Capítulo 23: Porque así debió acabar /Final/
Habían pasado ya dos semanas desde el rescate de Eunha; Lalisa fue procesada por Mark, quién pidió perdón a Eunha y a Yuju por haber protegido a Lisa, sólo le cobraron una multa enorme por cómplice.
Momo y Jinhyoung los condenaron a tres años de prisión domiciliaria por cómplices y por corruptos.
Mark presentó cargos en contra de Tzuyu, por haber sido también cómplice de aquel hecho, resultó ser que aquel edificio abandonado pertenecía nada más y nada menos que a la familia Chou, cómo Tzuyu era la heredera y ahora dueña, todo el peso caía en sus hombros; en resumen, dos años de prisión domiciliaria.
El paradero de Hoseok y Namjoon nunca se supo.
Ahora Eunha se encontraba trotando para llegar rápido a donde se encontraría con Yuju y su hija.
Al divisar a la ojiazul, corrió hacía ellas sin ninguna restricción.
Yuri se abalanzó a los brazos de su madre. Esas dos semanas que la rubia había estado en recuperación, Yuri se había quedado con su madre Yuju, Eunha había dado autorización.
La rubia correspondió al abrazo de la pequeña. Mientras miraba a la mujer que tenía al lado.
—Gracias...— masculló—. Por cuidarla.
La pelinegra sonrió débilmente.
—Es mi hija. ¿Cómo no cuidarla si es una amor?— concluyó mirando con dulzura a su pequeña hija, maldiciendose en en sus adentros por no haber estado a su cuidado por seis años.
—Había estado pensando...— Eunha hizo una pausa dramática mientras miraba a Yuju —, bueno que tal vez...
—¿Tal vez?...— insistió la ojiazul.
—Bueno... Que tal vez podríamos darnos una oportunidad...
Yuju abrió los ojos cómo platos.
—¿Estas hablando en serio?— preguntó sin tratar de ocultar lo emocionada que estaba.
Eunha asintió levemente.
La pelinegra abrazó a Eunha y ella no puso objeción alguna.
—¿Qué te hizo cambiar de opinión?— preguntó Yuju.
Eunha se sonrojo un poco mientras acariciaba la cabeza de su hija.
—Bueno... Pensé que si habías sido una idiota... Pero me demostraste lo contrario en el edificio...
Yuju se sonrojó al recordar el beso.
—Si... Sobre eso...—empezó a hablar, nerviosa —. Lo lamento, no quería molestarte ni nada por el estilo pero...
Yuju sintió cómo los labios de Eunha se unían a los suyos.
Cuando se separaron Eunha añadió:
—No me molestaste, sólo me sorprendiste.
Yuju colocó una mano en su nuca.
—¿Y si vamos al parque de diversiones o a comer?— preguntó cambiando de tema.
—¡S-Si!— exclamó nerviosa—. Vamos, Yuri.
—¡Sii!
*Tres años después*
La niña de tan sólo nueve años miraba maravillada aquel ser que cargaba su madre. Nunca había visto un bebé, bueno, a excepción de cuando vio a las gemelas de su tía Sinb.
—¡Cute!— dijo emocionada.
Su madre la miró enternecida.
Yuju llegó y besó a sus tres mujeres en la frente, incluyendo a la nueva integrante de la familia.
—¡Mama!— exclamó entusiasta la niña ojiazul—, ¡Chaewon ya nació!
La pelinegra sonrió ampliamente.
—Me alegra— dijo dirigiendo la mirada a su esposa que se encontraba con expresión cansada, pero feliz.
Yuju miró el bultito de cabello negro que emanaba el ser envuelto en mantas, quería hacerlo bien con ella.
Con Yuri no había estado durante seis años y le dolía en el alma saber que la niña había necesitado otra figura que la llevara al colegio, que la abrazara y le dijera que 'todo estaría bien' cuando llegaba a caerse, o alguien con quién presumir a sus amigas sobre lo guapa que era.
—No te culpes por ello. Lo importante es que estás aquí, con nosotras— dijo tiernamente su esposa como si adivinara lo que estaba pasando.
La pelinegra asintió levemente.
Eunha ahora comprendía muchas cosas.
Ahora entendía porque Yuri se le había aparecido en su sueños, sólo para advertirle del peligro al estar con Lisa. Ahora entendía porque a Yuri le caía mal Lisa, era como su subconsciente, advirtiéndole sobre el peligro inminente de estar con la mujer de ojos miel.
Y sobre la incógnita sobre si Eunha aún amaba a Yuju... la respuesta era muy obvia.
Eunha nunca la dejó de amar.
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¿Aun Sientes Algo Por Mi? (Yujuna G!P)
Fanfic- Adiós Corea murmuro una chica de cabello obscuro Se subió al avión. Su lado era la ventana, observo tristemente a la tierra, mientras el avión despegaba. Mentalmente se despidió de su país natal. Quizás no lo volvería a pisar nunca, pero si eso ha...