Capítulo diez.

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Apresuró el paso para enfrentarse a la chica, algo le ardía en el interior, como si buscase los líos con ella, pero era un sentimiento extraño, la rabia se arremolinaba con éxtasis, la experiencia no resultaba desagradable, como cuando peleaba con su familia o sus amigos, era algo completamente nuevo.

—Oye ¿Quién te crees para-

—¿Diet o normal? —le cortó mientras le enseñaba los paquetes de jugos en polvo.

Elevó una ceja— jugo natural, no esa asquerosidad.

—La fruta es cara para hacer siempre jugo natural —respondió como si fuese lo más obvio— será Diet, un favor a mi sistema —dejó caer uno de los paquetes dentro del carro y siguió su camino.

—Oye, yo te estaba hablando —gruñó sin moverse.

—¿Ah sí? —se giró con una tierna sonrisa en su rostro— ¿Qué me decías?

Le miró embobado, no era la postura más sexy con la mitad de su cuerpo girado aun sujeta al carro, pero era inquietante perder eso de vista. Sonrió y remojó sus labios negando con la cabeza.

—Nada, solo apresúrate que me está dando hambre —llegó a su lado.

—¡Cierto! ¿No comes desde ayer, no es así?

—Ajá.

Su rostro se iluminó y dio pequeños saltitos— ¡tengo una idea! Como agradecimiento haré una cena deliciosa y serás mí invitado especial —elevó ambos pulgares.

—¿Así como una cita? —sonrió de lado, solo para incomodarla.

Y como lo supuso, sus mejillas enrojecieron.

—Um- yo- algo de amigos —susurró en duda y cerró los ojos esperando las risas de burla por parte de Jimin.

Pero este no tenía esos planes, no después de perderse en el brillo de sus ojos y las suaves caricias que hacían sus labios al hablar en susurro.

Haneul abrió los ojos y le miro, quedando ambos estáticos en medio del pasillo sin articular palabra alguna y sin que la situación se volviera incómoda teniendo en cuenta que estaban a menos de cuarenta centímetros el uno frente al otro.

Si alguien estuviera en su lugar, no imaginaba otra reacción, no con un bombón como Jimin en especial con aquella gorra volteada que escondía su cabello dándole una vista angelical y sexy además de su chaqueta con estampado de camuflaje y esos jeans rotos en las rodillas ¡Cielos! Debía verse asquerosamente torpe y sencilla a su lado.

Batió su cabeza suavemente despejando sus pensamientos. —Entonces ¿aceptas?

—¿El qué? —que sus gruesos labios formaran aquella 'o' no servía de mucho.

—Mi invitación de cena.

—Oh, eso, claro, pero no se lo comentes a nadie, o llegarán todos los muchachos —se alejó un paso mientras reanudaban el caminar.

—No tengo problema en cocinar para todos, siempre-

—No. Es mi cena especial —escondió sus manos en los bolsillos de la gran chaqueta.

Haneul rio suavemente— está bien, tienes razón. ¿Qué te apetecería comer?

—Como lo que sea pero las pastas son bastante agradables —asintió en consideración.

—Sé preparar unas pastas con receta italiana, de-li-ci-o-sas —llevó la yema de sus dedos a sus labios para besarlos rápidamente— ya verás.

La conversación siguió pausadamente, a menudo el silencio los rodeaba de forma agradable y es que para Jimin era una maravilla secreta observar el cómo Haneul examinaba la tabla de contenido de cada producto haciendo que su cejo se frunciera tiernamente por la letra pequeña impresa en sectores difíciles de leer.

{cancelada}let me know ➳ park jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora