Ella Siempre Me Odiara-Selina Y Bruce (Batcat)

Capítulo 10

Por primera vez se sintió como el principe de Gotham. Ese estúpido título que le habían dado durante años los medios de comunicación, se sentía correcto mientras manejaba a una considerable velocidad en el automóvil de su padre. Dick dejó caer un poco más el pie sobre el acelerador, mientras recorría las calles nocturnas de su amaba ciudad, escuchando como se iniciaba a reproducir el nuevo álbum en la radio de la solista Zella.

En medio de aquella voz suave femenina, analizó toda la información reunida del señor Lawrence, trató de buscar en todos sus recuerdos a una hermosa mujer rubia cuya sonrisa era infantil. Todo mientras hacía de nuevo su camino a la mansión junto a Damián.

El niño permanecía sentado a su lado en silencio, por primera vez desde que Dick lo conoció no tuvo la intención de poner distancia con Damián, no sabía si el cambio se debía por haberlo acompañado a un bar lleno de delincuentes o por su excelente gusto musical.

—Me gusta esa canción—dijo Damián de pronto llamando su atención, contemplando con aburrimiento la avenida.

—¿Te gusta Zella?—preguntó Dick sin poder ocultar la sorpresa en su voz, le dirigió una rapida mirada antes de enfocarse de nuevo en la carretera delante suyo.

—Si, sus canciones pueden ser triste y emotivas. Sabe bien mezclar los sentimientos en las letras que ha escrito hasta el momento, es una lastima que no reciba el reconocimiento que merece.

Dick considero adecuadas las palabras de Damián para describir cada una de las canciones escritas por la mujer de treinta años que se empezaba a conocer en la industria musical. Recordo entonces una presentación a la que asistió el año pasado en una caferia en Metropolis, solo había alrededor de unas cuarenta personas escuchándola y entre esa escasa multitud se encontraba Selina y él.

—Muchos creen que su música es aburrida, yo pienso que es genial—agregó Dick incluyendo un poco más de conversación a un tema que parecía seguro entre ellos—Además, tuve la fortuna de conocerla en persona. Es muy linda con ese cabello pelirrojo y mirada azul.

No pudo dejar atrás la belleza de la mujer que lo conquistaba a través de una suave voz. Era tierna, amable y linda. Conocerla durante años fue su deseo. Y una noche cuándo menos lo esperaba, Selina a pareció en la puerta de su habitacion con dos boletos en mano, permitiendo que se acercara más a la chica de sus sueños.

Sabia que su madre odiaba esa musica, al igual que la clasica que solía poner su padre en las noches cuando trabaja en el estudio, pero el simple gesto de tomarse el tiempo para buscar los boletos, conducir durante horas hacía Metrópolis y permanecer a su lado durante toda la presentacion, lo había unido todavía un poco más a ella.

—Ahora entiendo—dijo Damián riendo, causando confusión por parte de Dick que salia de los recuerdos.

—¿Qué?.

—Te van las pelirrojas—respondió sonriendo Damian, con ese particular gesto brulon. Al percatarse de su evidente confusión agregó—Tu amiga, Barbara Gordon.

Fue su turno de reír. La idea de Damián fue tonta, descabellada y cómica para sus oídos. Barbara era su amiga de toda su corta vida, si bien, en cada uno de sus recuerdos hacía presencia la niña pelirroja, en ninguno de ellos se involucraba algún sentimiento más allá de amistad y hermanal.

—Estas mal, Barbara es mi amiga. Más precisamente es mi hermana, nos hemos criado juntos.

—Lo dudo. Sabes, tal vez no soy bueno hablando como los demas, pero soy muy bueno observando a las personas. La forma en la que Barbara te defiende y habla de ti, esconde algo más que solo acciones de amistad. ¿Si no porque más te cubriría y aceptaría cuidar a Helena esta tarde?.