Y te doy las gracias por traerme hasta aquí, por mostrarme el camino a casa, por cantar estas lágrimas, por fin he descubierto que aquí pertenezco.
-Martín L. Gore.
Mis ojos tardaron en adaptarse a la poca luz que había en la cabina de carga. Miré hacia la compuerta que se encuentra detrás de mí, incline mi cabeza para mirar por debajo de mi asiento intentando encontrar en el suelo algo afilado para desatarme, mientras murmuraba — podrían lanzarme desde esta altura y nadie hallaría mi cuerpo.Parada frente a mí se encontraba una mujer, sus ojos se movían alrededor de mi rostro. Pude ver sobre sus mejillas algunas pecas, en sus manos sostenía un cuchillo de combate, dio un par de pasos hacia a mí; sujetó mis manos y corto las cuerdas.
— Me llamo Annika — dijo mientras guardaba el cuchillo de combate en su funda.
Lleva una chaqueta de piloto aviador, su cabello es castaño.
— ¿Cuál es tu nombre?
— Mi nombre es Bertolt.
Annika se detuvo junto al camión para revisar los cables que sujetaban al Humvee, trato de concentrarme en ella y no pensar en la compuerta.
— ¿Qué son las insignias que hay sobre tu chaqueta?
— La primera insignia que está sobre mi pecho representa al escuadrón al que pertenecía y los dibujos de bombas son las misiones que realicé, en total fueron diecinueve misiones— respondió Annika mientras caminaba hacia la cabina.
Apoyo mi mano contra la pared de la nave mientras trato de mantener el equilibrio, camino detrás de Annika para no perderme.
— ¿Por qué eres piloto? — dejé escapar una pregunta para romper el silencio que se había creado.
— Me gusta la libertad que me da, cuando vuelo sólo estoy yo y el cielo sobre mi cabeza.
— ¿Hace tiempo que haces esto, volar?
— Mi padre antes era piloto, así que creo que de algún modo tomé el gusto por volar y después entré a la academia para pilotos.
Detrás de mí se encuentra un asiento.
— Será mejor que tomes asiento, llegaremos en unos minutos — agregó mientras tomaba el control de la nave: — Aquí Falcón MV-22B, nos estamos acercando a la base.
— Te copio, Falcón MV-22B tiene permiso para aterrizar.
— Traemos el paquete y a un recluta nuevo.
— Copiado, cuando estés sobre el perímetro abriremos la compuerta del foso.
— Copiado.
— Annika, lo has desatado. Lo he encontrado en uno de esos centros. No sabemos si representa algún peligro para nosotros — respondió el copiloto.
— ¡Lo has rescatado y traído abordo de la nave aún en contra de su voluntad!
— Creí que pondría en riesgo la misión.
— ¿No significa algo para ti el hecho de que lo hayas encontrado en alguno de esos centros o crees que se encontraba hay por su propia voluntad? — agregó Annika, haciendo un movimiento con la mano. — Bertolt, te presento a Hiroshi, es el tipo que te ató.
— No tenías que haberme dicho eso enfrente de él — murmuró Hiroshi.
— Perdona, no sabía que me encontraba en una batalla por la autoridad, pero te has sobrepasado, no tenías que haberlo atado — repuso Annika con un tono de enfado.— Será mejor que se preparen, ya vamos a aterrizar.
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PROVIDENCIA EL SEÑOR DE LA GUERRA Y LA REBELIÓN DE HUNTER
Novela JuvenilAntes de comenzar una guerra, es mejor que sepas por lo que luchas. *** Bertolt, debe de escapar de Providencia en busca de la resistencia Hunter para luchar en contra de Merick y el sumo consejal Magnus quien se e...