Cap. 25

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_Aquí estoy yo, sentado en una cama, con la mirada perdida en un punto fijo en aquella pared amarillenta; sin palabras, en mis pensamientos, me tumbé mirando el techo, con los brazos en la nuca, nosé que hacer ahora, nosé como se harán las cosas a partir de ahora, estoy en la mansión de una familia mafiosa, de lo que creía que era mi mejor amigo, y creedme no tengo muchos, por no decir ninguno, aunque no me importa, solo sé que las cosas no son como son hasta que... pasa algo que no puedes explicar.

Me estaba quedando dormido, cuando el movimiento de la puerta me alerta, pero no me muevo solo abro los ojos, y desvio mi mirada hacia la puerta en mis pensamientos aquella persona era Sa... bueno Matteo, pero no, me equivoqué, era uno de los ¿matones? del padre de Matteo... pff no me acostumbro a esto de Matteo...

-Señorito Tómas, le llama el señor Gobbi...- no me había dado cuenta me había quedado mirando con el ceño fruncido, noté un pequeño temblor de rodillas en aquella persona que seria capaz de intimidar a cualquier ser, tenía el típico traje negro, con corbata sobre una camiseta formal nlanca, y unas gafas negras, que no tiene sentido ya que no estamos en el exterior... y una gran calva; su trabajado cuerpo, por no decir excecivo, parecía que podía partirte a la mitad, y este hombre está con un ligero temblor, que intenta ocultar, estaba esperando una reacción por mi parte, ya que lo miraba y analizaba detenidamente y no miento diciendo que me encanta la idea de que me teman.

-si, claro... pero no me llame señorito, no me trate como usted, solo Tómas- con aire semblante me levanté y me dirigí hacia la puerta, serio y monótono, a decir verdad es divertido, ya que respiraba entrecortadamente y quiero pemsar que es por la precencia de um psicópata, con una técnica profeciona, intentaba disimularlo pero no pude evitar sonreir debilmente.

Llegué a la misma sala impoluta de antes, el despacho del gran Gobbi... dios no tengo ni idea de que pasará conmigo, ¿me entregarán?... no lo sé.
Al entrar en aquella sala, el mismo hombre de aspecto sombrío, me esperaba, me hizo un simple movimiento de cabeza que sobreentendí que era que me sentase en la silla que está frente a él, no voy a mentir, estaba nervioso, su mirada intimida...

-te noto nervioso, ¿tienes miedo?-

-el miedo es algo necesario para la vida, no significa debilidad, solo es una señal del cuerpo de peligro- pretendo impresionarle, estaría bien quedarme... bueno mejor que.entregarme.

-entiendo.... y dime Tómas como.conocistes a mi hijo-

-era mi vecino, por decirlo así, maté a los que creía que era su familia-

-haam... asi que eres el famoso Tómas... he oido hablar mucho de ti...-

-eso es... ¿bueno?- estaba ansioso por saber mi destino.

-¿bueno?...-

-...-

-si digamos que si, es bueno, ya que tienes la mayoría de edad para entrar... me gustaría que te unieras a nosotros, te entrenaremos y si no quieres no tendré mas remedio que entregarte, y no creo que te guste la ejecución-

-hmm... ya que no tengo otra opción... claro ¿por qué no?-

-tu entrenamiento conmenzará mañana, cada semana te enviaremos 1 o 2 misiones... te proporcionaremos comida, un cuarto y maeriales para lo que necesites-

-claro, pero ¿podré matar como yo quiera?-

-si, mientras no dejes rastro-

- de eso no hay problema-

-bien, si me disculpas tengo trabajo, Demian mi guarda, te acompañará a tu cuarto y te enseñará todo lo que necesites para mañana, hirarios, lugar, etcétera- tras decir esto la puerta se abrió mostrando al mismo hombre de antes que supuse que era Demian, me levanté le hice n gesto de despedida y me fui.
Al llegar al cuarto que estaba antes entré y Demian comenzó a explicarme que tendria que hacer, tendré ropa de sobra en el armario tanto de salir como para "trabajar" estaba viendo el armario comprobando las cosas que necesito hasta que una voz grave me desvió de mi concentración.

-hmmm... seño... digo Tómas, he oido hablar mucho sobre ti, pero creía que tenias un tono singular de iris...- se me olvidava aún llevaba las lentillas, me di la vuelta saqué la cajita de envase y me las saqué, me dí la vuelta y Demian solo pudo exclamar un gran...

-¡hoo!-

-me puse lentillas para no dar mucho ql cante mientras venía hacia aquí-

Me guardé la caja en el bolsillo del pantalon y seguí buscando lo que necesitaba.

-faltan guantes de latex-

-si, se lo informaré al señor Gobbi-

-a qué hora debo estar en el entrenamiento y donde-

-debes estar en la sala 12-A en el 2° piso, a las 10:00 sin retrasos, debe venir cómodo, en el segundo cajón del armario tienes pantalones, camiseta negra y las zapatillas de deporte en el lado derecho del armario-

-bien, si me didculpas, voy a ducharme y a dormir estoy cansado-

-si, claro... hasta mañana Tómas- tras decir esto Demian salió de la habitación con una pequeña sonrisa me cae bien, me idolatra, yo me dirigí al baño a darme una ducha relajante, aquel despampanante baño es increible, es mas grande que mi antigua habitación, con un bañera blanca, una ducha deslumbrante, las paredes de color blanco.impoluto con toques azul agua, todo este lugr es relajante, me lo puedo toma como unas pequeñas vacaciones con diversión, me desnudé, y me metí en la ducha, me relajé bajo el agua caliente, todo esto era algo abrunador, pero en aierto modo genial, ya que voy a estar en esta lujosa casa, aprenderé cosas nuevas para mi maravilloso "trabajo", me otorgarán libre alvedrío para lo que quiera hacerle a las victimas, aunque yo no la elija, y artilujios que necesite, vamos en otras palabras, mogollón de armas nuevas, esto es genial, lo aprovecharé hasta que me canse... ya me entienden...

Ya en la mañana siguiente, los rayos de sol perturbadores se asomaban por un trecho de las cortinas sin cerar y daban de lleno en mi cara, me olvidé de cerrar las persianas y las cortinas, ya que en la noche anterior, después de la ducha, estaba tran relajado que me coloqué el pijama y me tiré en la cama arropandome rápidamente con las suaves sábanas, me levanté peresosamemte y cerré las persianas y las cortinas, me fijé en el reloj y aún eran las 7:43 me recosté de nuevo y dejé que el sueño me llevara de nuevo a mi rinconcito de paz, para soñar que... destripo niños, haaa... que agusto se está, sin darme cuenta ya me había quedado completamente dormido.

BIZZ BIZZ BIZZ BIZZ BIZZ BIZZ

El despertado me despertó de mi pequeño y dulce sueño de una especie de matanza de texas, lo miré con el ceño fruncido, ya que eran las 9:00, hora programada seguramente por los matones del gran todopoderoso señor Gobbi tkss que pereza, pero tengo que hacer esto si no quiero que me entreguen y me despellejen vivo, apagué esa molesta cajita negra y me levanté hacia el baño, mw di una ducha rápida, me cepillé los dientes, cosa que no supe como trajero mi mismo sepillo hasta aquí, extrañamente buenos son esta gente, cuando terminé me fui al armario con una toalla enroscada en la cintura, cogí lo que me mandaron vestir, y todo era exactamente de mi talla hasta los boxers, todos negros claro, saben de mis gustos, y el señor Gobbi hizo como si no me reconociese, extraño, pero bueno paso de rayarme por eso, me vestí y fui dando un pequeño paseo por los pasillos hasta que di con el mio justo a las 10:50 diez minutos antes pero, no me dí cuenta, al entrar estaba Demian, en medio de una especie de arena de lucha azul marino, en una sala iluminada con blancas luces en el techo, no tiene ventanas, pero algo me sacó de mis adentros, Matteo, debo hablar con él, pero antes tengo que completar mi entrenamiento. Me acerqué a Demian que me saludó de un apretón de mano, y prosiguió a hablar.

-bien Tómas hoy haremos lucha cuerpo a cuerpo, yo seré el que te entrenará, quiero ver como eres, asi que elige a cualquiera de mis hombres para luchar- al decir esto entraron una fila de hombres grandes y corpulentos, vestidos como yo pero se me ocurió algo.

-quiero a... Matteo-

-pero Tómas...-

-nada de peros quiero enfrentarme cotra él- reí con la expreción de asombro y un poco de miedo en su rostro, se acercó despacio, sin prisa...

Este es el momento de VENDETTA.

"Sin compasión"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora