Objetivo

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Gota tras gota, dos miradas fijas en un solo punto.

Una admirando grandes construcciones grises bajo la lluvia y la otra, sobre un pequeño cuerpo poseedor de orbes blancos.

«Tan pequeña»observa la figura en pie con un sombrero de paja y una mochila en sus hombros.

Su primer misión y el temor se expresaba oculto en su rostro.

Realmente desconocía su verdadera fuerza si se sentía así.

—¿Lista?

Entrecierra los ojos apartando la vista de la aldea que considera su hogar, allí en pie al límite del territorio, una tenue sonrisa se formaba en sus labios.

«Regresare siendo alguien más fuerte»promete girando sus talones sobre el agua.

Cumpliría su palabra.

—Si.

—Bien, andando —los papeles volando terminan de adherirse a la joven e inicia a caminar con la menor a su lado.

El viaje a su destino estaba a dos días.

Un paso tras otro, levantando la vista al cielo, las nubes disminuyen su visibilidad hasta desaparecer por completo en poco tiempo.

«El sol...»los rayos encandilan contra su rostro provocando que alcé la mano y se cubra, el sombrero no le era suficiente. «Tan cálido...»admira la gran esfera de luz en un cielo tan azul.

Tardaría en acostumbrarse en ello, no solo la temperatura había ascendido y el viento se volvió menos frío, la tierra bajo sus pies se sentía diferente.

De un lado a otro recorre visualmente la fauna y flora con total asombro como si fuera la primera vez que lo viera. Los grandes árboles, pequeñas flores, la hierba rezagada, las aves en el cielo.

«Tanto tiempo»no era demasiado realmente pero lo parecía, el que no observaba el mundo fuera de Ame.

Tenía claro que tarde o temprano lo haría, no obstante, no creyó que tan pronto y repentino.

Al menos pudo despedirse de aquella mujer que llamaba por "Okaa-san", además de que Nagato prometió cuidarla.

«Nagato-niisan»tan rápido comenzaba extrañarle, parte de su temor se relacionaba con él y la posibilidad de no verlo al regresar.

La imagen de la manera en que la veía con esos ojos antes de partir no lo olvidaría, con nostalgia.

Cómo si no fueran a verse por mucho tiempo.

—Etto... Konan-sensei.

—Dime.

Gira su rostro a la kunoichi—¿Sobre esta misión... De que trata?

Enfoca la atención en la joven que no aparta la vista del camino atenta a las más mínima expresión.

No por nada sospechaba que esto tenía relación con aquel misterioso hombre que los había visitado sorpresivamente días atrás.

—Será sobre ti.

La revelación la toma por sorpresa ampliando sus ojos.

No detectaba, no percibía que le mentía, sin embargo comprendía no ser toda la verdad. Aún así fuera lo que fuera, entendía que lo hacían por ella.

—Nuestro último entrenamiento se enfocará en lo que harás por la organización, tendrás una prueba que pasar.

«La organización... Mi papel»vista adelante admira el panorama que los rodea nuevamente.

Yo AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora