Narrador.
Recorría los parajes verdes y los caminos acantilados, un muchacho con las ropas rasgadas y con el semblante demacrado, atormentado por las memorias de un suceso reciente. Se sentía asqueado de sí mismo, desorientado caminaba, por inercia, ni siquiera el mismo estaba seguro de cual era finalmente su meta.
-¿Qué había sucedido?-
Antes que todo se le fuese de las manos, Marcus días atrás estaba preparándose para dar una prueba de reclutamiento al alba, la casa estaba silenciosa y la mañana era fría, comió casi por protocolo su ultimo desayuno en su hogar. Cargo su bolso de cuero negro con sencillas provisiones y antes de partir dio un último vistazo al escudo familiar que resplandecía en la entrada de su hogar, sintiendo un pesar en su alma.
A diferencia de sus pares, Marcus no deseaba pertenecer a tal ejército, no tenía las ambiciones de quienes se lucharán a duelo por sobrevivir. No quería ser un asesino sangriento, pero estaba obligado a completar la meta para escapar en el sigilo de la noche del campamento, esta prueba estaba hecha en un bosque cercano a la frontera con escasa vigilancia, una oportunidad única de escape. Pero a pesar de su determinación, sentía que estaba abandonando algo importante y eso punzaba su corazón, fue en ese instante que se acercó a él una mujer, su cabello largo rojo ondeaba con la brisa del otoño y le miraba con seriedad, era su madre. Inmediatamente con la costumbre miro hacia otro lado para no incomodarle, apretó las cuerdas de su pequeño bolso y le dio la espalda para partir.
-Marcus- le llamó, algo que le sorprendió, era la primera vez que escuchaba su nombre desde su boca en mucho tiempo.
-Si, lady katarina- no la miró de frente, pensaba que tal vez se venía a despedir por simple cortesía y no quitaría mucho tiempo para pasar de ese incomodo momento.
-Recuerda, en tus hombros esta la responsabilidad de honrar a esta familia, intenta no hacer algo idiota solo porque me odias, debes sobrevivir para proteger a los tuyos que viven y comen gracias a este ducado-estas palabras fueron alguna vez dichas por su padre y ahora era replicadas por ella, la única forma que conocían para evaluar un heredero digno de su casa.
-Madre, yo nunca te he odiado- dijo dándose vuelta, mirándola a los ojos con una dulce sonrisa sincera, al no recibir su respuesta, se marchó subiéndose a un carruaje que estaba esperándole, que le llevaría a su prueba.
Katarina se quedó allí, estupefacta, esas palabras la remecieron tan simple pero muy simbólicas, a pesar de todo el mal que le ha ocasionado, el sigue mirándole con él amor de un hijo hacia una madre. Se decía a si misma que no debía caer ante insignificante sentimentalismo, pero en su oído podía seguir oyendo su voz, para no caer en la aflicción, ella se dirigió al campamento para esperarle en la meta, donde todos la observaría y juzgarían sus acciones.
Marcus comprendió que era eso lo que le molestaba, dejaría a su madre sola en ese frío palacio, a pesar de que ella le ha ignorado y no le ha demostrado ni una pisca de amor, la quiere por ser simplemente su madre y haberle dado la oportunidad de vivir. Sin embargo, estaba determinado en buscar a su padre y por ello no debía mirar atrás.
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Narrador.
El inicio de la prueba es a los pies de un bosque frondoso, donde cohabitan animales bestiales, los obstáculos y hiedras venenosas, los reclutas se adentraban diferenciado por unos diez minutos, escasos minutos para correr y ocultar del siguiente que sigue y de los que ya esperan en el paraje. La prueba termina cuando se llega al final de la meta, parece simple pero la soberbia de los noxianos es mucho más grande y los postulantes habitualmente buscan un poco de sangre para llenarse de morbosa gloria.
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Bastardo. (Garen x katarina) (EN PAUSA)
ActionMarcus es el hijo de Katarina Du couteau , supo que su padre es un enemigo demaciano. Escapa de Noxus y decide emprender un viaje hacia Demacia para conocer a su padre.