Parte treinta y cinco

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—¿Draco? —habló con dificultad su dulce y cansada voz.

Al instante, todo se detuvo para Draco; no importando nada más. Los recuerdos se desvanecieron en menso de un segundo y dirigió toda su atención a Annelisse, observándola moverse levemente tratando de abrir los ojos.

El alivio y la felicidad invadió de golpe el cuerpo de Draco. Annelisse había despertado. Al fin, pensó. Delicadamente la acarició, permitiendo que ella se despertara.

—Lisse, estoy aquí. ¿Me oyes?

—Draco, donde estoy, que ha...

—Sh, sh. Tranquila, todo está bien —habló sintiendo la felicidad explotar dentro de él al verla viva, despierta—. Llama al médico —dijo girando su rostro un segundo hacia su madre.

Rápidamente, Narcissa hizo caso y fue en busca del medico para avisar de que Annelisse había exitosamente despertado tras dos eternos días.

Varios segundos después, Annelisse logró abrir bien los ojos, pudiendo observar mejor Draco, a quien se alegró de ver, sonriéndole ampliamente.

—Estoy tan feliz de que hayas despertado, Lisse. Yo... —suspiró sin poder terminar. Sin darle tiempo, dejó pequeños besos en los labios de ella, por fin sintiéndolos de nuevo.

—Pero ¿Qué ha pasado, Draco? —hablo todavía algo desubicada, confusa.

—Señor Malfoy, ya estoy aquí —irrumpió el doctor entrando en la habitación y tras él, Narcissa.

—Draco, he mandado un mensaje a todos. Vendrán cuanto antes —habló su madre  acercándose a él.

—Señorita Haunt, me alegra verla despierta, ¿Cómo se encuentra? —habló esta vez el médico, acercándose a Annelisse. Draco se apartó, dejando que éltrabajara.

Gruñó tratando de incorporarse un poco sobre la camilla.

—Bien, creo. Confusa. ¿Por qué estoy aquí? —frunció el ceño, mirando al doctor.

—Su prometido la trajo aquí hará dos días. Al parecer rompió un Juramento, uno que por suerte no la mató.

Ante aquello, Annelisse miró a Draco, casi asustada. Los recuerdos, entonces,  volvieron a su mente, recordándolo todo. La visita a Hogwarts, la carta, el pensadero, el recuerdo, todo.

—Tuvimos que inducirla al coma por el bien de los dos, no podíamos arriesgarnos a que lo perdiera —explicó el doctor.

—¿Perder? ¿De qué habla? —miró a Draco un segundo y a Narcissa, no entendiendo de qué hablaban.

El médico miró un segundo a Draco y luego suspiró.

—Su prometido la pondrá al día. Por favor, déjenme comprobar que todo está correctamente y luego podrán verla de nuevo —le pidió a ellos dos.

Tanto Draco como Narcissa asintieron y lanzando una última mirada a Annelisse para luego salir ambos de la habitación.







Una eterna media hora había pasado. Todos estaban en la sala de espera una vez más, esperando a que pudieran entrar a verla.

—Señor Malfoy —lo llamó el médico. Él se levantó rápidamente yendo hacia el doctor—. Está todo perfecto. Mañana por la mañana podrá irse a casa. Es siempre más seguro que pase la noche para estar cien por cien seguros de que está fuera de peligro. Pueden todos pasar a verla —le sonrió.

La mano de Mittie se posó sobre el hombro de Draco, sobresaltándole un poco. Él giro su rostro.

—Entra tú. En quince minutos vendremos nosotros —le sonrió ella.

Cinco horas con draco malfoy, pt.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora