Capítulo 14

423 25 8
                                    

Se apoyó contra la puerta y cerró los ojos mientras su corazón seguía latiendo violentamente contra su pecho.

—¿Pero que demonios sucede contigo, Damián?. Casi haces que nos atrapen—la acusación en la voz de Dick lo enfureció.

Apretó los labios en una línea recta y trató de controlar el coraje que deseo escapar de su boca. Podía sentir la presión en sus mejillas y dientes mientras trataba de no gritar algún insulto que pudiera llamar la atención de los lunáticos al otro lado de la habitación.

—¿Conmigo?, mejor dicho ¿Qué sucede contigo?. Tu fuiste el demente que me derrumbó a medio camino.

—Si, lo hice porque no seguiste el plan que acordamos, se suponía que ibas a esperar mi señal detrás del sofá, tal y como lo hizo Barbara, en cambio pensabas continuar corriendo—dijo Dick—Si no hubiera sido por mi te hubieran visto a medio camino imbécil.

Tenía un poco de razón aún que no lo admitiría en voz alta. El no era alguien que podía recibir órdenes o seguir planes. No le gustaban, no era bueno trabajando en equipo. Damián lo ignoro e hizo un acercamiento sigiloso, haciendo todo lo posible para que sus pasos no se escucharán contra la madera del suelo, abrió suavemente la puerta de la biblioteca y miró al exterior por la pequeña apertura, tratando de mantenerse fuera de la vista de los delincuentes que destruían la sala con diversión.

Escaneo la zona exterior, noto como ya eran cuatro hombres con rostro pintado de blanco y negro los que permanencia al otro lado.

Unos arrojaban artículos de valor a una mochila y otros rompían con diversión una pintura. Los sujetos no parecían personas muy listas, sino unos locos que habían escapado de un manicomio. Damián cerró la puerta del estudio con cuidado, se giro y vio por la ventana el exterior. Romper el cristal para salir por el patio no parecía una buena opción, no cuando eso implicaría delatar su ubicación y los sujetos portaban armas de fuego que colgaban de sus bolsillos.

—Entonces, ¿Cuál es el plan?.

Dick miró a Damián esperando una respuesta. El se encogió de hombros y solo recorrió el estudio buscando entre las estanterías y cajones del escritorio alguna arma que guardará su padre. Lo cual como espero, no encontró.

—No lo se. ¿Qué te parece correr?. El peor de los escenarios es que nos atrape, el mejor será que al menos uno escape con vida de aquí.

—¿Ese es tu mejor plan?—preguntó Dick, y Damián solo se encogió de hombros—Es bueno saberlo para no hacerlo. Creo que la mejor opción será permanecer aquí en silencio, Barbara y Helena deben de estar bien y con suerte no debe de tardar James en llegar.

—No lo hare. No voy a hacerlo.

—¿No harás que?.

—Esperar. No dejaré mi vida a la suerte de un policía.

Trató de manejar la ola de ira y desesperación que sintió. El no era un niño que debía ser salvado, podía luchar sus propias batallas en el campo, crear su propio escape. No necesitaba a la caballería de la GCPD, ni muchos menos a Dick para salir con vida de ahí.

Damián se apoyó en una silla, inclino ligeramente hacía adelante, y miró con molestia a Dick quién permaneció en silencio, ambos podía sentir la furia uno de otro fluir.

Ella Siempre Me Odiara-Selina Y Bruce (Batcat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora