ELIGEME ¦ MeanPlann ¦ Temp. 1

Capítulo XXV

85.-Noticia desconcertante

•Plann

Esta tarde me mantuve ocupado con dos sesiones seguidas, fotografíe a nuevos modelos y al concluir decidí dirigirme a la oficina de Mean, extrañamente la puerta estaba abierta, Yelin estaba ahí, tan concentrada ordenando sus documentos que ni siquiera me notó.

-Buenas tardes señorita Ae.

-Oh, buenas tardes. -Se levantó enseguida haciendo una reverencia. -¿Busca a Mean? -Asentí. -Él tuvo el día libre asique se fue. -Me dedicó una sonrisa volviendo a su ocupación.

-Ya veo. -Respondí cortamente. -Tenga un buen día. -Me retiré, no sin antes llamar a Mean, quien no respondió ninguna de mis tres llamadas. ¿Estará ocupado? Fue lo único que pensé y volví a casa, seguro pasaría un día de aburrimiento, me hacía tanta falta Hwan.

Hice la limpieza en el apartamento y comí, el reloj marcaba las siete de la noche cuando recibí una llamada de la empresa.

-¿Joven Plann? -Era la voz de Luang Mark.

-¿Si diga? -Me parecía extraño que llamara, normalmente Yilin era quien me avisaba de mi trabajo.

-¿Mean está contigo? -Preguntó alterado, contagiandome su preocupación.

-No señor, creí que habría vuelto a casa.

-Eh... Pues no. Le he llamado pero no responde y mi esposa me avisó que no está en casa tampoco, Plann, si él te visita no dudes en avisarme.

-Si señor, por supuesto. -Colgué sintiendo una sensación extraña, ¿Mean se volvió a enojar con su familia? Si fue así, ¿por qué no vino conmigo? En ese momento las dudas me invadieron y debido a la preocupación no dormí ni un poco durante la noche.

A la mañana siguiente fui uno de los primeros en llegar, me dirigí a prisa a la oficina de Mean, la cual estaba cerrada con llave, clara señal de que ni Yilin, ni Mean habían llegado.

Calmate Plann, llegaste muy temprano, debe ser eso. No te preocupes, seguro ayer fue a un lugar y volvió por la noche. Todo estará bien.

Iba a ir hacia el salón fotográfico y fui interrumpido por la voz del señor Luang.

-Buenos días joven Plann. -Se apresuraba hacia mí, no parecía el mismo de siempre, se mostraba nervioso y preocupado al mismo tiempo.

Podía predecir lo que diría a continuación. Nada bueno.

-Plann, necesito que venga. -Me hizo que le siguiera a la oficina, donde todo el personal estaba reunido, todos con un gesto serio.

Me paré junto a Yilin, tratando de encontrar a Mean con la mirada, no había rastro suyo.

-Buenos días a todos, les he reunido aquí por una única y lamentable razón. -Todos le mirábamos con atención, no había el más mínimo ruido, detrás del señor Luang se apreciaba un cielo nublado. -El joven Mean, mi hijo. -Aclaró la garganta. -Desapareció la tarde de ayer a las doce, desde entonces no hemos tenido contacto suyo, la policía ha comenzado a buscarle por la zona y confío en que ustedes podrán ayudar en su búsqueda sin obviedad, no queremos que el rumor se corra, debemos hacerlo sin que nadie sepa, por al menos una semana.

Todos estábamos sorprendidos por la noticia, incluido yo, que sabía internamente que nada bueno estaba ocurriendo. Todos en orden, le dimos un abrazo de consuelo al señor Luang, quien se mostraba realmente afectado, sin duda alguna la preocupación le hacía notar ojeroso y demacrado.

Quería ayudar, pero no sabía cómo debería hacerlo pues yo conocía muy poco a Mean, aunque lo suficiente para saber que él no tenía amigos tan cercanos como para haberse ido a quedar a otra parte, aunque bien pudo haberse hospedado en un hotel, pero ¿con qué motivo lo haría? Dudo que hubiese discutido nuevamente con su familia. Fuese lo que fuese, habría recurrido a mi ¿no? Habría venido o llamado.

>> 2 Meses después...

Desperté agitado, en medio de la madrugada, una tormenta se soltó, el agua se estaba colando por la ventana abierta, mojando la alfombra de mi habitación asique me apresuré a cerrarla, notando aún el periódico en mi buró, la luz de la luna alcanzaba a alumbrar el título.

13 de octubre.
La búsqueda del joven modelo Mean sigue en pie.

Suspiré, aquel periódico fue publicado hace mes y medio, hoy en día se han olvidado de él, es increíble que sus seguidores dejaran de ayudar en el caso, el señor Luang ha continuado con la empresa pero rara vez se deja ver en su oficina, preocupado y estresado por todo.

Me quedé sentado a la orilla de la cama sin despegar la mirada del periódico.

Mean... ¿Dónde estás? ¿Quién te ha desaparecido?

Me quedé despierto el resto de la noche y por la mañana, al llegar a la empresa escuché el rumor de algunas personas que esperaban en la esquina un autobús.

-¿Has oído la noticia? Dicen que el joven hijo del señor Luang Mark sigue desaparecido.

-Se equivoca, él no desapareció, murió.

Me quedé perplejo al escucharlos, ¿cómo podían hablar tan normal de algo tan terrible? Corrí hasta la entrada de la empresa, subiendo por el ascensor, necesitaba comprobar que la noticia fuera real, antes de poder llegar con el señor Luang, descubrí que era verdad, a unos cuantos pasos escuché un llanto desgarrador que me heló la sangre.

Oh Mean... Mean... ¿Realmente has muerto? ¿Por qué? ¿Por qué has muerto?

Capítulo final.