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04/¿?

Christopher

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Christopher.

Me sorprendía el hecho de que mis cosas personales aún siguieran en donde las había dejado la última vez que estuve en la casa de mis suegros. Al parecer la policía no había encontrado el lugar secreto donde la señora Lee solía guardar los teléfonos de los invitados.

La madre de Minho siempre fue muy perspicaz cuando llegaban visitas a su casa, porque la mayoría de los presentes en vez de pasar un rato conversando en familia; se la pasaban metidos en sus teléfonos. Minho me contó en una de nuestras tantas citas que cuando fuera a conocer a sus padres por primera vez, estaría desconectado del mundo durante mi estadía.

En su momento me lo tomé a broma pero francamente él no mentía, en que literalmente quedaría desconectado del mundo exterior. Cuando había llegado a la casa de los señores Lee por primera vez para presentarme como el novio de su hijo, no me esperé a mi suegra me pidiera todos los aparatos electrónicos antes de ingresar a la casa. Ella los guardaba en un lugar secreto dentro de la casa hasta que fuera el momento de irse.

Lance un suspiro fuerte mirando aquella pequeña cajita adornada con flores, escondida detrás fe un cuadro enorme pegado a la pared. A simple vista no sospecharías de un simple cuadro de un paisaje ¿verdad?

Admiraba a la señora Lee en ese aspecto, en que era muy astuta para esconder las cosas.

Saqué mi teléfono y el pequeño estuche donde guardaba mis tarjetas, las metí en el bolsillo de mi sudadera y salí de la casa; teniendo cuidado de que nadie me viera salir de allí, ya que era el lugar de una escena del crimen.

A pocas cuadras de la casa de mis suegros, había una pequeña tienda de conveniencia, donde logré retirar un poco de dinero de una de mis tarjetas. Minutos después, ya estaba entrando en un taxi que me llevaría directo a mi departamento. Por fortuna y a petición mía, estuve en el departamento en menos de media hora; le pagué al amable señor unos billetes de más por su buen servicio y corrí escaleras arriba apenas estuve dentro del edificio.

El lugar estaba lleno de cajas y un poco empolvado, supongo que por el hecho de no haber pisado este sitio por ya casi 1 mes. Entré en mi oficina casi vacía y tomé el cargador de mi teléfono, conectándolo a una tomacorriente. Prendí mi laptop y comencé a indagar los diferentes archivos que tenía acerca de los empleados que estaban a mi cargo en la oficina.

Antes de que sucediera todo esto, me habían asignado una campaña publicitaria para una marca de ropa y mi jefe me nombró como el encargado de llevar dicho proyecto con ciertas personas dentro de la campaña. Yo no tenía problema alguno el trabajar en equipo pero hubo una persona que no quiso ser partícipe del proyecto y mucho menos querer admitir de que ahora de encontraba bajo mi cargo.

𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora