Desde esa noche en que capturaron a la mitad de la hermandad, en que vio morir a varios de sus hermanos y hermanas, en que Risas se suicidó frente a ellos diciendo que prefería morir por su propia mano que por la de Bromas, desde que se convirtió en el Líder de la hermandad de Nueva Esperanza la prioridad de Herny había sido salvar a los pocos hermanos que quedaban.
Aun no estaba seguro de si había sido todo obra de Bromas o no, pero tenía cosas más importantes de las que encargarse. Escuchó ruidos afuera y se ocultó tras la pared alistando su arma. Escuchó aquel peculiar canto de ave que conocía bien y se relajó al saber que eran sus hermanos indicando su regreso.
—¿Cuántos fueron? —preguntó al verlos llegar
—Solo encontramos 8 —respondió Ytaro mientras comenzaba a sacar algunas de las máscaras de la bolsa. Herny les había ordenado recuperar las máscaras de todos sus hermanos caídos, para evitar que la policía los rastreara, así que habían pasado toda la madrugara recolectándolas.
Su hermana oscura colocó ordenadamente todas las máscaras en el suelo "Yiuz, Azulon, Siris, Verson, Ratop, Azazel, Fargan y Lexa" reconoció perfectamente cada una de las máscaras y dejó salir un suspiro, la hermandad perdió demasiados miembros valiosos esa noche.
***
Este primer mes sin Fargan había sido como una montaña rusa, algunas noches pasaba lamentándose encerrado en su habitación, otros días sentía como si nada hubiera cambiado y Fargan aparecería por la calle como siempre solía hacerlo.
La noche del caos, luego de despedirse, Alejandro solo le dijo a su madre que Fargan había tenido que irse, pero que no podía explicarle por qué. Aun así, ella no preguntó más y se dedico a consolar a su hijo como cuando este era solo un niño con rodillas raspadas.
Hoy era una de esas noches en las que su ausencia lo ahogaba, aventó su almohada contra el closet antes de tirarse sobre su cama. Al caer la almohada había tirado algunas camisas, pero ya las recogería mañana, ahora no tenía ánimos para levantarse.
Al día siguiente se levantó con bastante pereza, tenía suerte de que era domingo y no tuviera que ir a trabajar hoy. Recogió el pequeño desastre que había hecho la noche anterior, al levantar las últimas prendas notó un paquete mal envuelto en papel periódico.
Lo levantó y desenvolvió, eran dos fajos de billetes como el que había intentado darle Fargan hace unas semanas, junto a ellos una pequeña nota
Tarde o temprano serán de ayuda
Por favor no te enojes cariño
Te amo
Junto a la pequeña carta había unas cuantas campanillas secas, dioses Fargan por qué tenías que ser así. Alex sonrió mientras sentía aquel vacío en el pecho y ese familiar nudo en la garganta. No quería llorar, no ahora, así que dejo las cosas sobre su cama y bajo a preparar el desayuno.
Mientras desayunaban no podía sacarse aquella sensación de la cabeza, quería decirle la verdad a su madre, quería poder contarle lo que pasó, porque ella también merecía saberlo.
—Ma... —dijo dejando su tenedor sobre su plato —Ammm quiero contarte algo. Bueno es complicado y no quiero que te asustes o te preocupes
—Es sobre Alonso verdad —dijo con una mirada compasiva
—Si... de hecho no se llama Alonso, yo lo llamaba Fargan y él se fue porque era de la hermandad oscura —dijo bajando su mirada —Con el escándalo que ocurrió aquella noche tenía la oportunidad perfecta para escapar así que tuvo que irse —se animó a levantar su vista y para su sorpresa su madre estaba completamente tranquila, viéndolo con aquella mirada maternal y una pequeña sonrisa, cosa que lo confundió bastante —¿No estás molesta?
—Bueno, me sorprende sí, pero él era un muchacho muy bueno así que no creo que haya hecho muy bien su trabajo —respondió provocándole una pequeña risa a su hijo —¿Cómo se llama entonces?
—La verdad no lo sé, me dijo que usaba un nombre diferente cada vez que se iba de un pueblo así que nunca me importó —dijo pensativo, hasta ese momento había olvidado el pequeño detalle de que no sabía el verdadero nombre de su... ¿novio?
Catalina solo negó con la cabeza —¿Y cómo lo conociste en realidad? —dijo algo preocupada
—Ammm... bueno... él me acompañó a ir a la farmacia una de las noches que enfermaste, antes de los tratamientos —prefería dejar el pequeño detalle de que de no ser por Fargan habría sido violado, eso ya habría sido demasiado para su madre. Aun así, ella puso su típica expresión de culpabilidad al escuchar aquello —Ey, no te pongas así, él fue lo mejor que me ha pasado los últimos años y no lo cambiaría por nada —le dijo tomando su mano y ofreciéndole una sonrisa
—¿Sabes dónde está ahora?
Alex negó con la cabeza mientras su sonrisa se desvanecía —todo pasó tan rápido, apenas pudimos despedirnos, ni siquiera él sabía a donde iría... ni siquiera sé si logró huir o si lo atraparon antes o si... —no quería ni pronunciar aquello, quería creer que Fargan estaba bien
—Él está bien. Es fuerte y valiente, se las habrá ingeniado —respondió su madre bastante segura. Alejandro le dedicó una sonrisa rota antes de levantarse a abrazarla
—¿Por qué no pudiste heredarme tu positivismo y humor? —dijo haciéndola reír
—Vamos que sino no tendría con quien pelear —Esta vez Alex rio, dándole un beso en la frente.
Dioses por favor, déjenmela un poco más.
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Nuestra Promesa - Fargexby
FanfictieAlejandro había aprendido a vivir evitando a las asquerosas ratas de la hermandad oscura, no eran más que viles ladrones, delincuentes desalmados que no dudaban en destruir la vida de los demás. O eso era lo que creía hasta que uno de ellos le salvó...