cap 5

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Eddie pensaba. Durante toda la semana, pensó miles de cosas.

¿Vivir con Richie?

Sería lo mejor del mundo. Pero habrían muchos obstáculos, habrían miles de trabas, habrían miles de problemas, su madre no lo apoyaría.

Serían miles de cosas negativas.

Y el estaba dispuesto a pasar cada prueba de la vida con Richie.
Pensaba como si nunca se hubieran separado, volvía a lo mismo, el sentía completa confianza en Richie, el realmente esperaba a que Richie le pidiera ser su novio, porque el con mucho gusto aceptaría. Pero debía esperar, no iba a presionar. Como dijo Richie, hay que conocerse mejor, a largo plazo, el tiempo dirá que es lo que pasa y qué no.

Durante toda la semana de clases puso completa atención en sus estudios. Cada viernes decían quien había sido el más aplicado a lo largo de la semana.

Eddie quería ese reconocimiento en el aula de clases. Invitar a sus amigos a su casa para que le dijeran a su mamá que estuvieron de testigo que fue el más destacado de las clases en toda la semana.

Necesitaba eso, para después hablar con su mamá seriamente y no agarrarla en curva.

Así se dice, okey?

Y afortunadamente eso pasó, el tenía fé y estaba seguro de que eso iba a pasar, iba a ser reconocido y aplaudido por todos los del salón. Invitó, sin problema alguno a sus amigos a su casa para comer. Normalmente la señora K no tenía problema con eso.

Pasaron un buen rato, todos juntos, incluso la señora K se incluía en algunos temas, hablando felizmente porque su hijo había sido el mejor de todos. Y esperaba que siguiera así.

—Ed, tengo que irme a casa, nos iremos Bev y yo, la acompañaré a su casa—

—Claro suertudote, vayan con cuidado, y no se olviden de ir mañana a la pijamada a la casa de Stan—

—No lo olvidaremos Ed— sonrió la pelirroja.

—Nosotros t-también ya nos vamos— se incluyó Bill, el obviamente iba a dejar a su novio a su casa.

—Claro. Nos vemos mañana— y como era de costumbre, como siempre, se despedían con un beso en la mejilla, era costumbre, simplemente no había nada de malo.

Ambas parejas salieron de la casa, tomados de las mano. Mike, como siempre terminaba solo, pero no era problema.

—Y bueno, yo también tengo que irme— se encogió de hombros el moreno. Siempre era lo mismo.

—Claro Mikey— le dió un pequeño golpe en el hombro —nos vemos mañana— y el chico salió.

—Hasta mañana Ed—

El día había terminado, ahora tenía que limpiar la mesa. Junto con su madre, claro.

—No, no, no, tu ve a tu cuarto, seguro estás muy cansado por todo el día de hoy—

—No. Te ayudo mami— y bueno, este pareció un buen momento tal vez para al fin tocar el tema —Oye mamá…—

—¿Si Eddie?—

—Estaba pensando… falta medio año para que cumpla diez y ocho años, y… no lo sé, quiero irme de está casa—

—¿Qué? Claro que no Eddie, tu no te irás de aquí hasta que tengas esposa y se vayan a vivir juntos—

—¿Que?—

¿Que mierda?
Era una completa… tontería y locura.

—Lo que oíste, corazón. Yo te mantendré, tu no te preocupes de nada, seguirás tus estudios y tendrás una carrera—

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