ღ ;;; 𝙰𝙳𝙰𝙿𝚃𝙰𝙲𝙸Ó𝙽!!
❝ Minho despierta en una habitación de hospital con todo el cuerpo adolorido y una pierna rota, no puede recordar nada de lo que le pasó, ni siquiera su propio nombre. Hasta que un hombre de cabellos negros entra en su h...
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/Jihyo
Eran aproximadamente las 11:00 am y estaba guardando mis cosas dentro de mi mochila. El día había sido demasiado ajetreado, los turnos de noche siempre me desgastaban al 100℅. Lo único bueno de trabajar en ese horario es que me daban descansos 2 veces a la semana. Eso significaba poder descasar todo un día completo.
—¿Ya te vas Jihyo?
Volteé de inmediato al oír la pregunta, encontrándome con una de mis amigas de turno.
—Sí, sólo estoy alistando mis cosas.— le respondí sonriente, cerrando mi casillero.
—que suerte, a mí todavía me quedan 2 horas más para salir.— suspiró con claro cansancio dejándose caer en una de las colchonetas inflables que teníamos en los vestidores.
Reí bajito y le lancé una manta.
—duerme, aunque sea una media hora, yo te cubro.
Ella sonrió en grande y alzó sus brazos por encima de su cabeza, formando un corazón.
—por eso te quiero Jihyonnie...— murmuró, acomodándose en su cama improvisada.
Terminé de acomodar mis objetos personales dentro de mi mochila y salí de la habitación con cuidado de no hacer ruido. Caminé por los pasillos directo al elevador, lanzando uno que otro bostezo.
Ahora solo deseaba llegar a casa, prepararme un ramen picante e irme a la cama. Al llegar a recepción principal, le avise a una de mis compañeras, llamada Nayeon que en el cuarto de cambio estaba Tyuzu se encontraba durmiendo y que la despertara en unos 30 minutos más.
Ella asintió y me deseo una buena mañana.
Al salir del hospital, me dirigí a la parada de autobuses, colocándome los audífonos, reproduciendo "Call me maybe." de Saya. Últimamente, me encantaba esa canción mientras caminaba, ya sea para ir al trabajo o para regresar a casa; me subía el ánimo a tal punto de querer saltar y correr por las calles.
Cuando el autobús llego, pague con tarjeta y me senté en los últimos asientos, meneando mi cabeza de un lado para el otro. Saque mi celular para ver mensajes que tenia pendientes, también revisando de vez en cuando mis redes sociales.
Hasta que recordé de que no había hecho las compras de la semana y eso significaba que mi refrigerador y la despensa deberían encontrarse totalmente vacías. Haciendo memoria, no había comprado nada de comer desde hace días, ya que la mayoría de las veces, comía fuera.
—bueno...al menos podre comprar algo comestible para hoy...— me susurré, formando un puchero al saber que tendría que cargar el peso de las bolsas hasta mi departamento.
No es que me aburriera hacer las compras, es mas, me gustaba, porque me hacia sentir una persona totalmente independiente. Hace unos años, solía hacer este tipo de cosas con mi madre o con mi hermana mayor; pero desde que me mudé de casa, ahora debía hacerlo yo sola.
