𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏.

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Detective Namjoon

El sonido del despertador resonó entre las 4 paredes del pequeño cuarto en el que me encontraba durmiendo hace unos segundos. Solté un bostezo antes de estirar mi cuerpo en el colchón inflable donde me encontraba echado.

Tomé el teléfono para ver la hora y solté un suspiró al ver que ya era hora de ir levantándome para seguir trabajando. Enrolle la manta y desinfle el colchón en menos de 10 minutos y lo guarde en el estante que estaba en un rincón de la habitación. Tomé mi mochila y salí del cuarto con mis pertenencias, caminando por el largo pasillo lleno de gente que iba de un lado para otro con pilas llenas de papales.

—Buenas tardes detective.— escuché que en saludaban.

—Buenas tardes señora Kang.— devolví el saludo a la amable señora de la limpieza.

Seguí mi camino por el área donde imprimían algunos documentos hasta doblar el pasillo y tomar el atajo que llegaba directo a mi oficina. Saludé a algunos oficiales hasta al sin llegar a mi destino. Al abrir la puerta, encendí las luces y dejé mi mochila en el suelo.

Era hora de volver al trabajo.

Ya había pasado alrededor de unas 4 o 5 horas desde que regresé del hospital, luego de la conversación que tuve con el señor Bang. Saqué la carpeta donde guardaba los documentos y fotografías del caso y comencé a pegarlas en la pizarra que tenía a un lado de mi escritorio.

Prácticamente ya tenía casi todas las pruebas suficientes para poder pedir una orden de arresto hacia Han Jisung. Si tomamos en cuenta el testimonio del esposo de Minho, entonces casi todo cuadraría con respeto a la noche en que ocurrieron los hechos. La noche en que sufrió el accidente y también cuando los padres de Minho murieron.

Aunque aún seguía con la duda sobre la relación que tendría Jisung con Minho. Es decir ¿eran amigos? ¿conocidos? ¿de dónde se conocían? ¿acaso Jisung habrá sido algún ex-novio de Minho y al ver que este último se iba a casar con otro hizo lo que hizo?

Eran demasiadas las teorías que se estaban creando en mi cabeza, que agradecí que unos golpecitos en mi puerta me distrajeran de mi ensañamiento.

—Pase.— dije en voz alta, viendo como una de las chicas de criminología entraba a mi oficina con una caja llena de archivos.

—Buenas tardes detective.— saludó. —vengo a dejarle la información y evidencia que se recolectó en la casa de los Lee, ya hemos analizado todo.

—¿ya está todo resumido?

Ella asintió.

—¿los informes de la autopsia de los cuerpos también?— pregunté.

—asi es detective, todo está en la caja.

—vale, gracias por su trabajo.

La chica hizo una reverencia y salio de la oficina, deja do la caja encima fe mi escritorio. Comencé a indagar los documentos, sacando las fotos más importantes tomadas dentro de la casa, junto con las fotos de la autopsia a los cuerpos de los señores Lee. Dentro de los reportes de cada uno, según el forense, era que la causa de muerte para ambos había sido a causa de un arma de fuego.

A la mujer, le habían disparado en el pecho, cerca al corazón; mientras que al hombre, fue en dos disparos, uno en el pecho y otro en la pierna. Ambos habían muerto desangrados y una de mis sospechas más grandes del motivo en que nadie haya escuchado los disparos era de que probablemente Jisung haya usado un silenciador. Lo uso de igual manera al disparar a Chan pero con Minho falló. Dentro de la casa, habíamos encontrado pruebas de puertas forcejeadas y varias balas incrustadas en las paredes, sobre todo en la habitación de Minho y por los pasillos.

Así que mi teoría era que al momento de que Jisung había disparado a Chan, esta había caído en la cama y Minho en su desesperación, de alguna manera había logrado esquivar y salvarse de las balas que su atacante le estaba propiciando. Como había varios objetos regados por la habitación, da a entender que el chico pudo haber usado varios de esos objetos como un escudo de autodefensa contra Jisung y alguno de ellos tal vez le haya logrado golpear la cabeza. Cuando Minho salió por el pasillo, Jisung seguía disparando pero fallando.

De ésta manera, sería la única conclusión de como Minho había terminado perdiendo en medio de la nada, porque estaba intentado escapar de Han.

Pero ahora es cuando me inquieta saber más acerca de la historia de esos dos, tratar de encontrar el vínculo entre ambos; porque dudaba mucho que Jisung lo haya hecho solo por escoger alguien al azar.

Tomé mi portátil y volví a colocar los datos de Minho en el sistema de la policía, Encontrándome con algunos datos relevantes que antes no le había tomado mucha atención. Al parecer no había nada inusual, cuando estaba cursando la escuela, sus promedios de notas eran altos, al igual que cuando cursaba la universidad. Anoté algunos datos en mi libreta y decidí meterme a las redes sociales.

Se dice que la vida privada de alguien, siempre está dentro de las redes, así que a lo mejor lograba encontrar algo por ahí. Tecleé el nombre de "Lee Minho" dentro de Google y de inmediato me apareció un perfil de Facebook con ese nombre. Al ingresar, pude darme cuenta que sí era del verdadero Minho ya que tenía una foto con él con Chan como perfil y de portada. Indagué sus publicaciones que no eran muchas, a decir verdad; hasta que me encontre con una en particular donde decía:

"Un día muy triste pero a la vez especial para nosotros."

Y se encontraba adjuntada una foto donde salía Minho junto a Chan, ambos abrazados cariñosamente, sonrientes, donde el más bajo enseñaba con orgullo su anillo de compromiso. Y en el fondo se encontraban otras personas con globos y regalos, también mirando sonrientes a la cámara; por el ambiente de la foto pude deducir que todos los presentes se encontraban dentro de una oficina.

Hasta que logré percatarme de un detalle un poco inusual dentro de la fotografía y ese era la figura de un hombre sentado en uno de los escritorios del rincón, mirando directo a la pareja con tanta rabia que hasta podrías sentirte incómodo de tan sólo observar por unos segundos esa mirada.

Aquel hombre, no era nadie más, ni nadie menos que Han Jisung.

—Pero claro, eran compañeros de trabajo.— susurré a la nada, soltando una risita en el proceso. —¿Cómo no se me ocurrió antes?

Era hora de hacer una visita a la empresa.