Capítulo 34 Consecuencias

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No sé qué es lo que hago, pero sé que lo que hago me hace, no sé qué es Dios, pero Dios sabe lo que soy.

- Alejandro Jodorowsky

Dong- Sung llevaba un elegante traje color negro, su rostro severo y sus ojos color café parecían amenazadores bajo la tenue luz que emanaba la lámpara del pasillo, permanecí sentada con los pies apoyados sobre el asiento mientras esperaba a que Lyonya saliera de cirugía, mis ojos lucen cansados y ojerosos. Sin duda alguna delatan mi falta de sueño, abrí la boca para hablar; pero enseguida la cerré, no sin antes percatarme que Dong-Sung caminaba hacia mi dirección y con un tono de enfado el exclamo mientras tocaba mi hombro en un intento de atraer mi atención: — ¡Me has desobedecido!

— No olvides mi rango — musité sin hacer contacto visual.

— No lo he olvidado, pero mientras tus credenciales como agente sigan activas yo estoy por arriba de ti, por lo tanto, tu dependes de mí.

— Aún sigo siendo tu director adjunto, por lo tanto no he perdido los privilegios, será mejor que tengas más cuidado con lo que digas a partir de ahora o de lo contrario lo tomaré como un acto de traición y tú serás ejecutado.

— Lo lamento, creo que me extra limité.

— Creo que así lo fue.

— A partir de este momento todos los casos en los que estuvo o ha estado involucrado el Detective Lyonya Won-Yoo pasarán a través del Ministerio de Defensa.

— Creo que no voy a poder sacarte del caso tan fácilmente — protesté resignada.

— Como ya lo mencioné antes somos un equipo, y mientras tus credenciales como agente estén activas no puedes tomar un caso directamente, o al menos que se te asignen por el Ministerio de Defensa.

— Señorita Marcielle.

— Si, enfermera — contesté.

— Me pidieron que le informara cuando el paciente despertara.

Antes de sujetar el picaporte para entrar a la habitación froté mis manos y respiré profundamente para disipar mis nervios, el ritmo de mi corazón comenzó acelerarse y un torrente de adrenalina invadió mi cuerpo. Mis mejillas comenzaron a enrojecerse, con mi mano izquierda peiné mi flequillo y abrí la puerta lentamente, enfrente de mi puede ver la cama de Lyonya, hay un par de aparatos y cables conectados a su cuerpo. Hago una leve sonrisa esperando tranquilizarlo.

— ¡Los doctores dicen que me recuperaré pronto! — exclamó.

— Eso espero, porque quiero enseñarte el lugar.

— En ese caso espero que mi guía de turistas me pueda mostrar el lugar y también regresar a mi distrito.

— Sobre eso hay algo que te quería decir.

— Lo que la agente Silvana intenta decir...perdonen por haber entrado de esa manera y no tocar a la puerta, mi nombre es Dong-Sun y pertenezco a la división de inteligencia del Ministerio de Defensa — agregó después de una breve pausa — ahora retomando a la idea original, todos sus casos e investigaciones abiertas serán reasignados al Ministerio de Defensa, lo que significa que usted Lyonya pasará a ser miembro de nuestras fuerzas, así que bienvenido a las grandes ligas y muchas felicidades.

— Perdone Dong-Sun, pero mi capitán no me ha informado sobre mi transferencia y si lo hubiese hecho me encontraba inconsciente para recibir dicho comunicado.

— Si me permite agregar, tengo conocimiento de que tuvo un encuentro con Merick, uno de nuestros hombres más buscados en más de cuatro naciones, así que, por lo tanto, dicho encuentro o incidente o como pueda ser nombrado, pasa a ser una escena a nivel global, por lo tanto, es nuestra jurisdicción ¿tiene alguna duda?

PROVIDENCIA EL SEÑOR DE LA GUERRA Y LA REBELIÓN DE HUNTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora