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Detective Namjoon

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Detective Namjoon.

Los nervios me invadían el cuerpo entero, sentía que en cualquier momento podrían caer en algún ataque de ansiedad pero no me podría permitir esto, no ahora cuando estaba al volante, en media carrera principal para llegar a la provincia de Gwanju.

La dirección anotada era la 1269 de Dongmin-dong en Buk-gu. Conocía un poco aquella zona, me quedaba todavía unos 15 minutos de viaje, así que trate de calmarme un poco, quería ser positivo, a lo mejor tenía suerte y podría encontrar a Minho sano y salvo en casa de sus padres.

Me detuve en un semáforo, dándole una chequeacada a mi GPS, donde me advertía de que me faltaban unas 6 calles más para llegar a mi destino. Mi teléfono comenzó a sonar y lo puse en voz alta al momento de contestar para poder seguir manejando.

—¿Hola? ¿Amor?

Solté una risita risueña al reconocer su voz.

—hola cariño.— le respondí. —¿estás en turno?

—sí, estoy tomando un pequeño descanso y aproveché para llamarte...— hubo una pausa. —¿Estás en la calle?

Asentí, sabiendo que ella no podría verme.

—estoy yendo a investigar una pista, no puedo perder tiempo.— maniobré el volante para dar la vuelta en una calle. —sé que es tarde Gahyeon pero de verdad, no puedo esperar hasta mañana.

Se escuchó un resoplido a través del teléfono y supe que ella estaba tratando de calmarse para no darme un sermón en ese momento.

—debes descansar Joon, lo sabes...— volvió a soltar una suspiro cansino. —mas te vale de que sea un caso importante porque sino, juro que te castro.

Reí estruendosamente al escuchar lo último. —claro que es importante nena, todos los casos siempre son importantes... — volví a voltear el volante, dándome cuenta que estaba a 2 calles de mi destino. —hablamos de un posible caso de secuestro Gahyeon, así que debo darme prisa.

—de acuerdo, entonces te dejaré trabajar.— podía escuchar el sonido de sus zapatos de goma resonar por el teléfono. —también debo volver a turno.

En mi campo de visión, se visualizo una casa de 2 pisos bastante colorida y con un pequeño jardín. Supe que que esa era la casa al notar que mi GPS comenzó a vibrar, indicándome que había llegado a mi destino.

—acabo de llegar cariño, debo colgar.

—está bien, sólo... Ve con cuidado, ¿te veré mañana?

—sí, nos veremos para el almuerzo...¿te parece?

—claro que sí, nos vemos mañana Joonie.

—adiós nena, salva a muchas personas hoy.

La escuché reír.

𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora