_Anteriormente:
-bien Tómas hoy haremos lucha cuerpo a cuerpo, yo seré el que te entrenará, quiero ver como eres, asi que elige a cualquiera de mis hombres para luchar- al decir esto entraron una fila de hombres grandes y corpulentos, vestidos como yo pero se me ocurió algo.
-quiero a... Matteo-
-pero Tómas...-
-nada de peros quiero enfrentarme cotra él- reí con la expreción de asombro y un poco de miedo en su rostro, se acercó despacio, sin prisa...
Este es el momento de VENDETTA.
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Su pequeño y casi impesceptible temblor en las manos, que intentaba ocultar formando un puño con ellas, me hacía saber que conoce lo que hago y no dudaré en hacerlo, llevaba puesto unos vaqueros pitillos oscuros y una camiseta negra basica ceñida, sus pasos retumbaban dentro de unas comvers con aspecto de ser viejas, raro ya que parece que el señorito tiene bastante pasta... al acercarse lo seficiente, tanto a quedar a escasos centímetros, intentando ser decidido (cosa no conseguida) pude notar su entrecortada respiración, sonreí a su comportamiento, aunque lo entiendo ya que Matteo es mas de ordenadores y demás no de puño, o por lo menos lo que creo conocer de él.
Demian se acercó lentamente entre nosotros, yo seguía sonriendo con superioridad, y Matteo seguía nervioso, Damian le dijo algo que pude entender como "¿estás seguro?" Y un Matteo asintiendo ya decidido con la cabeza, se giró hacia mí con el ceño fruncido, y Demia se dispuso a explicarme las posiciones y demás, mientras que yo seguía con mi gran sonrisa, enseñando los dientes, cuando Demian terminó asentí decidido y se alejó, me coloqué en pocición inicial, y me preparé para el combate, no me podía ver pero seguramente mis ojos estaban llameando ira, y mis ansias por dejar en silla de ruedas al chaval se ensanchan cada vez mas.
Una palmada y un sonoro "¡ya!" me hizo apreta los puño y esperar al ataque. Como había previsto Matteo avanzó decidido jacia mi persona, mientras que yo no reaccioné, hechó el puño hacia atrás y se dispuso a golpearme la cara pero para su sorpresa, por como noté en su rostro, lo frené, apretandolo bajo mi mano y riendo con la mirada mas sombría de mis lista, para que el miedo comenzara a circular por sus venas, lo giré con un movimiento seca y lo empujé hacia mi cuerpo con el puño de la mano derecha en alto y dirigiendose a su mandíbula, golpeé con fuerza provocando que cerara los ojos al recibir el impacto e hiciera una mueca de dolor, con aun mi puño en su barbilla notando como la piel se undía que de seguro sería un futuro moratón, con mi mano izquierda aun sujetando con fuerza su derecha lo empujé mas hacia mí, quitando el puño de su cara y dirigiendo su cara a mi rodia que acto seguido alcé, lo empujé al suelo, con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro, Matteo se levantó tambalenandose sobando su mandibula que tenía un leve rubor, aún, cuando se enderezó me miró con ojos llenos de furia y corió hacia mi con el intento de propinarme un puñetazo que no logró dar, me desvié de su tragectoria girando hacia la derecha y dandole una gran patada en la cadera que hizo que se callera y arastrara la cara por toda la moqueta, un quejido de dolor salió de sus labios, provocando en mi una gran carcajada, de las que no puedo evitar, levanté mi mirada del suelo y vi en un espejo de la sala como mis pupilas estaban dilatadas de una manera increible, acompañado de una sonrisa maniática, mire a mi alrededor como todos los integrantes estaba con una gran "O" formada en los labios, estaba con los pensamientos en otro mundo cuando un quejido por parte de mi contrincante resonó por mis oidos como música celestial, se levantó despacio y con una mueca de dolor, me miró, una pequeña gota de sangre recoría sus labios haciendo que la adrenalina recora mi cuerpo sin dejar ningún punto escapar, ese color es sumamente enloquecedor, mi sonrisa se ensanchó y mis pupilas crecieron a un límite incalculable, sentía esa sensación recorer mi cuerpo, aquella sensación que sentía en el momento antes de arebatar la vida a mis queridas victimas, me acerqué decidido, las descaras eléctricas que recibía mi cuerpo eran tales que hacía que aquellos incontrolables tics llegaran a mi cuello, riendo macabramente mientras estaba cada vez mas cerca, y mas cerca, y mas cerca, y mas cerca...
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"Sin compasión"
Horror_Hola, me llamo Tómas Witch, pero mucho me conocerán como "Angelus mors" (ángel de la muerte en latín), tengo 66 años y esta es mi historia y como no pude controlarla. Toda mi vida he arebatado lo más preciado que cualquier persona pueda tener y que...