El Han'yō retorno a su hogar, sosteniendo entre sus manos aquella flor, oliendo la fragancia fresca y agradable, sonriendo débilmente mientras se dirigía a su habitación.
Coloca el jazmín en su florero relleno de agua, admirando los pétalos en silencio. Sus ropas para la ceremonia se vuelven pesadas sobre sus hombros y con un suspiro contenido desliza el abrigo afelpado de su cuerpo, las decoraciones tintinean en sus suaves movimientos pero, en realidad, no le importa demasiado si es ruidoso en ese momento. Su figura es emarcada por el haori de azules pálidos, los delgados dedos acarician la tela y deslizan lentamente la prenda por su yukata inmaculada de blancura perfecta y pureza indiscutible, el delicado roce de los telares cayendo se interrumpe cuando el Han'yō gira lentamente su rostro.
"Joven cazador, Tanjiro Kamado, ¿necesita algo?" pregunta, atrapando al muchacho que se encontraba detrás del shōji, demasiado sonrojado para explicar que acababa de llegar, desliza la puerta para observar al niño con el rostro totalmente carmín, que movía sus manos de un lugar a otro.
"¡Ah! Lo siento mucho, no es... ¡no quería interrumpirlo!" viendo el rostro apaciguado del Han'yō que solo lo miraba, recobró el sentido del habla y aclaró su garganta "Solo... quiero disculparme con usted, fui muy grosero, yo solo creía que-"
"Joven cazador, las expectivas y creencias que usted posea respecto a mí, son irrelevantes para mi labor, su actitud agresiva se debía a la conmoción que ocasionó la respuesta brindada, usted es joven y posee emociones volubles, puedo entenderlo. Así que, mientras el incidente no se repita, no hay razón para demostrar preocupación" interrumpe implacable, el rostro del niño finalmente vuelve a su color natural y agita sus palmas nerviosamente.
"¡Aún así, dije cosas realmente crueles y fuera de lugar! Nadie debe ser tratado de esa forma, nunca debí hacerlo" el Han'yō desvía la mirada y observa el jazmín blanco sobre la vasija de celestes pálidos, suspira silenciosamente.
"Usted acepta que obró mal, eso es suficiente, si su preocupación y malestar se disipa con la aceptación de sus disculpas; entonces, las acepto. Ahora, por favor, deje que lo acompañe a su habitación" dice, dando por concluída la conversación, saliendo de sus aposentos.
"Gra-Gracias" tartamudea, caminando detrás del Han'yō, sin estar demasiado convencido de que sus disculpas hayan sido bien aceptadas. Se esforzará para remediar lo hecho.
Llegaron al washitsu y Tanjiro se recostó en el futon, el Han'yō se acercó al niño y lo arropó con la frondosa sábana "Descanse apropiadamente y recuperese pronto. Tenga una noche agradable" recita, saliendo de la habitación.
"¡Tanjiro, puedo oír tu corazón latiendo demasiado rápido!" se queja Zenitsu.
"¡Sí, es que cuando estaba llegando él se estaba cambiando! Y me sorprendió..."
"¡¿Ah?!" chilla Zenitsu, levantándose del futon con los ojos muy abiertos.
"¡Solo estaba en yukata!" explica cubriendo su rostro con sus manos.
"¡Tanjiro, tú-!"
"¡Duerman de una vez!" escucharon al Tanuki gritar detrás del shōji, y guardaron silencio de inmediato.
El cálido aroma y el suave humo blanco de las ollas se deslizaban por el minka, el delicioso olor se propagó rápidamente y se adentro sutilmente a las habitaciones.
El niño de buen olfato parpadeó perezosamente, pestañeando con una mirada somnolienta, las sábanas frondosas y abrigadoras adherían su piel al futon, con el cuerpo anhelando quedarse bajo ellas y seguir el agradable sueño melancólico, cuando sus ojos volvían a cerrarse, una silueta alta y delgada se proyectaba en el washi.
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Oculto | Kimetsu no Yaiba
FanficTodo comenzó con un Han'yō interviniendo en la batalla de un cazador de demonios con espada de fuego y un demonio de fuerza colosal. No sabía que una pequeña interacción lo envolveria en situaciones inesperadas. Publicado: 20 de noviembre del 2020. ...