Cap.3

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Narra Tómas:

_"Estoy, otra vez en la habitación del centro, los Robison porfin me han devuelto, ellos no pueden ser los definitivo. quieros ser libre de una vez, y dejar de ir familia tras familia, son todos iguales, nadie me entiende..."

-Tómasss... soy Carennn... es hora del baño...- vi a la mujer de 30 años, con pelo rubio mal teñido y enbutida en aquel uniforme de hospital, su voz aguda me bajó de mis profundos pensamientos, hasta aquella habitación blanca, otra vez, me levanté en silencio y me dirigí al baño salvo por una sorpresa...

Caren:

Leía tranquilamente mientras miraba de reojo a aquel niño, tras el cristal de seguridad de la sala de psicología, donde tenían a Tómas, mientras miraba como sonreía de esa manera, que consigue que todos mis sentidos esten alertas, como estaba sentado mirando la pared blanca del cuarto, intentaba resolver el gran misterio que tiene aquel pequeño ser... pero la alarma del baño me sobresaltó consiguiendo que diera un pequeño gritito, silencié ese ruidoso aparato, miré al cristal por ultima vez, y me fijé que Tómas se había percatado de mi precencia, como, no sé, aquel cristal solo tenía una cara, me miraba con esa sonrisa... me estremecí por última vez y fui a por las cosas para bañar a Tómas.

Al llegar estaba mirando otra vez la pared era escalofriante, me paré en la puerta y lo llamé.

- Tómasss... soy Carennn... es hora del baño...- al escuchar mi voz me miró con un aire de indiferencia que solo lo podría hacer un adulto, se levantó serio, y se dirigió al baño, solo pude oir el agua correr por la bañera, recogí un poco el cuarto mientras Tómas se metía en la bañera.

Acabé recogiendo el cuarto, asi que abrí la puerta pero la humedad no me dejaba ver nada.

-Tómas... do-donde estás...- entré a aquel cuarto de baño tan grande, cuando escuché un porazo detrás de mi , tropezé con un pato de goma que se quejó con un pitido... al caerme las luces se apagaron...

-Tómas... n-no es una broma, enciende l-la luz...- intenté levantarme pero... -haaa... QUE ES ESTO...- sentí como un ardor se apoderó de toda mi pierna, pude retener un grito mordiendome el labio inferior, me acerqué al punto del dolor, palpé el lugar donde provenía, y pude sentir como en mi pierna había clavada una grande tijera metálica, la intenté sacar acercándome a la herida, pero noté otra tijera clavada en mi mano derecha que provocó que soltara el grito retenido, me saqué con cuidado la tijera... pero me dí cuenta que estaba enpapada de alcohol, el ardor era insoportable, sentía como la sangre corría libremente por la palma de mi mano, podía sentir el vacío que me quedó después de sacar las tijeras... de repente sin esperarme, las luces se encendieron pero seguía sin ver a Tómas, ni a nadie, ví mi mano que ahora tenía un gran agujero que había dejado las tijeras, era repugnante pude ver la desgarada carne que colgaba, y la sangre borboteante que no paraba de salir... saqué las otras tijeras y pude ver que eran las que hace un momento estaban en mi escritorio en el cajón de los materiales... cogí unas toallas que estaban cerca y presioné las heridas, fui a levantarme cuando el baño volvió a ser engullido por la oscuridad, y escuché una voz que me hablaba.

-como se encuentra, Caren... ¿necesitas que encienda la luz?...- pude notar la frialdad de su voz.

-Tómas ten c-cuidado, enciende la luz, n-no puedo ver nada...- al decir eso noté unos pasitos cerca.

-no se preocupe Caren, yo le ayudaré a ver mejor...-

Tómas:

Entré en el cuarto de baño, abrí el grifo con el agua caliente cogí unos guantes de látex del estante de las medicinas y cerré la puerta del baño, ví como aquella mujer recogía mis juguetes le dedique mi peor cara de repugnancia a sus espaldas, sonreí, y sin que se diese cuenta me deslicé a la puerta, como era la hora del descanso de la seguridad, fui al escritorio de Caren, cogí las dos tijeras más grandes que tenía y una grapadora cargada, la adrenalina invadía mi cuerpo, me sentía feliz con mis intenciones, no podía borrar la gran sonrisa de oreja en oreja que asoma por mis labios disfrutando de cada momento.

"Sin compasión"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora