Capítulo veintiséis.

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—¡Yoongi, joder, sé que estás allí dentro!

Aporreó la puerta como comúnmente lo hacía una vez que se salía de sus cabales. La vecina de piso asomó frunciendo el ceño.

—Hoseok, Yoongi no está, salió temprano —gruñó— Hola, Jimin.

—Hola Min —respondió recargado a un lado de la puerta violentada— ¿Suga no está?

La chica negó con la cabeza, sus lentes de marco grande y a la moda resbalando por su pequeña nariz. Min tenía veinticinco años y pasaba todo el día con un libro en sus manos, estudiaba en alguna universidad cercana y casi nunca se le veía; Sólo cuando discutía con Yoongi, por los molestos ruidos que este emitía durante sus sesiones de creación musical.

—Me lo topé mientras sacaba la basura, dijo algo de compras, parlantes o no sé, eso logré entender entre sus gruñidos.

—¡No me dijo nada! —chilló Hoseok a un lado— hoy me mostraría una base nueva.

Min se encogió de hombros y volvió a cerrar la puerta mientras se despedía lentamente hasta desaparecer. Hoseok miraba hacia el ventanal con el ceño fruncido hasta que reaccionó sacando su celular.

—¿Así que tú también has estado reuniéndote con Suga a comp-

Quien fuera a quién el chico llamaba, pareció contestar. Pocos segundos supo que era Yoongi con el que hablaba. Discutía entre risas flojas y de pronto colgó, pareciendo molesto.

—Suga nos necesita.

Tomó su muñeca jalándolo hacia la escalera, sin soltarla hasta llegar al estacionamiento ignorando las preguntas erráticas del chico a sus espaldas.

Desbloqueó el seguro de su auto y se montó tocando el claxon cuando Jimin no abordó al mismo tiempo.

—¡Jimin! ¿Quieres que te abra la puerta?

—¡No me has explicado nada! ¿A dónde vamos?

Hoseok se estiró hasta abrir la puerta del otro lado, incitándole a subir— ven, sube, no te llevo a vender tus órganos al mercado negro.

—Como sea —Montó de mala gana y cerró la puerta con un poco más de la fuerza necesaria, ganándose reclamos del dueño que ignoró.

Hoseok parecía más incómodo e inquieto de lo que normalmente lucía, conducía frenético casi saltándose las señales de tránsito y cambiando la estación radial consecutivamente.

Sus nudillos blancos en el agarra del volante.

—¿Qué está pasando, Hoseok? —preguntó poniendo una mano en el salpicadero ante la velocidad.

Humedeciendo sus labios le dedicó una rápida mirada— Suga vio algo pero no está seguro, no quiero que te exaltes, pero es mejor comprobarlo.

—¿Qué yo me exalte? ¡tú eres el exaltado! —le miró pero el otro no le devolvió la mirada— ¿Qué es eso que vio Suga?

J-Hope no respondió, simplemente negó con la cabeza enloqueciendo los poco calmados humos en la cabeza de Jimin. La única vez que Hoseok había reaccionado así fue cuando su pequeño vecinito tenía síntomas de apendicitis.

Dobló por calles en todas direcciones hasta llegar a una gran avenida poblada de puesto de segunda mano. La cabellera salmón de Suga lucía más resaltante a la luz del sol, traía una gran caja en sus brazos y miraba hacia todos lados hasta ver el vehículo de sus amigos.

Al acercarse, su cara se frunció al ver a Jimin.

—¿Por qué trajiste a Jimin?

Jaló una de las puertas de atrás y dejó su caja reposando en el asiento, salió al mismo tiempo que Hoseok dejando solo a Jimin dentro del auto.

{cancelada}let me know ➳ park jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora