Narrador.
Se acerco al otro lado del riachuelo tan veloz como caían sus dagas alcanzando una tras otras, hasta notar como el hombre se empezó a mover con pereza, levantando una linterna dorada. Katarina se paró en seco y Garen al verle quedo en silencio, en vez de ponerse de pie y atacar como todo un buen soldado haría ante un enemigo, pero ella con su sola presencia rompió todas sus defensas.
Ambos no sabían que decir, en ese momento tomaron silencio mientras se resolvía el caos en sus mentes, hasta que ella comenzó a hablar.
-...pensé que eras mi presa- dice bajando sus armas, intentando acabar la incomodidad entre los dos.
-...ya veo...ha pasado un buen tiempo ¿te encuentras mejor? – pregunta, sin saber que decir.
-...la respuesta es obvia, ha pasado un año- responde tosca.
-si es verdad...- Garen siente el viento en su cuello y ve hacia el horizonte, el atardecer está presente y con ello el inminente peligro.
-La niebla negra toca la orilla de la playa, te sugiero refugiarte en la cabaña del muelle-
-aunque me encierre en ese lugar la niebla se filtraría-
Katarina sabía que no alcanzaría a llegar a un área más segura, tendría que luchar toda la noche con los espectros hasta que vuelvan al mar.
-no necesariamente, esta linterna de los centinelas de la luz permite que, dentro de una determinada área, la neblina no se acerque-
El sin considerarlo, estaba entregando una valiosa información a un enemigo fronterizo, sin embargo, la quería resguardar del inminente peligro que enfrenta todas las naciones y debía establecer entre ellos algo de confianza.
-entiendo...- no sabía que más decir, otra vez habían formado una extraña tregua.
Entraron para preparar la choza, cerrando las escotillas, bloqueando las entradas y los huecos con tablones y clavos improvisados de la misma madera, dejando en el centro de lugar la lampara de luz que dibujaba en sus brillos, símbolos mágicos.
Su luz tuene era cálida y los abrigaba de la fría bruma del mar, podían sentir como los espectros empezaban a rodear la costa buscando victimas a las cuales asechar, como Garen explico, la lampara los aparto, como si fueran invisibles para ellos.
-no necesitas estar en silencio, la lámpara cubre hasta el sonido que emitimos-explica, sentando cerca de la lampara.
-en realidad no tengo nada que decir, a menos que tú quieras decirme algo fortachón- dice katarina, aburrida jugando con una kunai entre sus dedos.
-...ese día, cometí un error...lo lamento- dice garen, quien nunca dejo de pensar en ella y la noche del castillo nevado, traspaso los limite por su inconsolable amor por ella, lo reconoció y desde entonces su mente a estado inquieta.
-¿error? ¿lo lamento? – Katarina no entendía porque sentía una emergente ira ante estas palabras, como si el hecho de esa noche para él fuese algo horrible. -Ustedes los demaciano se jactan de ser honorables y son más que unos cobardes ¿le pides perdón a todas las criminales con las que te acuestas? -
-¿de que estas hablando? ¡no me acuesto con criminales! –
-soy una criminal para tu pueblo- se levantó enojada.
-¡Para mí no eres una criminal!- el imito su acción y se acercó a ella.
-¡entonces ¿Qué soy para ti?!-
Garen se enmudeció, trago saliva y la miró, alzo su mano para sutilmente tocar su mejilla y bajar por sobre su mechón rojo y sostenerlo delicadamente entre sus dedos para aspirar el aroma y recargarse en él, pero no era capaz de poner sus sentimientos en palabras.
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Bastardo. (Garen x katarina) (EN PAUSA)
ActionMarcus es el hijo de Katarina Du couteau , supo que su padre es un enemigo demaciano. Escapa de Noxus y decide emprender un viaje hacia Demacia para conocer a su padre.