote de cero a mil en cuestión de segundos.

Todo mí deportivo está rayado de lado y lado, la parte trasera y en el frente de este escribieron con grandes letras la palabra "IDIOTA"

Me trago los insultos para ella, porque sé que fue ella, está tontería es obra de su estupidez y niñerias.

«Aisha. Aisha. Aisha»

- Señor... - se me acerca uno de los trabajadores del club - revisaremos las cámaras y averiguaremos quién...

Alzo la mano para que se calle, la verdad no me interesa escucharlo, solo quiero llegar a la casa, encarar a Aisha y gritarle en la maldita cara todas sus verdades.

- Estás despedido - le digo y me subo al auto seguido de Santiago, arranco lo más rápido de ahí.

- Eso no era necesario, bro - me dice Santiago.

- Me importa una mierda - exploto apretando con mucha fuerza el volante haciendo que mis nudillos se tornen muy blancos - Su trabajo era estar al pendiente de eso, y ¿Sabes que? No lo hizo, y por eso y también porque puedo lo despedí.

Santiago niega con la cabeza pero no vuelve hablar, lo dejo en su casa que no está muy lejos de la mía.

Llego a las residencias en dónde yo vivo y diviso no demasiado lejos cuando las rejas de la mansión están por cerrarse, acelero y toco bocina para que no lo hagan. Veo a Aisha que también acaba de llegar y voltea su cabeza a ver a la entrada y paso por su lado muy rápido con ganas de atropellarla.

Estaciono el auto y bajo de el asotando la puerta, Aisha pasa por mi lado con una maldita sonrisa de descaro y ¿Satisfacción? Si, la muy estúpida está sonriendo con satisfacción.

- Eso será difícil de quitar - se burla.

Tenso la mandíbula «Si, fue ella pero igual aclararé eso»

Ella camina hacia la puerta principal y antes de que pueda entrar la sujeto por el brazo con mucha fuerza, pegandola contra la pared haciendola soltar un quejido de dolor.

Pero no me importa, estoy muy cabreado.

- ¿Fuiste tú, verdad? - bramo furioso a centímetros de su cara - ¿Tú fuiste la que le hizo esa mierda a mí auto?

Se ríe - La verdad, Um... - ladea dos veces la cabeza, lo cual me hace enojar más - Si - confiesa mirándome fijamente - ¿No te gusto mí obra maestra?

"DESEOS Y PECADOS" © (INFINITY DARKS #1) En Proceso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora