—Las personas con habilidades de línea sucesora son normalmente asesinadas, por lo que muchos se esconden para evitar su muerte. Simplemente no confíes en nadie.
«Falta poco»identifico al oír lo dicho por los mercantes a un par de metros.
Hablaban mucho entre si y sus manos se mantenían cerca de las armas en todo momento. El hecho de llevar un par de ninjas consigo no parecía darles tanta seguridad y en más de una ocasión fijaban su vista a ellos con recelo.
Mientras tanto la expresión de los ninjas se reducía a seriedad y su uniforme a corazas de azul claro con unos soportes azules como pantalones, sin duda hacia juego con el semblante que portaban.
«Tanta niebla»admiro el alrededor, no es tan densa pero sin duda es un buen camuflaje en medio de las montañas.
La posibilidad de seguir mermaba a esta ritmo.
Veía el cansancio asomándose en varios pares de rostros ante un suelo rocoso, un frío seco y el forzamiento de la visión.
—... El Clan Kaguya está dando problemas de nuevo, seguro no tardan en encargarse de ellos —murmura uno en intento de distracción.
—Realmente es molesto el desastre que causan solo para medir su fuerza...
Con discreción me mantengo a una distancia prudente para escuchar lo que hablen sobre Kiri, cualquier información será suficiente. Sobretodo, saber si conocían el enfrentamiento reciénte cerca de la frontera.
«Konan-sensei, Nagato-niisan»el estómago se me contrae de tan solo pensar en ellos otra vez.
El extraño vacío solo crecía de no saber lo que sería de mi más adelante, un gran temor a lo desconocido que no me dejaba en paz.
—Detenganse todos, continuaremos en la mañana. Acamparemos aquí —indica el líder mercante.
Sin pensarlo mucho todos obedecen deteniendose para preparar el lugar, cada uno se centra en realizar su tarea predilecta en completo silencio.
Doy un vistazo alrededor, es un campo abierto donde nos encontramos, pocos árboles con la superficie lisa como amplia. Sin pensarlo inicio andar para trepar a un árbol cercano con el uso de las manos.
«Esto es demasiado peligroso»quisiera poder decirlo, mas es evidente que no jugaba a mi favor.
Finalmente llegó a una rama gruesa para sentarme, puedo percibir un par de miradas seguirme por un par de segundos para centrarse cada uno en su trabajo nuevamente.
Fijo a la vista al trío de ninjas totalmente inmoviles. Desde su postura, formación, vestimenta y sus armas. Será bueno el conocer la fuerza militar que poseen.
«Katanas, su arma predilecta»recuerdo al ver cado uno portar una.
Uno de ellos encara conmigo al sentirse observado, pero le resta importancia devolviendose. Dejaba mucho que decir con eso, nunca debía bajar la guardia ante nadie y menos a un desconocido.
No obstante, intuía que la razón no se debía a presunción sino a la inexperiencia.«Este cambio de pesadez»el silencio sutilmente se instala mientras la neblina aumenta. Ligeros crujidos«Pasos, vienen a esta dirección»detecto tras agudizar el oído.
—¡Todos prepárense, alguien viene! —alerta un ninja posicionandose a la espera del ataque y sacando cada uno sus katanas.
El resto de hombres se precipita a colocarse detrás de ellos imitando la acción.
En menos de un segundo los intrusos se presentan adelante sin ningúna discreción, seis hombress en total a un par de metros adelante de mi lugar.
—Vaya, pero que tenemos aquí —es lo primero en decir el intruso.