Delphini oculta como estaba entre las estanterías de las pociones, sonrió por lo que acababa de descubrir, un perfecto triángulo amoroso que le daba la posibilidad de separar a Scorpius de Albus y llevarlo al punto que necesitaba.
La vida por fin parecía jugar de su lado, con la información del amor que Rose decía sentir por su primo, y el resentimiento de Malfoy al verse engañado, evitaría que Potter pudiese entablar una relación con él, lo que favorecía a que la profecía se cumpliese y que el rubio comenzara a formarse como el líder de la tercera y definitiva Guerra Mágica.
No obstante, para que su plan fuese perfecto debía ganarse la confianza de dos personas, la tonta de Rose quien a pesar de ser una magnífica bruja, su carácter caprichoso estaba opacando muchas de esas cualidades convirtiéndola en una ficha fácil de manipular, y Rick Snyde, el hijo de una familia que seguía siendo fiel a las enseñanzas de su padre, el chico había demostrado su interés en Malfoy y sabía que los celos y la posesividad no eran buenos consejeros a ninguna edad.
Si sabía mover las fichas en Hogwarts, y la Ministra seguía cometiendo errores ligados a las decisiones que tomaba en favor de los sangre sucia, pronto podría empezar con la venganza hacia los asesinos de sus padres, un deseo que con los años parecía retomar fuerza en su corazón y cabeza.
En ese instante quiso ver la expresión que tendrían los rostros de quienes, desde el día que llegó a Hogwarts, habían levantado su voz de protesta por ser una mestiza la que impartiría la materia de Pociones, como si Snape hubiese sido un sangre pura. Lo cierto es que el malestar expresado por los padres se convirtieron en una constante tanto en el Ministerio como en la oficina de la Directora McGonagall, lugares donde las cartas parecían no tener fin. A pesar de la inconformidad de los mayores, los chicos habían admitido que el nivel de la clase no disminuyó, pero su presencia era un indicio de que el colegio modificaría su estilo de enseñanza modernizándolo para la nueva sociedad muggle que a pasos agigantados interrumpía en todos los campos y dimensiones. Verdad que muchos sangre pura no querían aceptar, aun teniendo las evidencias.
Sin embargo, la situación actual a la única que ponía en desventaja por la manera arbitraria como estaba haciendo los cambios, era a la ministra Hermione Granger. Delphini rió al recordar cómo los medios comenzaron a especular sobre lo que quería la hija de muggles, la bruja haciendo gala de su soberbia pidió una rueda de prensa para dar las razones de la intervención en Hogwarts, el resultado, como era de esperar, fue contraproducente. El discurso se catalogó como una advertencia a los sangre pura, la frase «los tiempos han cambiado y es necesario dejar atrás los viejos estigmas», se malinterpretó por parte de los miembros de las familias clásicas del mundo mágico, y por ende, la popularidad de la mestiza se vino al piso con todo tipo de amenazas desde las altas esferas.
Delphini podría jurar que lo único que detenía a los agresores era la familia de su esposo Ron Weasley, que con el tiempo demostró ser un mago de prestigio y que ganaba el reconocimiento por su "ojo" para los negocios. Además, con frecuencia se le veía en la sección de Sociales del Profeta en reuniones con los Carrow y los Greengrass, sangre limpia prestigiosos y con grandes anhelos de poder.
La heredera de Voldemort consideraba que Hermione estaba enceguecida por el amor de madre y el deseo de proteger a Rose, que no se cansaba de hablar sobre un supuesto hostigamiento por parte de Malfoy y sus amigos, lo que alteraba su percepción de la situación llevándola a cometer semejantes desaciertos. Muestra de esto fue la citación que recibió poco antes de la cena en la Dirección del colegio, la presencia de su jefa no fue extraña y menos el tema por el que se le requería.
—La escuchamos profesora Rowle —con la calma que la caracterizaba Minerva pidió la explicación del enfrentamiento entre Gryffindor y Slytherin.
—La señorita Granger-Weasley se vio atacada por el joven Scorpius cuando declaró tener sentimientos por su primo Albus.
—¿Estás segura de lo que dices Augurey? —la pelinegra afirmó definiendo el comportamiento de quien le llamaban el Rey como agresivo y hasta peligroso para sus compañeros.Declaración más que suficiente para que dos días después Draco Malfoy recibiera un documento redactado por el consejo de padres de Hogwarts y firmado por Hermione en representación de los mestizos, donde se solicitaba retirar a su hijo del colegio antes de proceder a una expulsión por el uso de magia avanzada sin supervisión.
Colocó el papel en su escritorio pensando en la razón de semejante persecución, tan ensimismado se encontraba que no notó la mirada de su madre.
—Pide que lo dejen presentar los T.I.M.O. —pronunció Narcisa asustando a Draco—. Si desea ir a otro colegio haremos el traslado, de lo contrario, busca los mejores tutores particulares e instrúyelo en lo necesario aquí en la casa.
—¿Sin amigos? —Malfoy no quería que su hijo se viese apartado de jóvenes de su edad, fueron años llevando un estigma que no le correspondía y ahora una estúpida niña caprichosa venía a afectar su vida.
—Tiene los que necesita —aseveró la mujer recordando a su extraño visitante de la pasada navidad, y a los descendientes de Murk y Snyde—. Además, Hugo es su fiel escudero, él lo ama como un hermano, lo apoyara hasta después de la muerte.Draco le pidió tiempo para pensarlo, desde la muerte de Astoria nunca había tomado una decisión arbitraria con respecto a Scorpius y no iba a hacerlo en ese instante, escribió a Minerva y se retiró a descansar, tratando de imaginar lo que su hijo debía estar sintiendo al leer la notificación.
Scorpius sintió la rabia y preocupación que embargaba a su padre, arrugó la carta donde se le avisaba que sería apartado de las clases con sus compañeros, y mientras se definía su permanencia en Hogwarts debía asistir a tutorías privadas con la odiosa Augurey Rowle como tutora principal.
La bruja parecía haber logrado su objetivo, un suplicio de cuatro días ya que la vería en pociones, artes oscuras, encantamientos y transformaciones, los momentos de descanso los tendría con Herbología y Criaturas Mágicas, lo único bueno era que no tendría clases de vuelo.
Se tiró a la cama cavilando en lo que su padre podía hacer al respecto, asumió que su abuela debió aconsejar el cambio de colegio, pero él no quería irse de Hogwarts, lo proclamó y lo cumpliría, ser el mejor mago de todos los tiempos superando a Voldemort y a Albus Dumbledore.
Los golpes en la puerta lo levantaron para ver quién se atrevía a visitarlo a esas horas, rogó porque no fuera Rick, si antes lo cuidaba ahora parecía su sombra, era un filtro para quienes le deseaban hablar, y tenía que aceptarlo, se convirtió en el perfecto para mantener lejos a Potter, hasta ese instante.
—¿Qué quieres? —inquirió abriendo para darse cuenta de su error.
Escuchó las palabras del hechizo silenciador, siendo empujado dentro de su habitación en lo que percibía el fuerte agarre de Albus sellando la entrada y las ventanas.
—Vas a oírme desees o no —sentenció el ojiverde tomándolo de la cara para obligar al rubio a verlo—. Evítame el tener que inmovilizarte.
Una vez se sintió libre, Scorpius se dirigió por su varita para enfrentarlo, sin embargo, se detuvo al escuchar la voz del ojiverde en su cabeza.
—Prometiste que nunca lo harías conmigo.
—Tu rompiste primero la promesa —repuso Potter de inmediato para continuar con su explicación—. Rose se me confesó ese día, ignoraba sus sentimientos y es la hora que dudo que sean verdad.
—No te creo, ustedes no son de fiar y siempre me han mentido —afirmó el ojigris pasándole el papel que minutos atrás arrugó—. No me voy a ir de Hogwarts aunque tu tía se pare de cabeza.
—Si piensas hacerlo, yo me iré contigo —dijo Albus sin siquiera mirar lo que ya sabía por su padre que le contó lo que Hermione trataba de hacerle al rubio.Scorpius nunca supo porqué lo preguntó, pero la respuesta del ojiverde le conmovió demostrándole lo débil que podía ser en su presencia.
—¿Me acompañaras incluso si soy un mago tenebroso?
—Aunque seas el mismísimo demonio —aseguro ASP para dar un paso al frente y volver a hacer lo que desde ese día en los vestidores anhelaba, besar a quien necesitaba lo aceptará como su único amor.
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Punto y Aparte
FanfictionAlbus y Scorpius han crecido juntos, se ayudan y rara vez se separan a menos de que sea necesario. La relación entre sus padres, aunque sigue siendo fría y distante, no ha sido impedimento para que el hijo de Draco Malfoy mantenga una relación que c...