Capítulo 4

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Decir que Selina Kyle estaba enojada, era quedarse corto. Ella era una bola de furia andante que recorría lo largo y ancho de su habitación, caminando con los brazos cruzados contra el pecho. Sus pensamientos y emociones fluían por todo su ser dejando clara ansiedad, curiosidad, pero sobre todo resentimiento.

Una hora atrás cuando llegó del club Sirens, recibió una noticia sorpresiva por parte de Alfred. Según el mayordomo de la familia, Bruce se comunicó en la tarde para informar como en las próximas horas llegaría por fin de su viaje de Metrópolis a Gotham.

Selina al escuchar eso solo asintió y se marchó a encerrar a su habitación, aún cuando no mostró ninguna reacción frente al mayordomo ante la información proporcionada, Bruce Wayne fue catalogado de inmediato no sólo como un egoísta ante sus ojos, sino también como un completo irresponsable.

Había pasado exactamente siete días desde que Damián llegó a la mansión, siete días desde que supo sobre la infidelidad de su esposo y la misma cantidad de tiempo que Bruce se entero de su conocimiento. Ella había pensado que esa noche cuando Alfred le comentó a Bruce sobre cómo Damián estaba ahí, su esposo dejaría su viaje de Metrópolis para ir directo a la mansión aclarar todo. Pero de nuevo se equivoco y fue ahí donde se encontró con otra faceta desconocida por parte de su esposo.

Bruce al parecer no tenía prisa por aclarar el origen de Damián Wayne y sólo prolongó por más tiempo su estadía en Metrópolis, en compañía de su pelirroja asistente Cyndia, quién era la primera sospechosa como madre de Damián.

Selina entonces lo notó a través de la ventana. Detuvo sus pasos y lo contempló con una mirada verde de incredulidad. Desde el segundo piso de su habitación podía ver como por fin su esposo llegaba caminando con paso tranquilo y confiado en medio de la noche hacía la entrada de la mansión. De pronto sus miradas se encontraron mientras el continuaba con paso lento el camino que llevaba hasta el interior.

Sus miradas solo se conectaron por un segundo, pero fue suficiente para que Selina sintiera de nuevo ese conocido dolor de traición apuñalado su espalda. Sus intensos ojos verdes de pronto dejaron de contemplar los azules de Bruce para girarse y darle la espalda.

Lo primero en lo que se enfocó fue en una fotografía que estaba colgada en la pared del fondo. Una fotografía familiar donde se mostraba a todos tomando asiento en una banca, mientras sonreían y tenía un fondo otoñal en la parte de atrás. Una hermosa foto familiar que Selina por un momento pensó en arrancar.

Si ella hubiera estado en cualquier otra relación, con cualquier otra persona que no llevara el nombre de Bruce Wayne, podría haber contemplado algún escenario donde un niño y otra mujer estuvieran involucrados. Pero el que fuera Bruce y no otro hombre de Gotham con quién llevara esa relación, era muy confuso y doloroso.

Ella lo conocía desde que tenían doce años, en ese entonces no era nada más que un niño huérfano, flaco y callado quién buscaba encontrar al asesino de sus padres. Los años realmente habían pasado y no le gustaba mucho el resultado.

Entonces lo escuchó. Lentamente los pasos fueron en aumentó a su dirección. Hubo un ruido en el dormitorio, un sonido suave y susurrante chichido de la puerta que fue abierta.

Selina respiró hondo, preparándose para el evitable confrontamiento que sucediria de nuevo en esa conocida habitación. Trato de controlar la furia que la envolvía por completo, profundizó su respiración para apaciguarse. Podia sentir su mirada sobre ella, su presencia e incluso oler su loción por el lugar. Ella de pronto quizo golpearlo en la nariz por romper esa confianza que pensó que habían formado durante todos esos años.

—¿Vas a decir algo o solo te quedaras ahí callado?—preguntó Selina tratando de que su voz sonara tranquila—¿Qué pasa?. ¿Qué sucede contigo?.

Ella Siempre Me Odiara-Selina Y Bruce (Batcat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora