"Sin compasión"

Cap.19

_Ya había pasado cuatro años desde que me mudé a la "casa" de Sam, estamos bien, sin rencores :D, pero creo notar a Sami un poco resentido no sé por que... bueno no importa, he descubierto que an abondonado el caso del "ángel de la muerte" un gran asesino y psicópata que aún está suelto... pff no sé de donde se an sacafo ese nombre, pero me gusta tiene su lógica supongo... yo solo lo ago por divertirme, mmm..ahora si que creo que soy un psicópata...

Conmiezo a reirme como un loco yo solo en medio de la "sala" Sam me mira con cara de asombro, no sé por qué ya debe de estar acostumbrado, supongo que me rio sin motivo a todas horas haga lo que haga.

Estamos comiendo unos espaguettis que a hecho Sam -no me pregunten de donde saca las cosas y el dinero, ni yo lo sé- cuando le llaman, una llamada importante por lo que veo se a puesto tengo, aprieta la mandíbula, está apretando tanto el tenedor que sis nudillo an tornado a ser blanquecinos, ¿qué será que le habrá puesto en ese estado?

-si... si... ya entiendo... pero... no podemos... si si si no te preocupes yo me encargaré solo dame tiempo... bale adios.- al colgar esa llamada se quedó paralizado, pálido y podía notar como temblaba bajo aquell pijama azul marino.

-Sami, ¿estás bien? ¿quién era?-

-nadie, no te preocupes- sonrió, perome conozco esa sonrisa falsa perfectamente, sus ojos entonaban preocubación, siguió comiendo haciebdo como si nada ha pasado... pero lo que no sabe este chico qye soy mas listo que el hambre, le sonreí castamente y seguí von mi comida, al terminar, Sam recogió la mesa y se fué sin decir adiós, yo solo suspiré, este chivo es muy bipolar ya tengo diesiocho años no tengo que aguantar esras tontetias de niño de guardería, si bo quiere hablar bien pero como me estrese mucho no dudaré en arancarle los órganos y hacerlos a la plancha...

Cuando me tiré en la cama me puse a pensar en estos cuatros años me he divertido mucho, ya llevo 14 hermosas víctimas... con estos pensamientos caigo en un sueño prifundo pensando en todos mis crimenes...

Crimen N° 1.

_Me aburro solo llevo una hora en casa de Sami, se ha tenido que ir a no sé donde... nunca me dice donde va, pff no sé que ha... espera voy a divertirme un rato, será genial, pero tengo que ver que ponerme mmm... tengo que tener como un uniforme para matar, Sam me ha dado ropa antes de irse, y mucha -de donde la sacará- bueno eso no me incumbe, cuando llego al armario en la habitación que me asignó sami encuentro unod vaqueros negros con una camiseta negra y una chaqueta... negra debo ir dr incógnito no debo ser visto, como un ninja... jaja estallo a carcajadas en con mis hermosos pensamientos, dios... necesito un arma, bajo las escaleras y busco, por armarios cajones etc, pero soloencuentro los cuchillos de cocina pero quiero algo mas fivertido, bajo al sótano por curiosidad, y ¡bingo! Unas hachas viejas al fondo de la habitación, cojo una y me coy a coger un cuchillo grande de cocina para afilarla. Cojo un buen cuchillo y hago fricción cin la hoja sobre la del hacha, asi hasta que la deja cono los choros del oro, la prueba y parto a la mitad una radio vieja y polvorienta... bien está genial. Salgo de "casa" para ir a matar ya son las 21:39 llevo una capucha negro bajo la chaqueta, cojo mi ahcha y el.paquete de guantes de látex y me puse uno ya de adelanto, doy una vuelta discreta por las calle llevo mi arma dentro de una mochila, y viy por las calles que las personas normalmente no pasan, cuando mebos me lo espero estoy en una calle de casas para gente... adinerada, no sé como pero estaba pebsando y me desvié de mi camino y mucho, ne asomo con discreción a una ventana por curiosita... esa familia de rubitos de ojos claros, sebtados como estátuas en las sillas y con sus palabreías... pff me gustaría entrar de golpe y matar a todos, pero no mato en casas lujosas suelen tener sistemas de seguridad demasiados buenos, seguí mi camino hasta llegar a un barrio normalito con pisos bien hechos, escogí uno al azar y me entré por instinto ya tenía la capucha puesta y una gran bufanda solo se podía ver mis ojos rojos-verdosos y unos guantes de latex, entré en una casa cualquiera, no había señal de cámaras asi que entré despacio, se escuchaba sonido de televisión y unos ronquidos atronadores ya eran las 23:57 entré con cautela asomandome por la puerta, -sin antes cerrar la de entrada- al asomarme vi un salón pequeño con paredes amarillentas con umedad en las esquinas superiores, unos sofás verde militar, una televisión antígua pero grande color gris, estaba puesto en una serie policiaca, un hombre gordo con una camiseta que en sus buenos tiempos era blanca ahora es de un color amarillento y con lamparones de comida... estaba con la boca abierta babeando, una barba de cuatro dias... daba asco me encantará acabar con su vida me acerque lentamente deposité mi mochila en la puerta de entrada al salon, despacio cogí mi hacha y colocandome en frente suya cogí con cuidado su mandíbula y de un tirón y con mi mano izquierda sugeté su frente a la misma vez que clavé mis dedos en su mandíbula y tiré con fuerza provocando que se dislocando su mandíbula, sus ojos se abrieron como platos dejando escapar una lágrima traicionera recorer sus mejillas, sonreí con euforia y deslicé mi lengua a mi labio superior disfrutando los espasmos de ese hombre, agaré su mandíbula desde dentro clavando mis dedos en ellos y con un lentitud increible y fui tirando, viendo como sus mejillas se desgarraban y la sangre salía con mas intensidad hasta que de un tirón en seco le arranqué la mandíbula tirandola a un lado de la sala, reí a carcajadas a aquel hombre solo lloraba, lloraba sin descanso supongo que esperando un milagro, cogí con fuerza mi hacha mientras este hombre convulcionaba bajo mi peso, me levanté cogí mi hacha, un pie lo puse en su pecho precionando, y levanté el hacha clavandolo en las clavículas y sacandola desgarrando todo a su paso, y otra ves, y otra, y otra, y otra, y otra... no paraba de reir las carcajadas salían de mis labios sun permiso, pero no me importaba... cuando acabé mi trabajo todo ensangrentado y con dolor de mandíbula de tanto estallar en carcajadas, escuché un...

-¿PAPÁ?- miré a mi alrededor buscando esa voz debil y entrecortada, encontrandome a una niña de 5 años en la puerta con un pijama demaciado grande para su edad y con un oso de peluche agarandolo con gran fuerza, reí a carcajadas con mucha fuerza, la niña se estremeció las lagrimas salian de sus ojos rojos, me dirigí con semblante desicivo hacia ella que no podía moverse mi corazon aun bombeaba adrenalina por todo mi cuerpo, al llegar a su lado...

Crimen N° 2.

_La agaré del cuello y la levanté sin escrupulos, la niña no podía ni gritar de la preción ejercida por mi mano, busqué el baño en aquella casa por todos lados, hasta que di con uma puerta marron vieja, la niña se seguía moviendo bajo mi mano de vez en cuando afrojaba la preción dejando que coja bocanadas de aire aún no la quiero muerta, cogí la cuerda metálica de la ducha y la enrosqué en su debil cuello y la apreté con todas mis fuerzas, sus pequeñas uñas arañaban su endeble cuello intentando sacar la cuerda en de su cuello, sus ojos reflejaban desesperación, y sus piernecitas se movian con fuerza... pude ver como su alma inocente se escapaba de sus debiles dedos, su tez blanquezina era notable, mi sonora carcajada resonaba por las paredes mohosas... cuando su agonía paró para asegurarme, ya que algunas veces puede haberse desmayado, agaré mi hacha y le degolle dejando su cabeza en el lavabo... admiré mi precioso y hermoso arte.