Capítulo 12

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Selina dejó de caminar por la celda y se sentó de nuevo en la incomoda banca para continuar con su lectura. En un principió cuando vio llegar a Alfred a la estación con ese pequeño libro en la mano, bufo con burla ante el presente obsequio que le llevo el mayordomo. Horas después de estar sola mirando el techo de la GCPD con aburrimiento, comenzó a hojear el libro y de pronto se encontró perdida en la historia de Leandro.

Por muchos años considero la literatura como algo aburrido, no entendía como las personas podían leer cientos de hojas de una historia ficticia y emocionarse por ello. Ir a la biblioteca de la mansión tal y como lo hacía Dick o Bruce, jamás pasó por su mente. Si bien, sabía perfectamente leer y su imaginación era muy buena como para recrear los escenarios que se narraba en las historias, no era algo que consideraba hacer con su tiempo libre. Hasta ahora, en donde no tenía nada que hacer.

—Selina.

Escuchó como la llamaban el oficial de turno, pero no le importo y continuó leyendo. Selina se congeló en su lugar con el suspenso que apareció en la lectura con el protagonista Leandro, mientras seguía escuchando como de nuevo el oficial la volvía a llamar con voz más fuerte y autoritaria.

—Selina.

Levantó el dedo y pidió un segundo más para poder terminar el capítulo. El oficial Rick resopló con frustración a unos metros. Entonces el capítulo terminó y su realidad se alzó de nuevo cuándo giro hacía el uniformado.

—¿Y ahora qué quieres Rick?—preguntó molesta levantándose y tirando el libro a un lado. Todo el día la habían traído de aquí para allá firmando documentos, haciéndo las mismas preguntas que en un principio respondió, mientras la movían de una celda a otra cada hora.

—Buenas noticias. Te transfieren a Blackgate en unas horas—respondió Rick, su voz estaba sin emoción aún que su labio tenían una leve sonrisa por esa información. Selina podía ver claramente la satisfacción detrás de esa mirada vieja del oficial—Pasaras ahí esta noche y mañana temprano tendrás el juicio. Después de eso, presión de por vida.

—Eso parece hacerte feliz, Rick.

—¡Claro que si!. Una delincuente menos caminando libremente por la ciudad. Es maravilloso, ¿No lo crees?.

Ambos se quedaron quietos mirándose el uno al otro por un momento. Selina se burló con irritación, oleadas de emociones complicadas se desarrollaron en su mente y no quería pensar en ello.

—Si. Maravilloso—respondió Selina ocultando su ansiedad, recibiendo confusión por parte del oficial—Necesito hablar con James Gordon—solicito de inmediato, necesitaba ganar tiempo para huir de Gotham y solo lo obtendría si convencía a James de evitar su traslado.

—El capitán no se encuentra—informó Rick con los brazos doblados contra el pecho—Está ocupado.

—¿Dónde esta?.

—En Arkham, viendo unos asuntos importantes con el alcalde.

Ella asintió, respiro hondo y volvió a tomar asiento en la banca, abrió el libro en donde se quedó y fingió leer. A los pocos segundos escuchó como el oficial se retiraba arrastrando sus pies pesados. Selina levantó la vista un poco y vio a su alrededor. Era miércoles, la GCPD no tenía mucho personal trabajando ese día. Y aún así estaba perdida. El plan que ideó con Barbara estaba anulado ante esa anticipación de traslado a la prisión Blackgate.

***

Todo era oscuridad y tranquilidad en aquel momento en donde estaba acostada. Selina permaneció despierta pero con los ojos cerrados, sólo descansando un momento su vista luego de horas de lectura.

Ella Siempre Me Odiara-Selina Y Bruce (Batcat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora