Él es hijo de uno de los mafiosos más poderosos del mundo.
Ella también, aunque no lo sepa.
Él ha sido criado en un entorno de lujos, mafias, armas, y muertes. Un chico arrogante y controlador al cuál no le importan los demás, solo él.
Y ella, rodea...
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*** "Los Demonios también tienen una historia de amor"
Tú peor enemigo puede estar más cerca de lo que imaginas.
Pero, éste no era mí caso, mí caso era que yo era mi peor enemiga en ese momento. La mente te juega tan sucio que sientes que eres un cero a la izquierda, que nada de lo que hagas está bien, que eres una inútil y hasta piensas ¿Para qué sigo viviendo?. En pocas palabras y resumidas, te sientes una completa mierda.
Cruel, pero muy real.
Me consideraba el títere y mi mente, era el títíritero.
Se la estaba pasando de lo más divertido conmigo, pero yo sabía que algo en mi no estaba bien...
Mi mente maquinaba miles de escenarios, tragedias, muertes...Y hasta ese momento me dí cuenta que sí era real todo, que no estaba viviendo una mentira. Que desde que nací, estaba destinada a estar, pertenecer y permanecer en ese mundo.
Un mundo de muertes y tragedias.
Y ya lo estaba aceptando.
Pierdo a mis progenitores y luego me convierto en asesina de alguien que ayudó para que todo se llevara a cabo. Y aunque no era el autor principal, trabajaba para ellos, para los Petrova. Y yo no sentía ningún tipo de culpa o remordimiento por lo que hice.
Él era el primero entre tantos que me encargaría de que su sangre corriera en mis manos.
***
Derek
*3 DÍAS DESPUÉS*
Miro de nuevo mis pies descalzos y los entierro aún más en la arena, seguido una ola que rompe en la orilla moja mis pies. Siento paz, no una completa, pero si esa que me hace sentir bien por cuestión de segundos. Es cómo esa paz que me daba mi madre de pequeño y me envolvía en sus brazos con cada susurro al dormir. O cómo esa paz que sentí la vez que ella me hablaba y me pedía que respirara poco a poco.
Es una paz que quiero sentir cada día de mí vida.
—¿Por qué tan solo Lombardi? —escucho su diminuta voz a mi lado.
—La compañía de otras personas me molesta.
—Entonces te identificas cómo un lobo solitario.
—No me gustan los lobos y no necesariamente me identificaría cómo uno. Ya que ellos vienen de una manada y yo nunca formé ni quiero formar parte de algo.
