5.- Susurro.

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Narra _____:
Había pasado con Jean las clases que tenía hoy, la verdad que me sacaba las mejores sonrisas en los peores momentos.

Recordé a la salida de mi Universidad que había quedado con Eren.

-Oye Jean...-empecé a balbucear algo nerviosa.- Hoy he quedado con alguien así que estaré ocupada.

-¿¡Quedar con alguien!? ¿Desde cuándo? Si las veces que sales es conmigo y encima que a la fuerza porque te tiras el día en casa...

-Ya bueno, ¿la gente cambia, no?- dije con una sonrisa.

Jean algo más tarde me dijo si podría venir conmigo, le diie que en algún otro momento le presentaría a mi amigo. Se sorprendió algo más cuando le dije esto último, porque la verdad que mi circulo de amistad digamos que no era muy grande.

Me dejé de rodeos y me despedí de Jean para dirigirme a la parada. Iba bien de tiempo por lo cual no me preocupaba nada.
Iba bajando por las escaleras cuando vi el metro llegar, pero cuando este paró ya me encontraba a solo dos escalones del suelo. Mientras que iba de camino a la puerta de este, por la ventana pude distinguir la silueta de Eren.
No tardé en entrar y en buscarle con la mirada. Tan pronto lo encontré y le dirigí una mirada con una pequeña sonrisa; después de eso, me senté a su lado.

-Justo a tiempo.- me dijo mirándome con la misma sonrisa.

-Me gusta ser puntual.- fue lo único que le respondí para luego sacar mi móvil debido a que noté que me llegó un mensaje.

-Si te aburres, no dudes en decírmelo.

Fue lo que vi a través de la pantalla; era Jean. Me encantaba siempre que buscaba cualquier forma de hacerme reir o incluso sorprender, era increíble. No pude contener la grande sonrisa que hasta note como Eren me miro de reojo algo confuso. No podía contarle a él de momento, no creo que lo entendiese porque a penas le conozco. Todavía no y más cuando íbamos camino a una heladería que me conocía. No era momento de contarle porque estaba algo distinta esta mañana; ahora no.

Apagué el móvil y mire de frente mientras le preguntaba.

-¿Cuál es tu sabor favorito?- le miré.

-Mmm...adivina.- me miró algo pícaro. En verdad, me gustaba cuando Eren era algo bromista e interesante, me causaba risa.

-Puede que...¿chocolate?- dije.

-¿Ya lo adivinaste? Eres muy intuitiva.

A lo que yo después de ello, mientras le seguía mirando le lancé una sonrisa acompañado de una pequeña risa.

-¿Y el tuyo?- me preguntó.

-Mmm...adivina, señor Jaeger.- le respondí de la misma manera que lo hice él, solo que añadiendo lo último para que se molestase.

-¿Señor Jaeger? Discúlpeme señorita Suzuki, perdón por referirme de esas maneras a usted.- se llevó una mano al pecho dramatizandolo a todo.

No pude contener mi risa, a lo que el me miraba tímidamente por el rabillo del ojo algo feliz mientras seguía en aquella postura. Fue bajándola poco a poco mientras iba riéndose levemente. Los dos acabamos riéndonos hasta no poder más.

Sin pensarlo habíamos llegado a nuestra parada, la parada veinticuatro. Habíamos pasado el trayecto hablando de tonterías; la risa era el protagonista hoy.

-Ven, es por aquí.- Le hablé mientras le miraba desde adelante para que me siguiese. Él no conocía el sitio ya que salimos por donde yo entraba todos los días.

 𝐏𝐚𝐫𝐚𝐝𝐚 24 | 𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora