Aceptación

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Narrador omnisciente:

—Espera... déjame ver si entendí—pidió la chica mientras que sacaba la cuchara de plástica de sus labios para hablar con mayor comodidad—eras una chica y ahora eres chico... ¿Entonces eres transexual?—cuestionó confundida a la vez que apuntaba el pecho del contrario con los restos que aun quedaban de su helado en la punta de ese objeto.

Leo se encontraban tomando un helado dentro de un pequeño local que particularmente le gustaba a Rose, el muchacho al principio había estado completamente intimidado y nervioso ante la presencia de ambas chicas ya que se había dado cuenta que, realmente no las conocía en lo mas mínimo así que no sabía que tema podría abarcar sin llegar a crear un ambiente incómodo.

En un comienzo la chica de cabello rojo llamada Nayeon fue bastante fría con él, lo estuvo inspeccionando queriendo ver como reaccionaba ante las palabra que soltaba de forma tosca teniendo las intenciones de herirlo ya que, para sus ojos cualquier persona ajena a ella era un peligro para su hermana, pero Leo actuó siendo compasivo con ella; él más que nadie sabía el sentimiento de temor que una persona podría llegar a sentir.

Rose apoyó su codo sobre la mesa manteniendo su palma adherida contra su mejilla mientras que sus ojos no podían despegarse del bonito perfil extranjero; ella era consciente que, si uno prestaba realmente atención a las facciones ajena se podría dar cuenta con bastante facilidad de que era una chica escondida entre ese cabello corto y el moretón de su mejilla, pero igual no fue capaz de comentar aquel hecho pensando que podría incomodar al pelinegro.

—Soy transgénero—aclaró Leo con calma mientras que, entre sus dedos jugueteaba con el plástico de su cuchara queriendo recolectar el resto de helado que se ya hacía en el interior de su vaso.

—¿No es lo mismo?—cuestionó Nayeon volviendo a llevar su cuchara contra sus labios saboreando el helado.

Rose realmente no estaba prestando atención a las preguntas de su hermana menor, pero al notar como el pelinegro alejaba la cuchara de su boca y deslizaba con ayuda de sus palmas el objetivo hasta el centro de la mesa, supo en ese mismo instante que lo que estaba por responder era complementamente importante para él.

Leo relamió sus labios sacudiendo su cabeza en forma de negación causando que sus cortos cabellos lograran lastimar su vista. Rose no pudo evitar el impulsar su torso deslizando su dedo índice por sobre la frente del tailandés causando que su cabello dejase de estorbar. El chico sonrió nervioso intentando no mirar a la muchacha, colocando toda su atención en la pelirroja.

—Ser transgénero significa que mi identidad de género no concuerda con lo que mi cuerpo expresa hacía el exterior...—aclaró causando que ambas chicas se mantuvieran silencio mirándose entre sí confundidas por sus palabras—me explico; yo me identifico como un chico—habló llevando sus palmas contra su pecho— pero mi cuerpo demuestra que en realidad soy una chica, así que por eso estoy con tratamiento hormonal para poder sentirme cómodo tanto física como mentalmente hablando—intentó ser lo más paciente a pesar que no sabía muy bien como explicar el tema—y ser transexual abarca el hecho de que una persona no se sienta cómoda con los genitales que le tocaron por azares de la vida.

Nayeon mordisqueó su labio superior limpiando los restos que tenía aun de lo que había consumido a la vez que dejaba su cuchara dentro de su vaso ya vacío, la chica miró nuevamente a su hermana para luego centrarse en el bonito tailandés.

—¿Y te sientes cómodo con lo que tienes entre las piernas?—y quizás Nayeon era demasiado directa para el tímido pelinegro quien realmente no había tardado nada en sentir como su rostro por completo se envolvía de un fuerte tono carmesí.

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