—Hiashi-sama.
Inmediato se detiene, gira a la entrada de la habitación, hasta ahora el entrenamiento le permitía concentrarse mejor y no pensar.
—El Hokage-sama ha enviado un mensaje, en el cual informa que pronto llegará a la residencia —informa el Hyuga de forma serena.
«Así que ha llegado la hora»cierra los ojos por un instante perdiéndose en esa oscuridad.
—Entiendo, llama al patriarca Hyuga e informarle de igual forma.
—Enseguida —afirma con una reverencia prosiguiendo la orden retirándose.
—Preparate de igual manera Hizashi —dice enseguida a su hermano que se encuentra detrás de él.
Este estudia la figura del líder y deduce varias cosas rápidamente.
Posteriormente Hiashi camina saliendo de la habitación que con aquella simple acción da por acabo el entrenamiento que se realizaba. Ha vuelto a la realidad de nuevo.
«Hiashi, acaso tú...»frunce el ceño preocupado al desaparecer la espalda de su hermano.
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La habitación tiene una tenue iluminación.
El amanecer no ha llegado, el fresco sereno matinal está presente en el ambiente, ruidos de insectos y la molestia palpable en el ambiente mientras el tiempo sigue transcurriendo.
—La tierra del relámpago lo ha negado todo y eso es lo que exige Kumogakure a Konohagakure por la muerte de su líder —replica el Hokage.
Sostiene un rostro de cansancio mas no el habitual, esta la impotencia descrita en cada rasgo posible, cada palabra hablada.
—Es un precio demásiado alto lo que piden —contrarresta el patriarca Hyuga con recelo.
«La inconformidad puede leerse en su rostro y en el resto de los presentes»una esperada reacción.
Pero el tiempo se agotaba y demasiado rápido.
—Con mi vida, Konoha puede ser salvada.
Una corta oración que atrajo la suficiente atención. La culpabilidad recorre su cuerpo con la transparencia de los hechos, ser el líder del Clan pasaba a segundo plano por un deber aún mayor.
Con ello baja la mirada al suelo, no era un asunto que se tiene que pensar, no cuando lo aceptaba.
—Aguarda Hiashi no te precipites —anticipa el patriarca—. El Kekei Genkai de la familia Hyuga es una de las fortalezas más importantes de la Aldea, es el deber del Soke protegerla para siempre de todos.
Los ojos de Hiashi se agrandan con sorpresa y viendo al patriarca detrás de él puede ver a Hizashi a su hermano con inexpresividad.
Siempre así, actuando de acuerdo a las formalidades del Soke. Limitándose solo escuchar sin hablar.
—Si, pero debo hacer eso a aún lado, por que sino guiaremos a Konoha a una guerra sin sentido —argumenta el lider dando un par de pasos inconscientes adelante.
Ademas de un miembro Hyuga, era shinobi de Konoha, no lo olvidaria fácilmente ni nadie a su alrededor lo haría.
—Bueno, puedo estenderlo, pero para eso... Es que existe el Bunke. Tomaremos el cuerpo de Hizashi y lo entregaremos en lugar el tuyo —vuelve a decir con justificación.
«Sin duda, sin emoción alguna....Firme. Confiado. Decidido»distinguia los rasgos más sobresalientes del patriarca.
La flaqueza cruzo en el rostro de Hiashi, la debilidad y angustia lo carcomian por más que lo suprimiera. Un Hyuga que nunca se inmutaba ante nada o nadie luchaba por no desmoronarse. Sin embargo en aquel momento no le importaba, muy consciente de ello se lo permite mostrar.
