Capítulo XVIII

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92.—¿Cita o trabajo?

Plann.

Esperaba ansioso en el salón, preparando mi equipo, escuchando a los ayudantes moviendo los reflectores, mientras las maquillistas se ponían de acuerdo para realizar su trabajo a la perfección.

—Buenos días. —Saludó Mean con una reverencia y todos correspondieron excepto yo. —Plann. —Tocó mi hombro mirandome con una sonrisa y sentándose en una silla para que las maquillistas hicieran su trabajo. Hoy él lucía distinto, al parecer volver con su familia lo tenía más contento.

El tiempo transcurrió rápido, le fotografie admirandolo, era un gran modelo y se veía seguro de sí mismo, haciendo poses distintas.

Antes de salir del salón se acercó a mí una vez más.

—¿Podríamos vernos más tarde? Me. Gustaría que me mostraras todas las fotos que me has sacado para elegirlas, ven a la cafeteria I-land 119 a las siete. —Nuevamente me sonrió, estaba muy risueño, no debería ser extraño pero increíblemente lo era, me sonreía pero no de la manera en la que solía hacerlo en casa.

Mean, me causas curiosidad.

Guardé mi equipo con calma y a eso de las doce estaba de vuelta en casa, Hwan no habia vuelto del trabajo y me dispuse a realizar la limpieza, notando un sobre en la mochila de mi novio, la intriga me hizo revisarla.

Hwan Jae-Lay, estás invitado a nuestra fiesta, no dudes en asistir con tu novio Plann, son bienvenidos este viernes a las 6:30 PM.

Quise saber de quien venía la invitación y revisé toda la hoja sin lograr encontrar el nombre de la persona. Dejé el sobre donde estaba y continúe ocupado en mis cosas.

7:00 PM.

Tomé una sudadera sin dejar de mirar el reloj, mi novio llegaría a las nueve pero por si acaso le dejé una nota.

"Cariño, he salido, por cuestión de trabajo me reuniré con Mean en la cafetería I-Land 119. Te amo."

Re leí tres veces la nota en busca de una falta ortográfica y luego un pensamiento vino a mi.

"¿Cuestión de trabajo? Mean es tu amigo, son cercanos y sabes que esto no sólo es por el trabajo."

Ignoré mis pensamientos yendo directamente al lugar de encuentro, donde noté a un Mean bien vestido y arreglado, esperándome en una mesa del fondo.

—Tardaste cinco minutos, creí que serias puntual. —Dijo mirando el reloj que le regalé, inevitablemente sonreí, no creí que le agradara tanto.

—Lo siento, estaba un poco ocupado. —Me senté frente a él sacando de mi mochila una tablet para mostrarle todo el trabajo de la sesión de esta mañana.

—Plann, con calma. —Comentó. —¿Quieres comer algo antes de iniciar? —Fue amable pero no quise aprovecharme de la invitación, pedí solo una malteada.

—Bueno pues, este fue el trabajo de hoy. —Le dí la tablet mientras bebía de mi malteada,  vi como observó solo un minuto y luego me miró.

¿Tan rápido lo revisó?

Me gusta, haces muy bien tu trabajo Plann, supongo que no anularé ninguna.

—Oh ¿de verdad? —Asentí. —Bueno entonces me retiro. —Dije a punto de guardar la tablet, eran las 7:35 PM y me alegraba que no nos llevara mucho tiempo.

—¿Tan pronto? Plann, me gustaria que me envíes todo tu trabajo de hoy a mi correo. —Miró su reloj bebiendo de su taza. —Por favor quedate un poco más, quiero hablar contigo.

Entonces lo supe, Mean no sólo me pidió que viniera para el trabajo, sino para hablar.

—¿Hablar? ¿Sobre qué? —Puse atención y vi como se inclinaba levemente.

Se encogió de hombros. —¿Cómo te va? ¿Has estado bien? Digo solo nos dejamos de ver unos días pero aún así quiero saberlo.

—Si Mean, me va bien. Gracias a tu padre me siento tranquilo, me habían despedido de la empresa en la que trabajaba asique estaba un poco preocupado a pesar de que Hwan me dijo que me apoyaría.

Su expresión cambió cuando mencioné a Hwan. No eres el mismo, Mean.

—Me da gusto. —Se acomodó en su asiento desviando la mirada, su respuesta cortante me causó mil preguntas.

—¿Y tú? ¿Te sientes mejor en casa?

—Si, aunque no es igual, era bueno vivir contigo. —Esa respuesta siguió causándome dudas.

¿Prefería estar en mi casa? ¿Qué sentido tendría?

—Ya veo, supongo que si tienes nuevamente un problema con tu familia, puedes volver. —Fue algo que dije sin pensar con detenimiento y él pareció alegrarse.

—Muchas gracias, bueno, me siento mejor ahora que hemos hablado, debes tener prisa por volver asique ya puedes irte. —Dijo y nos levantamos a la par, lo miré un segundo, sorprendiendome por su abrazo repentino, correspondí un segundo, la tela de su camisa era suave, y la sensación que me produjo fue indescriptible, no quise separarme pero lo hice finalmente...

ELIGEME ¦ MeanPlann ¦ Temp. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora