Extra 1

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—¿S-sida?— preguntó con la voz quebrada, sentía todo el peso del mundo sobre si mismo, él solo quería desaparecer.

—Hay posibilidades a favor y en contra.— quiso  reconfortarlo.

—Y no estamos seguros de que sea solo eso.— agregó el médico. Min rompió en llanto mientras su madre se aferraba a sus manos, tratando de mantener la compostura.

—Según las investigaciones Choi SiWon tuvo muchos amantes, incluso cuando estaba con usted.— comunicó uno de los detectives del caso.

La señora Min carraspeó para que su voz al fin saliera. —¿Por qué el doctor Park no está aquí? Mi hijo necesita contención ante tal noticia.— si tan sólo aquel joven psicólogo estuviera presente YoonGi y ella estarían más tranquilos pero no era el caso, ¿qué haría si su niño tenía otro ataque de pánico?

—Park está hospitalizado desde ayer.— la sorpresa de la mujer no se hizo esperar y tampoco el gesto con el que pedía una explicación. —Su vecina lo encontró inconsciente, al parecer se trata de algo leve, solo necesita descansar unos días.

—Los resultados tardarán un poco, queremos estar completamente seguros de su estado de salud.

Su respiración se volvió pesada, en su pecho había una opresión demasiado fuerte como para dejarlo asimilar lo que hablaban. Quería salir de allí, quería que todo fuera mentira, quería poder estar tranquilo, quería verlo.

—¿Dónde está?

—Cariño, debes tranquilizarte.— su madre acarició sus manos.

Los presentes se miraron unos a otros sin saber que hacer.


Indeciso observaba el interior de la sala, replanteándose si esto había sido una buena idea. Finalmente tomó coraje y se adentró en aquel lugar, llevando su mirada a la única persona que se encontraba allí.
Se veía como siempre, su pelo, su piel; dejó ir un pequeño  suspiro tembloroso por la ansiedad.

El hombre lo observó profundamente. Sus ojos fríos como el más crudo invierno era algo que no había presenciando antes.

—L-lo siento, no era mi intención molestarlo.— se disculpó rápidamente con una reverencia.

En un segundo la cara del hombre cambió a una de sorpresa y confusión para finalmente convertirse en una sonrisa cálida. —YoonGi...— murmuró incrédulo. —No me molesta. Lo lamento, estaba en otro mundo.

No estaba seguro de que había pasado, lo que si tenia claro es que no tenia respuesta para contestar por qué estaba ahí. Ni siquiera él sabía, tal vez solo buscaba consuelo o solamente pensó que él le ayudaría a afrontar lo que venía.

—Me informaron de lo que pasó, y sé que probablemente tu no- — se vió interrumpido por el llanto del menor.

—Arruinó mi vida, maldito malnacido— apretó sus puños y secó bruscamente sus lágrimas.

—YoonGi, escucha— nuevamente lo interrumpió.

—Todo es muy frustrante, y aún no alcanzo a asimilar todo lo que me está pasando, pero tengo miedo, y mucho.— soltó estático en su lugar, sus lagrimas bajando a toda velocidad por sus felinos ojos.  

—Entiendo como te sientes. Pero nada está confirmado, hay esperanzas.— trató de darle ánimos. —Lo dije el día del juicio y lo repito: estoy aquí para tí. Tal vez no pueda evitar que cosas malas te pasen, pero voy a estar a tu lado para ayudarte a afrontarlo. Así que recuerda ser positivo.— con cuidado se levanto de su lugar y fue a ofrecerle un cálido abrazo al pálido.

—Señor Park— se abrazó a él y lloró en su hombro.

—ya por favor dime simplemente JiMin, me haces sentir como si tuviera el cabello canoso y arrugas en todo mi rostro.— logró escuchar una risita de parte del menor.

—Está bien, JiMin hyung.









-C

Síndrome de Estocolmo JimSu +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora