Historias De Amortx

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(Si, escribí amor mal a propósito, para darle así como más poder a la palabra)

La música de un vals romántico con sus tonos lúgubres inundaba un salón de la escuela Hexside, adentro Edric y Palmer bailaban al ritmo de la música. Sus pasos eran fluidos, como si lo hubieran hecho mil veces antes, movimientos rápidos y lentos eran parte de su rutina.

—De verdad amo esto —aseguró Palmer tranquilamente —. Tú, yo, bailando, eres lo mejor que me ha podido pasar —agregó mientras entrelazaban sus manos y giraban.

—Jaja, no, tú eres lo mejor que me ha podido pasar —contradijo Edric cambiando posición, colocando su mano libre en la cintura de Palmer, ella puso la suya en su hombro —. Después de todo, me hiciste un chico más responsable y enfocado.

—Pero tu fuiste el que me dio la confianza que me faltaba —cambio de posición, un giró y la espalda de Palmer miraba al pecho de Edric, sus brazos cruzados y sostenidos por las manos de Edric —, y también fuiste el que me enseñó a bailar.

—Todo por ti Palmer —dijo Edric realizando otro cambio de posición, inclinando a Palmer en sus brazos y la chica abrazando su cuello, acercando sus labios hasta besarse.

—¿Qué están haciendo? —preguntó Boscha, haciendo que los chicos rompieran su beso.

—Practicando para el club de baile —respondió Palmer sin despegar su vista de Edric.

—¿Hexside tiene un club de baile? —preguntó Willow confundida.

—Aún no —contestó Edric lanzando a la pelirroja al aire, quien estando ahí dio un par de vueltas sobre su eje y aterrizó en los brazos del peliverde —, pero lo hará.

—Como sea, traje a Willow como me pidieron —dijo Boscha.

—¿Qué tal Palmer? ¿Cómo va todo? —le preguntó Willow a la pelirroja.

—De maravilla, ¿Qué tal la vida en el cuerpo de Boscha? —le preguntó en respuesta, siendo alzada por Edric quien la sujetaba de la cintura aún como parte de su vals.

—Es un martirio, debo cocinar tres veces al día, ser una idiota con todos, soportar las bromas de Barcus, entrenar grudgby hasta el cansancio, usar ropa incomoda, ser acosada por dos chicos, y me faltarían dedos para enlistar todo lo malo de vivir en el cuerpo de Boscha —bramó Willow.

—No te quejes Park, se que estás feliz de volver a jugar grudgby y ser deseada —regañó Boscha fastidiada.

—Descuiden chicas, después de que Palmer haga algunos análisis al hechizo, logrará regresarlas a la normalidad —prometió Edric terminando su rutina de vals con Palmer.

—Si el gato de la casa búho no logra recuperar el hechizo, todavía tenemos una segunda opción —le susurró Boscha a Willow —. ¡AUCH! ¡¿QUÉ TE OCURRE?! —chilló Boscha al sentir que Palmer le arrancaba un cabello con unas pinzas.

—Lo siento, lo necesito para investigación, nunca había visto un hechizo de cambio de cuerpos, no se como pueda hacerse, pero tal vez pueda replicarlo como una poción, ya veré que logro hacer —comentó Palmer tomando un cabello de Willow con otro par de pinzas —. Siéntense chicas, todavía quiero hacerles unas cuantas pruebas —agregó mientras se llevaba las muestras de cabello a una de las mesas del salón.

Las dos chicas tomaron asiento en unas sillas cercanas, observando a Palmer registrar las muestras de cabello con los aparatos a su disposición.

—¿Acaso no es grandiosa? Mi padre la adora, dice que tiene el mismo espíritu de invención que tenía él cuando era joven —comentó Edric acercándose a las chicas, observando enamoradamente a la chica encapuchada.

En el cuerpo de la casi-brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora