No vales nada (Terminada)

15. Celos

Narra Kevin

Desde que volvimos de las vacaciones no he hecho nada más que trabajar, llevar mi empresa más la de Sara no hace más que restarme vida, siento que me estoy perdiendo como crece mi bebé y disfrutar el tiempo a lado de Sara.

Acabo de firmar unos contratos y termino de revisar unos balances. Estoy cansado no me puedo concentrar. Necesito ver a Sara.

Ahora mismo ella debe estar en alguna de las clases de la universidad. Quizás en un rato me pase a verla.

Pero antes voy a comprar un regalo de cumpleaños ella se cree que no me acuerdo y yo prefiero que piense así.

Camino por el campus, buscándola con la mirada...

A lo lejos veo dos hombres corpulentos que visten de negro, ella tiene que estar allí. No puedo permitir que salga sin guardaespaldas.

Lo que veo hace que mis ojos se enciendan en llamas y mi cuerpo se llene de ira, un chico le coge la mano y pasa otra por su cintura.

No le da tiempo a reaccionar cuando lo tengo tirado en el suelo llenándolo de golpes.

- para, para Kevin lo vas a matar. Grita Sara asustada.

Mis guardaespaldas me separan de él tengo el labio partido y algún golpe más, el está peor que yo eso seguro.

Saco unos cuantos billetes de mi cartera y se los lanzó al chico.

- toma los gastos médicos y la indemnización y no te vuelvas a acercar más a mi mujer.

Sara me mira, comienza a llorar y sale corriendo.

Pero que he hecho ni si quiera he esperado a una explicación, no he podido evitarlo los celos me han nublado la razón.

Y encima se ha ido sin protección!!

Llevo todo el día buscándola, no puedo más, su móvil está apagado, dónde puede estar.

Soy un maldito imbécil, voy a casa tengo que montar un dispositivo de rastreo. Ojalá no se haya quitado el collar.

Llegó a casa, no miro a ningún lado, solo subo las escaleras y me dirijo a mi despacho.

Enciendo el ordenador, tecleo los comandos clave, en la pantalla comienza a triangular el GPS.

Ya está la tengo localizada, pero no puede ser la ubicación marca la casa.

Voy a nuestra habitación allí no está, bajo a la cocina, recorro la sala, salgo al jardín. Donde puede estar?

Hay un sitio en el que no he mirado, subo de nuevo las escaleras y entro en la habitación del bebé, la veo tumbada sobre la cama.

En la cuna está Anne dormida. Enciendo el monitor de vigilancia para después coger en brazos a Sara y llevarla a la habitación.

Abre los ojos me mira asustada lleva sus rodillas al pecho y entierra su cabeza en ellas. Esta asustada, me acerco a ella y noto como comienza a temblar.

- no tengas miedo, yo nunca te haría nada. Eres lo más importante de mi vida. Digo con la voz entrecortada.

- Y como se que lo de esta mañana no volverá a suceder. Dice ella con la cara bañada en lágrimas.

- lo siento, tuve miedo. Miedo a que me dejaras. Digo sin poder aguantar las lágrimas

- eso no va a pasar, no debes de sentir celos, el solo me daba las gracias por haberle ayudado en la clase de finanzas. Dice mientras acerca su cara hacia mi pecho

- lo siento, lo siento tanto tengo tanto miedo a perderte que duele, duele demasiado.

Ella me besa con pasión y yo sigo ese beso, comienzo a acariciar su cuerpo, quito su ropa, no soy nada delicado mi cuerpo arde por hacerla mía.

Quito mi ropa y la lanzó a algún lugar de la habitación, estamos totalmente desnudos.

Amaso sus pechos, succionó sus pezones, les dejo pequeños mordiscos, noto como su respiración se acelera y comienza a jadear.

Mis dedos comienzan a acariciar su sexo está mojada muy mojada, eso me enloquece todavía más.

Acerco mi miembro a su entrada y de una sola estocada, estoy dentro.
En otras circunstancias me habría centrado más en darle placer pero no me puedo contener más.

Mis embestidas son rápidas y bruscas, no deja de gemir y de gritar me nombre, clava sus uñas sobre mi espalda, se que está cerca..acerco  mi boca a la suya y sigo con las embestidas.
Noto como cesa su presión sobre mi espalda.

Ha alcanzado el clímax unas embestidas después soy yo el que llega a lo más alto derramando mi semilla dentro de ella.

Me separo lentamente de ella, estamos sudorosos y cansados. La acerco a mi pecho mientras comienzo a besar su cabeza.

- Te quiero, susurró sobre su oído.

- Y yo a ti, dice mientras me dedica una sonrisa.

Miró el reloj, son las doce me levanto y saco una caja del bolsillo de mi pantalón.

- Feliz Cumpleaños mi amor, digo mientras le entrego la caja.

Ella me sonríe, desenvuelve el paquete y abre la caja.
En ella hay un anillo con brillantes engastados.

- Sara, quieres volverme a hacer el hombre más feliz y volverte a casar otra vez conmigo pero ahora te prometo que te daré una boda de verdad. Digo mientras me pongo de rodillas y cojo sus manos.

- Claro que quiero, le cojo el anillo y lo pongo en su dedo. Para después fundirnos en beso cálido y lleno de amor.

Escucho llorar a Anne tan solo son las tres, apagó el comunicador no quiero que Anne se despierte.

Me levanto y me dirijo a la habitación la cojo entre mis brazos, la calmo un poco y la vuelvo a dejar sobre la cuna. Mientras le preparo el biberón.

La vuelvo a coger y me siento en el sillón de lactancia, no dejo de mirarla, es tan pequeña y tan bonita aveces creo que esto es un sueño.

En un año ha cambiado tanto mi vida, he cambiado tanto yo!!

Levanto mi cabeza. Sara está apoyada en el marco de la puerta. Nos mira con ternura para después dejarme una sonrisa.

" Yo la elijo cada noche, cada minuto y en cada pensamiento.
Por que es la única monotonía de mi vida que me gusta repetir todos los días, sagrada y amorosamente "