ღ ;;; 𝙰𝙳𝙰𝙿𝚃𝙰𝙲𝙸Ó𝙽!!
❝ Minho despierta en una habitación de hospital con todo el cuerpo adolorido y una pierna rota, no puede recordar nada de lo que le pasó, ni siquiera su propio nombre. Hasta que un hombre de cabellos negros entra en su h...
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Desperté por cierta humedad en mi nuca, que se hacía cada vez más constante y no me dejaba dormir a gusto, abrí los ojos lentamente encontrandome con uno de los brazos de mi marido apretando mi cintura y su rostro enterrado en mi cuello, dejando besos y mordidas por la zona. Iba a abrir la boca para preguntar que estaba haciendo pero en vez de pronunciar una sílaba, lancé un gemido cuando sentí que Jisung mordió una de mis clavículas. Fue una reacción que lo incentivó a seguir con su trabajo, metió una de sus manos por la camiseta que estaba usando y acarició mi abdomen plano, como estaba recostado de mi lado izquierdo, podía sentir su erección estar presionada contra mi trasero.
La situación hizo que me sintiera tan solo un poco excitado, no sabía si decirle a Jisung que aún no me sentía listo para tener relaciones o solo dejarme hacer. Así que mejor trataría de convencerlo de dejarlo para otro momento. Cuando una de sus manos tomó el elástico de mi pantalón, reaccioné y puse una mano encima de la suya antes de que se metiera bajo de mis pantalones.
—lo siento cariño.— le susurré mientras me daba la vuelta para mirarlo de frente. —no quiero cortar el momento pero de verdad tengo muchísima hambre.
No era mi mejor excusa pero debía intentarlo. Él me miró incrédulo por unos segundos pero se recompuso rápidamente, tratando de ocultar su molestia. —no te preocupes Honnie, lo dejaremos para otro día.
Asentí y me acerque para darle un corto beso, me levanté de la cama al igual que él y me fue directo al baño para asearme.
—prepararé el desayuno, bajas apenas termines.— escuché que me decía a través de la puerta, a lo que le conteste con una afirmación.
Apenas estuve solo en el cuarto, me lavé la cara y los dientes, viendo que aun tenía algo de saliva en mi cuello. Hice una mueca y con la toalla de baño restregué con fuerza aquella zona hasta que quedó rojiza, en vez de sentirme feliz u orgulloso por las marcas que me hizo Jisung, me sentía raro...como si en realidad Jisung no fuera la persona que debería estar tocando mi cuerpo de esa manera.
Traté de calmar mis pensamientos y me convencí de que sólo era por el estrés. Por Dios, Jisung es mi esposo...¿verdad?
No debería estar repudiando su tacto conmigo, es más, debería hasta tratarlo con el cariño y amor que se merece. Me puse un suéter ligero antes de bajar a la cocina, encontrándome con mi esposo preparando unos huevos revueltos y algo de café. Caminé con el bastón en mano y me acerque para darle un beso algo necesitado, cosa que lo sorprendió, al punto que dejo caer al suelo la espátula que tenía en su mano izquierda.
Se asustó con el sonido y se separó del beso, riendo complacido por haberlo anonadado de esa manera. —eres toda una caja de sorpresas, Han Minho.—
—puede ser.— respondí coqueto, volviendo a besarlo una vez más para liego sentarme en una silla del comedor, justo frente al gran ventanal que daban hacia nuestro patio trasero.
