Bastardo. (Garen x katarina) (EN PAUSA)

Capítulo I25I: Un padre y un hijo.

Narrador.

El panorama era incierto, el dragón había derrotado a la avanzada de los cielos, los halcones de guerra liderado por Quiin estaba cayendo uno a uno, su líder incluso tomo a su compañero valor entre sus brazos y como un escudo, lo protegió con su cuerpo cuando fueron alcanzados por las llamas. Elios, el joven mago apena la pudo salvar de sus heridas.

La reina yacía en el suelo, apenas podía levantarse y era protegida por los escudos de la vanguardia valerosa, mientras el dragón negro surcaba los cielos, lanzando fuego como lluvia de carbón en la capital. Los magos ya no tenían más hechizos que ofrecer para detener a tal criatura, pero continuaban atacando perseverantemente, para que el dragón no detectase el lugar de la evacuación del pueblo.

Su pueblo evacuado en cambio desde las cuevas, como espectadores, miraban con horror como sus hogares fueron destrozados. El rey dejó a su princesa a cargo de una guardia privada y quedando conforme con la organización de los refugios, tomo su caballo para ir a luchar con su gente. Ezreal se encontraba en el refugio, con sus tres hijos menores, su bebe en brazo y sus dos pequeños niños de ocho y cinco años respectivamente. Él no podía evitar preocuparse por sus hijos mayores y su esposa, quienes luchaban en contienda, por más que rogó a su esposa que evacue con los más pequeños, debido a que su poder estaba en hibernación, no pudo convencerla, no podía ser más que observar y proteger a los más indefensos.

El refugiado de targon, uso el guantelete nuevamente y esta vez para acortar la distancia hacia la capital, y a un monumento cercano, específicamente a la escultura de una gárgola gigante que decoraba el paisaje de demacia.

-¿Qué hacemos aquí?-

-aquí usaras tu poder-

-¡¿Qué?!-

-ves esta gárgola, debes despertarla con la magia de luz, es la única que lo puede hacer-

-si eso es verdad ¿Por qué la señora luxanna no lo ha hecho? -

-Acaba de dar a luz a un niño y eso apaga el poder de las magas por lo menos unos seis meses, la belleza de la vida tiene sacrificios-

-no tenía idea pero ¿Cómo lo hago?-

-¿nunca lo has hecho? -

-si lo he hecho, pero ni supe cómo-

- La petricita está a tu merced-

-la petricita está a tu...merced ¿tú lo conoces? - pregunto curioso Marcus, ya que esa oración era de aquel molesto prisionero

-¿a quién? ¿ya conocías el lema de Durand el gran escultor de demacia?-

-entonces era eso a lo que se refería, es el que hizo estas gárgolas ¿verdad? – analiza marcus, recordando al prisionero de la torre.

- sí e inténtalo, si el dragón continuo así, no quedará nada que salvar-

-ok, aquí vamos-

El dragón estaba atacando a la guardia valerosa, quienes formaron un escudo frente al cuerpo de la reina e indirectamente protegían a Elios y a Sonna, ambos magos hacían su mejor esfuerzo para curar a la reina, a pesar de que ambos se encontraban con el mana al límite, ya que habían gastado bastante en sanar a otros soldados casi moribundos.

El joven pelirrojo sintió por primera vez control sobre su magia, al parecer las condiciones de la torre ayudaron a que su barrera interna permitiese abrirse a su llamado, sentía a través de la piedra, las corrientes de su magia abrirse paso como venas, su cuerpo brillo y este brillo traspaso a la gárgola quien se movió lentamente de su letargo, asustando de paso al ejército, causando una conmoción.