Capítulo 25: El camino de los errores (6)

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"Ya están aquí" los cinco discípulos sienten el infierno que se va a desatar en sus corazones, últimamente los humanos desesperados están siendo más estúpidos que de costumbre.

El Han'yō es el único que se encamina hacia el lugar donde yacian las cuatro presencias, podía distinguir desde la lejanía que tan problemáticos serían y contuvo un suspiro.

Frente a ellos, un ser de de haori carmín apareció, los dos cazadores no hicieron ningún movimiento pero se podía sentir la agudeza de sus miradas.

"Sean ustedes bienvenidos a las tierras del Kumio, soy un ente que pertenece a este bosque, protejo el lar de mi maestro y me encargo de brindar cuidados médicos a las criaturas que muestren dolencias. Los cuerpos de los cazadores padecen cicatrices y fracturas que ni siquiera el tiempo podría remediar, mientras que a usted, señor, lo consume una maldición. Permítanme extender la gracia del maestro sobre ustedes, para aliviar aquello mencionado" el hombre de cabellera oscura, que es sostenido por la gentil mano de su esposa, asiente con lentitud; su sonrisa suave se contrasta con el monótono rostro de la mujer, que a pesar de su estoicismo, desprende un aura gentil.

"Tú, incluso puedes regenerar partes del cuerpo" señala el cazador de iris de distinto color, el Han'yō no responde a la afirmación, cuando sus labios debajo del vendaje se separa para decir algo imprudente, su serpiente abandona sus hombros.

El reptil se desliza por el suelo con rapidez, envolviendo su cuerpo alrededor del Han'yō, el pilar guarda silencio cuando la criatura sostiene con su mano al animal, que se desliza por su brazo y enrosca sobre su cuello; Obanai siente el sabor de la traición.

"Por favor, necesito que me sigan para brindar el tratamiento correspondiente, mi discípulo puede llevar al señor y la señora" un pequeño carruaje de muestra ante ellos, mientras un muchacho con orejas y cola de lobo ni siquiera repara su mirada en ellos.

"¿Qué pasó?" pregunta Kagaya a su esposa, que describe la situación con exactitud y gran rapidez "Muchas gracias, joven Hanyou" la voz suave y tranquilizadora del hombre hacen a las orejas del Raijū erguirse, es como un calmante, distinta a la otros humanos "Gracias a usted también" dice, dirigiéndose al discípulo.

El Raijū ayuda al hombre y la mujer a subir al carruaje de pequeño porte, los cazadores se mantienen en silencio mientras caminan lentamente por el sendero, el Raijū llevando el vehículo como si no fuera nada.

Son recibidos por el Kitsune y la Yūrei, que se inclinan respetuosamente hacia ellos, los invitados devuelven el saludo.

"Bien, señor, usted puede quedarse aquí; a la señora y los cazadores mis estudiantes les estarán mostrando las aguas termales para que se aseen, después de ello, atenderé a los jovenes" parece que Sanemi desea intervenir pero cierra la boca cuando la esposa de su patrón lo ayuda a sentarse "Muy bien, señora puede seguir a mi discípula, puede estar segura que cuidare de su esposo; ustedes, jóvenes cazadores, pueden seguir a mi discípulo, su maestro será curado" afirma, Amane asiente con lentitud, manteniendo el silencio absoluto y siendo guiado por la Yūrei; los cazadores a regañadientes caminan detrás del Kitsune.

"Agradezco su paciencia, joven Hanyou, a pesar de todas las molestías que mis hijos y yo le hemos causado" se disculpa, la criatura de blanco puede distinguir la calidez y el pacífico sentimiento que emite con discreción.

"Solo cumplo con mi deber, señor" expresa con facilidad, pero mantiene su entonación respetuosa, mueve sus manos y se arrodilla frente al hombre de aspecto sereno, la extensión de su maldición incluso le arrebato la vista "Por favor, beba del líquido que le voy a suministrar" corta la zona inferior de su muñeca, el corte se impregna de carmín y el líquido se acuna en la mano puesta en forma de cuenco, acerca su palma hasta los labios del hombre y permite a la sangre tocar su lengua, el sabor dulce embriagan el paladar y la poca cantidad es suficiente para reparar todos los daños provocados por la maldición.

El Han'yō se aparta y observa como el morado putrefracto del rostro humano; se disipa. El hombre parpadea y sus ojos se muestran incrédulos por un instante, observan su alrededor y después se dirigen al Han'yō que limpia su propia sangre.

"La habilidad que posee es sorprendente, se lo agradezco profundamente, joven Hanyou" hay alegría en sus palabras y la suave sonrisa se extiende "Está maldición ha perseguido a mi familia por generaciones, fui yo el último vestigio de mi clan"

El Han'yō niega con la cabeza "Si piensa que la maldición fue originada por las atrocidades realizadas por Muzan Kibutsuji, es adecuado afirmar que está usted equivocado" declara y esa frase es suficiente para descolocar el rostro del humano, que por primera vez en su vida, las palabras no pueden ser formuladas "Brindar más información de mi parte, ahora es innecesario, así que, por favor, no haga preguntas respecto a ello" el Han'yō acaricia a la serpiente "Al arribar la noche comenzaremos un ritual para eliminar completamente la maldición que persigue a su linaje, traiga otro día a sus hijas también, ellas aún cultivan la enfermedad, pero a partir de ahora, su descendencia se verá libre de este dolor"

Kagaya se recompone y comprende al Han'yō, nunca obligaría o sería obstinado con la criatura, así que asiente con gracia "Lo entiendo y se lo agradezco" la criatura de blancas prendas se levanta de su lugar.

"Por favor, sigame, le mostraré las aguas termales" el Han'yō guía al hombre por los pasillos, mostrando el lugar mencionado, era pequeño pero suficiente para una persona "Puede encontrar objetos para la higiene en la caja de madera y ropa limpia en la caja de bambú, puede dejar sus prendas sobre la canasta de bambú. Si necesita algo o acaba con su limpieza toque está campana, con permiso"

La serpiente se desliza por los brazos del Han'yō, que sonríe debilmente ante sus repentinos actos, caminando hacia la sala común para encontrarse con sus estudiantes.

Oculto | Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora