Capítulo 10: Boda.
Eunha se encontraba arreglándose para la despedida de soltera de Sinb. Iría Dahyun, su secretaria — que por cierto ella no sabía que Sinb ya conocía a Dahyun desde antes que ella—. Umji, que aunque supiera la verdad seguía siendo una amiga, y algunas conocidas del instituto.
En total solo eran ocho chicas.
Moonbin, el hermano de Sinb se había quedado a cargo de Yuri, nada de interrupciones.
La noche solo para ellas.
—Portate bien, Princesa— hablaba Eunha.
—¡Si!— la niña respondía con tal entusiasmo que a la rubia se le encogía el corazón y todavía dudaba que hubiera traído al mundo una niña tan linda.
—Bien— respondió la rubia con una sonrisa— ¡Te amo!— gritó cuando estaba por salir.
El carro de la joven prometida se estacionó enfrente del hotel.
—,Hola, Eunha unnie.
—Hola, Umji.
A pesar de los malentendidos, ambas eran amigas y no iban a dejar que lo que pasaba entre Yuju y ella, arruinara su amistad.
Se dirigieron a un pequeño hotel. Sinb había escogido algo sencillo, decía que no quería algo grande porque no era de su gusto.
—Felicidades, Sinb-yah— hablaron Umji y Eunha al unísono, la pelinegra rió.
—Pasen— contestó Sinb abriendo la puerta.
Ya cuando todas estaban ahí, se pusieron a charlar amenamente.
Todas se divertían entre charla y charla, todas se divertían. Lo cual era la diferencia entre las demás.
Habían decidido ir solo Yuju y Yerin a las aguas termales que había en el hotel donde se hospedaban. Estaban aburridas y no tenían idea de que hacer.
Hasta que Yerin rompió el hielo.
—¿Quién era la mujer que se acercó a ustedes?
La pelinegra suspiró.
—Segun es una amiga de Eunha— dijo— Já, una amiga— hablo de nuevo con ironía.
Choi Yuna estaba celosa.
—Deja tus celos para otra ocasión.
—Oh cierto. Te casas mañana, ¿verdad?
—¿¡Cómo se te puede olvidar!? — exclamó la de pelo castaño fingiendo estar ofendida— ¡Eres miadrina y se te olvida!— siguió dramatizado — Ahora veo que clase de amiga eres.
El intento de mirada fulminante de Yerin hizo que la ojiazul se riera a carcajadas.
—Callate.
—Oh— fingió pena— te estas volviéndose igual de amargada que Sowon.
Si la mirada fulminante no quedaba en Yerin, Yuju era lo contrario.
—Yerin. No me compares con Sojung.
Ahora la que se empezó a reír fue Yerin.
—Valla, no creí que la siguieras odiando.
—No la odio— confesó — solo detesto que me compares con ella.
La pelinegra sabia que la ojiazul no mentía, quería y respetaba mucho a su hermana mayor.
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Las chicas empezaron a reírse como cuando eran adolescentes.
De pronto, como buena escena de película, las tres se pusieron a llorar cual niñas a las que no se les quería dar un dulce.
—Por dios...— dijo Eunha entre sollozos— te casas mañana...
—¡Parece que fue ayer cuando rechazabas a Yerin!— exclamó la castaña de manera bastante soñadora.
—¡Pero ustedes no se quedan atrás!— dijo Sinb con lágrimas en los ojos— Umji también se casa y Eunha tiene una hija.
Y las tres se abrazaron sollozando en un pacto silencioso que afirmaba su eterna amistad.
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—Estoy nerviosa.
La mayor tenía una expresión de nerviosismo en el rostro.
—Vamos, Sinb— animó la rubia — Yerin te ama.
El aspecto de ellas era bastante bello.
Sinb, como buena novia; llevaba un vestido blanco liso, con algunos listones y olanes blancos, encaje de flores en el pecho y torso.
Eunha llevaba un vestido beige, abierto de la parte lateral a la altura de la pierna derecha, un tipo de listón en la cintura que se ataba con un moño.
Umji por su parte, llevaba un vestido azul con un escote de corazón, se ceñía a su figura y a sus curvas. Llevaba varios olanes alrededor del vestido que igual se ataban con moños.
Cuando el padre de Sinb la dejó al lado de Yerin, Yuju y Eunha se tomaron de los brazos y se dirigieron a la pareja.
Eunha estaba incómoda con las miradas de los demás y aun mas con el tacto de la pelinegra.
Se separaron y cada una tomo su lugar, Eunha al lado de Sinb y Yuju al lado de Yerin.
Empezaron con el ritual de la ceremonia, a diferencia de Umji que quería una ceremonia tradicional, ella quiso una ceremonia occidental.
—Nos encontramos aquí reunidos para celebrar la unión de Jung Yerin y Hwang Eunbi...
Pero Eunha no estaba concentrada en la ceremonia.
Estaba nerviosa; dirigió una mirada a su hija que estaba en brazos de su madre, ya al verla ahí, tan sonriente, se sintió aliviada.
Yuju estaba igual o mas incómoda, al ver a la rubia dirigir su mirada a su hija todas sus esperanzas cayeron al suelo mas de lo que ya estaban.
Al terminar los votos matrimoniales y que las novias dieran el "Si", se dirigieron a la recepción.
La pelinegra estaba atenta a todos los movimientos de la rubia, y se le partía el corazón al ver como cargaba a Yuri con tanta ternura y amor.
Sin saber bien el porque, imágenes de ella recargando su cabeza en en vientre de una Eunha embarazada se vinieron a su cabeza.—Me gustaría dar unas palabras para las novias— la voz de Eunha lo sacó de su ensimismamiento.
Eunha desdobló un pequeño papel y comenzó a leer.
»Espero que se sigan amando como hasta ahora, que se sigan respetando y queriendo como hasta ahora. La vida les pondrá muchísimas pruebas, que deben de ir superando juntos. Nunca deben dedesconfiar dela otra sin razón alguna. No quiero decir mas porque esto seria muy tardado y no quiero quitarles tiempo para bailar — se escucharon algunas risas —. Solo quiero resumiresto: Amense y den todo por su contraria.
Aplausos se escucharon por todo el lugar, mientras la rubia se ponía a reflexionar sus propias palabras.
Tal vez, es momento del perdón. Lastimosamente algo tan cruel como lo que hizo aquella chica de ojos azules no se perdona tan fácilmente.
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¿Aun Sientes Algo Por Mi? (Yujuna G!P)
Fanfiction- Adiós Corea murmuro una chica de cabello obscuro Se subió al avión. Su lado era la ventana, observo tristemente a la tierra, mientras el avión despegaba. Mentalmente se despidió de su país natal. Quizás no lo volvería a pisar nunca, pero si eso ha...