Capítulo 20. El primer clavo.

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Voz en el televisor:

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Voz en el televisor:

―«¡Vivir con él era un infierno!... ―en un nuevo canal―: En otras noticias el caso Urrutia sigue dando de qué hablar luego de que, su aún esposa, revelara una denuncia penal en contra José Urrutia (hijo del magnate Derian Urrutia) por violencia, el caso... ―en otro canal―. Es lamentable este caso, no puede quedar impune lo que este machito...».

―Tomaremos un descanso ―decía impertérrito el juez dirigiéndose a todos en la sala―

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―Tomaremos un descanso ―decía impertérrito el juez dirigiéndose a todos en la sala―. La siguiente audiencia se celebrará el próximo viernes para el desfogue de las nuevas pruebas presentadas por la parte acusatoria contra el señor Urrutia ―dio un golpe con su martillo.

Joe, elegantemente vestido y con rostro inexpresivo (pero con evidentes signos de sumo cansancio) y sus abogados se pusieron de pie y salieron de la sala rápidamente. Dante y Tony, también vestidos con traje de etiqueta, los alcanzaron en el vestíbulo. Apenas Dante estuvo cerca de Joe este lo abrazó fuertemente y escondió su tímido rostro contra el amplio pecho de Joe.

―¿No pinta nada bien, eh? ―Tony comentó rascándose la nariz y en un tono de agotamiento.

Joe sólo gruñó. Luego Tony se dirigió a uno de los abogados:

―Pero entonces ¿por qué están aceptándoles las supuestas evidencias? Es que no tiene sentido, cronológicamente hablando no tiene pies ni cabeza el relato de esa pu... de ¡esa! ―bramó enojado.

―Lo sabemos, pero parece que la justicia se está tomando muy en serio lo de ser ciega.

―La justicia no debería ser ciega... tiene que ver...

―¡Vaya, vaya!... ―chilló Estibaliz caminando hacia ellos con los brazos en la cadera con actitud burlona―. ¿Qué tenemos aquí? Mi trío favorito de maricas ja, ja, ja ―rió socarronamente.

―No, Tony ―ordenó Joe cuando este iba a replicar... y por primera vez, lo obedeció sin protestar.

―Señorita, si tiene algo que decirle a nuestro cliente le recomiendo la presencia de sus abogados ―le indicó uno de los miembros de la defensa con la nariz arrugada como si oliera algo fétido.

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