Capítulo VI

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104.-Celos no descubiertos

No había sido capaz de descubrir mis verdaderos sentimientos, ese día cuando vi a Ae-Yilin me di cuenta de que nunca estuve realmente enamorado de ella, mientras hablábamos sobre su familia y problemas analicé sus gestos, su forma de hablar, todo de ella era único, pero no lo veía de la manera magnífica en la que alguien se enamoraba. Durante nuestro noviazgo no fui capaz de robarle un solo beso en los labios, siempre besaba su mejilla, tocaba su mano o la abrazaba, nunca fue algo más allá, no sentía esas típicas mariposas en el estómago al verla.

Quizá me dejé llevar por mis pocos amigos, ellos la veían como la chica más atractiva de la institución y me lo creí, quise quedar tan bien con la sociedad que incluso la volví mi novia, me mentí con un sentimiento que en realidad no sentía.

Volví a casa de Plann, por suerte cuando llegué ya no estaba su novio, dejé lo zapatos en la entrada y con sigilo me acerqué al pasillo, el televisor estaba encendido, pero Plann dormía tranquilo en el sofá, me acerqué un poco para tomar el control, pero al mismo instante en el que lo iba a agarrar, Plann tomó mi mano abriendo los ojos repentinamente.

—Por fin te dejas ver. —Me volteó a ver. —Creí que no volverías después de soportar a mi novio, ¿no se llevan bien? —Me miró con atención.

Aclaré la garganta. —No me incomoda tu chico. —Dije rápido soltandome de su agarre. —No tengo ningún problema con la homosexualidad ¿sabes?

—¿Estás seguro? —Me miró de una forma extraña. —Creería que huyes de las personas homosexuales.

Negué frenéticamente. —Iré a dormir, buenas noches, mañana probablemente pueda adelantar un poco el pago de la renta. —Di unos pasos hacia la habitación pero me detuve.

—Mean, mañana quiero pedirte un favor en lugar del pago. —Escuché atento todo lo que decía. —Quiero que  recojas algo en la tienda Yupon-Gy después del trabajo y lo dejes en esta dirección, la persona que salga es quien lo recibirá. —Me dió una hoja y asentí.

—Claro, lo haré. —Hice una corta reverencia yendo a prisa a la habitación, donde me dejé caer en la cama, no sin antes quitarme la camisa, estaba exhausto.

8:00 AM

Desperté, no por la alarma sino por la voz de Plann en el marco de la puerta, mirándome.

—Mean, ¡es hora de trabajar!—Al instante me moví y lo miré. —Noté que tu alarma se ha descompuesto. —Dijo, esta vez no parecía de tan buen humor pero miraba mi abdomen sin despegar la mirada.

—Por dios, ¿qué de bueno tiene mi cuerpo? —Me señalé y él se encogió de hombros yéndose.

—Al menos estás marcado. —Dijo, su voz se iba alejando asique me vestí a prisa con una camisa blanca de mangas largas y pantalones negros ajustados.

—Tengo que poseer un gran cuerpo o de lo contrario no habría sido modelo. —Comenté acercándome a la cocina, donde ya había preparado una taza de café y emparedado de mermelada de frambuesa.

—Disfruta el desayuno. Me voy ya mismo. —Dijo dedicándome una sonrisa forzada y saliendo rápidamente sin dejarme despedirlo.

Estás raro. Pensé.

Fui al trabajo, un día como cualquier otro, al salir a eso de las dos treinta de la tarde tomé un autobús para ir a la tienda Yupon-Gy, donde me entregaron un arreglo floral mediano y una caja de chocolates con una carta. Tomé otro autobús, ya podía suponer a donde me habría enviado Plann, seguí la dirección al llegar, entré a uno de los tantos edificios y subí por un ascensor a la tercera planta, había demasiado personal en la empresa, llegué a la oficina 204 B de medicina y toqué dos veces la puerta, entonces salió Wang Yibo, con la corbata desecha y el pelo alborotado, detrás suyo se dejó ver a una enfermera, inevitablemente sentí vergüenza ajena, el idiota acababa de hacer algo con ella, estaba completamente seguro de lo que mi mente suponía.

—¿Qué haces aquí? —Me habló de una forma bastante irritante, le di el arreglo floral.

—Te lo han enviado. —Dije serio, detesté su expresión, me miraba como al peor enemigo asique no dudé en tratarlo de la misma forma, sin decir nada más me fui de ahí, no quería volver a ver ese rostro ni en pintura, no solo se había ganado mi odio por tratarme de tal forma, sino porque en el fondo supe que el idiota estaba siéndole infiel a Plann con una mujer.

ELIGEME ¦ MeanPlann ¦ Temp. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora