ღ ;;; 𝙰𝙳𝙰𝙿𝚃𝙰𝙲𝙸Ó𝙽!!
❝ Minho despierta en una habitación de hospital con todo el cuerpo adolorido y una pierna rota, no puede recordar nada de lo que le pasó, ni siquiera su propio nombre. Hasta que un hombre de cabellos negros entra en su h...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desperté gracias a un ligero ruido constante, sentí el cuerpo pesado pero me obligue a mi mismo a despertar. Cuando voltee la cabeza y abrí solo un poco mis cansados ojos, pude darme cuenta de que ya era de día y que aquel ruido era tan solo una rama del árbol golpeando el vidrio de una de las puertas corredizas en el balcón.
Moví lentamente mis extremidades, tratando de mover mi cuerpo con cuidado. Despabilé unos minutos después, dándome cuenta que me encontraba solo en la habitación que compartía con Jisung. Me senté con lentitud en la cama ya que aun sentía un poco de mareos al hacer movimientos bruscos.
Quise bajar de la cama pero al momento de que intente bajar mi pierna lastimada, sentí algo de frío recorrer mi talón. Ni siquiera me había percatado de que tenía una manta cubriendo mis piernas, así que rápidamente la retiré; descubriendo algo que me dejo helado en mi lugar.
En primer lugar, mi pie fracturado se encontraba totalmente hinchado y ya comenzaba a adquirir un color verdoso. Y segundo, tenía una puta cadena atada a mi pie.
—Pero qué...— susurré asustado, tocando mi pie lastimado y la cadena, viendo que esta se encontraba atada a los fierros de la cama.
Genial, Han Jisung volvió a dejarme como si fuera una mascota enjaulada.
Mientras pensaba en alguna manera de poder liberarme de aquella cadena, sentí un ruido en la cochera. De inmediato traté de impulsarme en la cama al menos con mi pierna buena y logre alcanzar a ver un poco de la entrada principal de la casa, viendo como la camioneta de Jisung salía de la casa.
Bien, este es mi momento de actuar.
Me fijé en los alrededores de la habitación, buscando algo que me sirviera para poder zafarme de esa bendita cadena. Era obvio que las llaves no estarían aquí, Jisung era demasiado calculador e inteligente como para dejar las llaves a la vista; así que probablemente se las llevo consigo. Abrí los cajones de los veladores que se encontraban a ambos lados de la cama y no hallé nada relevante, sino fuera por una botellita al fondo al fondo de uno de los últimos cajones del velador de Jisung.
Cuando logré alcanzarlo, caí en cuenta por la etiqueta que era un envase de lubricante. No pude evitar hacer una mueca de asco pero era lo único que tenia por el momento.
—esto tiene que servir.— me repetí en un susurro de aliento.
Abrí la botella y vacíe un poco del contenido viscoso en la palma de una de mis manos para luego frotarlo en mi pie lastimado. Cubrí con la mayor cantidad de aquel lubricante en mi pie, al igual que en la cadena. Apenas terminé y creí que ya sería suficiente, tome una gran bocanada de aire antes de empezar con el último paso de mi alocado plan.
Me sequé las manos con la manta que antes cubría mis piernas y me sujete fuertemente de los barrotes de la cama que se encontraban detrás de mí.
—tú puedes Minho, sé que puedes. — me dije, respirando fuertemente.
