Sesión cinco: parte 2

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Algo inseguro abrió la puerta. —¿Doctor Park?— lo llamó asomando su cabeza dentro de la habitación.

—¡YoonGi!— lo saludó. —adelante, no seas tímido.

Observó curioso las paredes y los objetos del lugar para luego confundirse por la ropa del médico, quien llevaba ropa casual y no los trajes, camisas y batas a las que estaba acostumbrado. —¿Q-qué es esto?

—¿Recuerdas que te prometí una sesión recreativa?— el contrario asintió. —pues aquí tienes distintos lienzos para que puedas pintar, es más puedes pintar lo  que quieras, las paredes, el techo incluso el suelo. Sé libre YoonGi.— notó como los ojos del pálido brillaron intensamente al escuchar sus palabras.

La habitación era completamente blanca tenía dos ventanas medianas y carecía de muebles, con la única excepción de un escritorio donde se hallaban distintas clases y tamaños de pinceles y brochas. En el suelo habían distintos tamaños de lienzos y una gran variedad de pinturas, un sueño hecho realidad para cualquier persona.

—Puedes usar esto.— le tendió un delantal de pintor con  una gran sonrisa.

—Todavía no creo que esto está pasando.— murmuró colocándose la prenda. Lo primero que hizo fué pintar una pared con una hermosa y gigantesca mariposa azul. En otra pintor una ballena morada que abarcó casi por completo el espacio.

Estuvieron allí encerrados aproximadamente cuatro horas en la que JiMin se dedicó a contemplar el “alma de artista” que poseía Min. La parte más feliz de sus terapias era cuando observaba el potencial y la dedicación que ponían en aquella habitación. Aun así no dejaba de poner atención en el comportamiento y algunos detalles que hacían.

—Creo que es todo por hoy, YoonGi.— le avisó.

—El tiempo se pasó volando, ¿no cree?— cuestionó quitandose el delantal. El rubio solo asintió y volvió a contemplar los dibujos del menor. —¿L-le gustan?— su voz baja le dió un aspecto tímido y adorable.

—Son preciosas. Tienes mucho talento.— halgó sinceramente. —pero hay algo que no entiendo.— el paciente lo miró confundido. —En algunas partes parecen estar sangrando o es como si fueran lágrimas.— comentó sin despegar la mirada de aquel patrón intencional.

YoonGi abrió la boca sorprendido. Era obvio que él había hecho aquello por su propia cuenta pero no recordaba el porqué y tampoco el momento en el que lo  hizo.
¿Nuevo trastorno desbloqueado? Se dijo para sus adentros, como sea debería ponerle un poco más de atención a las cosas que hacía.

—¿En que otra cosa eres bueno?— preguntó interesado el mayor mientras acomodaba algunas cosas, aunque el silencio corto que se formó lo hizo darse cuenta de lo mal que había sonado aquella pregunta. —No, No. No es como quería decirlo. Discúlpame— se apresuró a decir nervioso y dejando caer algunas cosas por el mismo nerviosismo. —lo que quiero preguntar es si eres bueno en otra expresión artística, c-como la flauta, la guitarra.— explicó tropezando con sus palabras. —¡Ah, soy un desastre! Lo que tienes de rubio lo tienes de idiota.— Refunfuñaba para si mismo en voz baja acomodando las cosas rápidamente, incapaz de mirar a Min.

Soltó una pequeña risa por el actuar del mayor, no se parecía en nada al siempre profesional doctor Park con sus frases ensayadas, y eso le agradó. —No es por presumir pero soy un prodigio en piano.— contó orgulloso, llamando la atención de JiMin.

—Creo que desde ahora lo llamaré “el talentoso Min”.— bromeó, ahora si, sintiéndose cómodo en la conversación.

—Como desee profesional Park.— respondió de la misma forma.

Entre charlas divertidas y carcajadas terminaron de organizar la habitación y se despidieron como si fueran amigos. Ambos fueron a casa con una sonrisa en sus rostros, deseando que todos los días sean así de buenos. Pero la realidad es lo que és y la mayor parte de ella es cruel, con pequeños momentos en los que piensas que todo mejora cuando en realidad lo peor se acerca a pasos agigantados.

La noche llegó acompañada de la lluvia, tanto JiMin como YoonGi se encontraban en sus ventanales, contemplando  la majestuosidad del agua al caer. Todo era tan etéreo que ni siquiera se dieron cuenta cuando golpearon el suelo.


¡Hi! ¿Que tal están? Me disculpo por todos estos días sin actualizar, lastimosamente tuve muchos problemas y no me concentraba lo suficiente para terminar de escribir los capítulos pero a modo de recompensa por la espera aquí otro capítulo.
Espero que se encuentren bien, un beso y hasta pronto!




-C

Síndrome de Estocolmo JimSu +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora