Cap.4

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Narra Tómas:

_Después de la larga y emocionante noche, ví como la señorita Kanigan hablaba con aquel policía, no paraba de mirarme, yo solo la miraba para poder intimidarla y lo conseguí, ya que la oí decir que se encargaba de mí, objetivo cumplido.

Decidí portarme bien, después de una semana, Ana y Richard se fueron a trabajar y me dejaron con una niñera que tenía un hijo, me aburría... pero a cabo de unas horas, Ana y Richard llegaron, cuando los miré aquel hombre tenía un adorable pastor alemán entre brazos... le dí las gracias y me lo llevé, con Dani el hijo de la niñera, cuando se fueron me fui al cuarto que me habían preparado, era de pareces azul claro, con sábanas con estanpado de estrellas, tenía muchos libros, una televisión en la pared frente a la cama y bajo ello un gran escritorio blanco, me acerqué al escritorio, aquel animalito me estimuló la imaginación, sonreí y solo moví el lapiz sobre el papel, una hora más tarde terminé, hize muchos dibujos me sentía relajado, pero dejé uno de ellos en la encimera sin que se de cuenta Ana ni Richard, para poder ver si reaccionan bien...

Por la mañana, me desperté tarde y bajé las escaleras para encontrarme a Ana mirandome, el dibujo estaba en la mesa, no pude evitar sonreir pero intenté disimularlo era hora de la verdad, vi la pila de tortitas con sirope de chocolate, le sonreí y me senté, cuando estaba comiendo pude ver de reojo como cogía el dibujo y lo desdoblaba.

-Toby cariño, ¿sabes quien ha hecho este dibujo?- dijo mientras lo desdoblaba.

-si lo hice yo, lo he llamado, jugando con Dogui :D- lo dije de manera despreocupada, para mi suerte, le quitó inportancia y lo dejó de lado, esta es la definitiva...

Dos dias después, estábamos en el coche para ir al parque, con Dogui, al llegar me bajé corriendo, hace años que no tocaba la hierba, que no me sentía tan libre, era enbriagador.

Estaba jugando con Dogui, pero me gustaría ir con los otros niños a la parte arenosa, y así saber como portarme con mis nuevos padre, no parecer tan frío, pero tampoco quería dejar a Dogui solo, estaba en mis pensamientos cuando escuché que me llamaban, era Ana, me acerqué como hacía los otros niños, mirando mis pies, debía mostrar inocencia.

-¿que pasa Ana? ¿he hecho algo mal?- intenté parecer lo mas debil que podía, confieso que era francamente difícil, pero al parecer funcionó.

-nada, nada, solo digo que vayas a jugar con esos niños y así haces amigos...- alcé mi mirada a Dogui nunca tuve un perro, y no lo quería dejar escapar.

-no te preocupes yo me quedaré con Dogui- me imagino que me vió, mirar a Dogui, la miré le dedique la sonrisa tierna que mejor supe hacer y me fui corriendo con unos niños que jugaban a la pelota, porfin podría analizar mas de cerca su conportamento.

Pero antes me giré sonreí y le guiñé un ojo... pobre ilusa no sabe lo que le espera.

Alcé mi vista y ví una gran casa con tobogán y unos columpios, mmm... que pasaría si alguien cae desde tan alto monumento...

Cuando fui a subir para ver lo alto que estava, vi a un niño en las escaleras de entrada, no dejaba pasar a nadie, pero conmigo no lo conseguiría, me acerqué pero me paró con la mano, fruncí el ceño inconsientemente, quité su mano lo aparté de mi lado y fui donde quería ir desde el conmiezo, me acerqué, las tablas de madera crujían a mi paso junto con la barandilla que parecía viejo y debil, me asomé y se podía ver la barra de hierro del columpio, la caída sería brutal... pero una mano en el hombro que desvió de mis pensamientos, eso no me gustó nada, me dí la vuelta y lo ví su voz era como una taladradora en mis tímpanos, como ya estaba viendo lo que iría a ocurrir si me quedaba, lo aparté y me fui hacia las escaleras hasta que un tirón de mi camisa hizo que frenara en seco y esa voz inritante llenó mis oidos otra vez, en ese momenro mi vista se nublo de ira, no pude pensar con claridad y lo empujé con todas mis fuerzas hacia la barrandilla que por desgracia no aguantó el peso de ese irritante cuerpo, me acerqué y un crujido proveniente de su nuca hizo que sonriera inconsientemente, esa sensación que de hace días anelaba, era aquella que te hacía sonreir sin razon de vida, y mejoró cuando escuché el grito desgarrador de la madre que lloraba la perdida del pequeño cuerpo inerte, vi su cara, los musculos estaban contraidos formando una mueca horripilante, la sangre llenó el suelo, ahora manchado de ese líquido carmesí que se colaba por su garganta creando ese armonioso ruido borboteante, se podía ver como el hueso de su cuello sobresalía... pero mi sonrisa se borro por completo al ver a Ana mirandome con miedo, y contenplando la escena con horror, en ese instante supe que mis planes se fuero al fondo del pozo más profundo, era momento de parecer ingenuo, llore y escondí mi rostro entre mis piernas mientras abrazaba mis rodilla al fondo de aquella casita vieja y que crujía a cada paso, me mordí el labio inferior para evitar reflejar mi felicidad ante la escena, Ana me llamaba pero no le hize caso tenía que parece que tenía miedo de mi acto, de pronto una caricia en el pelo hizo que me sobresaltara.

-Tómas... no tengas miedo soy yo Ana, que a pasado, cuentamelo todo, ¿a sido un accidente?- saqué las lágrimas guardadas para emergencia, puse un puchero y me dediqué a hacer mi papel, levanté la mirada y le conté de la manera más tierna que pude.

-hi-hiba a subir p-para tirarme del tobogan, pero ese ni-niño malo no me dejo pasar, lo aparté para subir cuando hi-hiba a hacerlo me tiró de la camisa y n-no pensé que se ronpería las tablas d-de madera, y se cayó...- conmenzé a llorar por si mi historia no habia funcionado, Ana me acercó a su pecho y me balanceó, en ese momento ví a Richard que estaba de pie en la entrada a la casita, me escondí detras de Ana, como autodefensa, como hacía con mis padres reales hace muchos años, pero para mi sorpresa no se sacó el cinturon, solo me abrazó y cogió en brazos, para llevarme al coche, no me habia dado cuenta pero había un revuelto fuera, estaban los coches de policía, la ambulancia y algunos familiares llorando, Ana me dijo que la madre no presentó cargo alguno por ser menor y un accidente... mi historia habia funcionado.

Al llegar a casa subí con Dogui a mi cuarto y me dormí, conplaciente de que mis planes seguían en marcha, y que ese pozo tenia una fuga.

"Sin compasión"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora