22. El Dispositivo

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Midas estaba dormido en su oficina, era de noche, había sido un día agotador, ya se había recuperado por que habían pasado varios días desde el incidente con Rue, detrás de la oficina había un cuarto con una cama, un lugar que lo hacía sentirse cómodo y olvidarse de los problemas, tenía un saco encima de él tapándolo del aire frío que entraba por la ventana, entré bruscamente para dejarle unos papeles y se despertó molesto.

~P-Perdón Midas... yo...

-Esta bien Skye, ven, acércate- susurró somnoliento

Me senté en la orilla de la cama y lo miré, estaba cansado pero tenía una sonrisa, cerró lo ojos y se recostó de nuevo, subió su mano y la rozó suavemente con la mía, ambos nos sonrojamos.

Tuve un impulso.

Me acerqué a él estando recargada en la cama y lo besé apasionadamente, cuando reaccioné lo miré avergonzada y bajé la mirada.

Midas comenzó a carcajear

-Ven aquí- dijo riendo mientras me jalaba a la cama y me abrazaba por la espalda, inmediatamente me puse nerviosa, mi corazón se aceleró, y sentí mariposas en el estómago.

Cruzó ambas manos por mi pecho y las entrelazó- De aquí no te mueves- dijo riendo

~¿Ah no?~ pregunté con tono retador~ ¡Toma esto!~exclamé aventándole una almohada en la cabeza, se soltó las manos y me la arrebató, me pegó en la cabeza de nuevo.

-Asi que vamos a jugar- dijo Midas suavemente

Comenzamos a pelearnos con las almohadas, entre risas y sutiles coqueteos me aventé sobre él y caímos al piso, cuando reaccionamos nos dimos cuenta de que estaba encima de él, nuestras manos entrelazadas y mirándonos sonrojados.

Me aventó de nuevo a la cama, me abrazó y me besó, después nos tapó con sus sábanas.

~Midas~ susurré cansada

-También te amo Skye, buenas noches- dijo suavemente antes de dormirse.

Amaneció y seguíamos abrazados, dormí como nunca, me sentía protegida, me sentía feliz, era el amor de mi vida, y lo tenía muy claro.

Midas quitó sus brazos de mi lentamente, se despertó y se estiró, me miró.

-Buenos días- dijo bostezando- Eh... si no te molesta me voy a cambiar, desde ayer quería enseñarte algo- dijo nervioso

~Ahh... yo, no te-te preocupes, cámbiate, ehh, te espero~ dije demasiado nerviosa

Midas comenzó a quitarse su traje, primero el chaleco, luego la corbata, y finalmente la camisa, fue cuando sentí que me derretía completamente, no se que clase de pensamientos invadieron mi cabeza, solo de recordarlo me sonrojo.

Volteó a verme con una mirada tierna pero avergonzada, iba a sacar otro traje cuando de pronto Tina irrumpió en el cuarto de la nada, se quedó confundida, pues me vio a mí en la cama de Midas, totalmente cubierta por las sábanas doradas, y a Midas...

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Volteó a verme con una mirada tierna pero avergonzada, iba a sacar otro traje cuando de pronto Tina irrumpió en el cuarto de la nada, se quedó confundida, pues me vio a mí en la cama de Midas, totalmente cubierta por las sábanas doradas, y a Midas sin camisa y sonrojado, me imagino lo primero que debió pensar.

Golden Tales  [Skydas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora